La consciencia del Karma-Yoga

Entre las diferentes variantes del yoga encontramos el Karma-Yoga. Esta una modalidad que puede llegar a impregnar, inspirar e iluminar la vida. Es más, ayuda a las personas a sacar de ellas mismas su yo-robótico en el que solemos quedarnos atrapados y así acabar obteniendo la alegría.

Hay que tener en cuenta que nuestras acciones puedes ser tanto constructivas y cooperantes como destructivas y egoístas. El Karma-Yoga es una práctica vinculada al yoga con la acción más consciente, desinteresada, lúcida y alejada de todo tipo de egocentrismos.

El Karma-Yoga trata de mantener la mente siempre en estado de alerta. Es capaz de conectar con lo que deviene a cada momento. Así, de este modo, lo que se logra es convertir a la propia acción en una herramienta para cultivar la atención consciente. Es más, así podrás crecer a nivel interior, convirtiendo la acción en un modo de autorrealización.

Se trata de una disciplina que se centra en la meditación como síntoma de la acción. Cualquier actividad se convierte en meditación porque esta técnica tiene unas leyes muy claras y que son las siguientes:

La primera es que siempre se busca hacer todo lo mejor que se puede en todo momento. Todo se debe hacer bien y con precisión, independientemente de lo que sea y con plena consciencia de ello.

No permitas que un exceso de actividad haga que tu estrés se dispare. Recuerda que sí debes hacer lo que hagas lo mejor que puedas, pero sin dejar que la propia acción del día a día te enajenes y te genere estrés.

Lo que hagas, hazlo del modo que no te dañe a ti mismo y a los demás. Recuerda que todo el mundo merece ser tratado con amor y respeto. Hay que tener en cuenta que no hay que hacer lo que no quieres que te hagan. Siempre se debe tratar a la gente justo como tú quisieras que te trataran. En todo momento permanece apoyando a los más desvalidos.

Por otro lado, debes tener en cuenta que el Karma-Yoga sirve para mostrar el camino. Hay que tener en cuenta que cada momento cuenta y tiene su relevancia en nuestra vida. No hay que centrarse en metas imposibles y lejanas, ni por aquellas que generan ansiedad y nos alejan de la realidad de las cosas.

Otro de los puntos clave es centrarse para lograr que las acciones que realizamos sean menos egocéntricas y personalistas. Han de ser mucho más desinteresadas y generosas. Se busca hacer las cosas simplemente por hacer el bien. Pero nunca por conseguir determinadas cosas. Hay que tener en cuenta que llegamos al mundo sin nada y nos vamos del mismo modo.

Es vital lograr vigilar tu mente, tus palabras y tus actos. Debes ser en todo momento consciente de lo que hacemos, así lograremos hacernos menos daño a nosotros mismos y a los demás. Es fundamental ser en todo momento conscientes de nuestras acciones. Esto es algo que nos hará estar más alerta y vivir las cosas de un modo más intenso y pleno.

Al final, el yoga es un método para acelerar la evolución de la consciencia. Es mediante la acción cuando acabamos por desarrollar la atención, ser más conscientes de nosotros mismos y desarrollarnos plenamente. Justo ahí es donde entra en acción el Karma Yoga.

Hay que recordar que la consciencia nos hace vivir en alerta, de un modo más intenso, vital y pleno. Al final debemos considerar que el yoga es un método para acelerar la evolución de la consciencia. Por ello practicarlo en cualquiera de sus variantes hará que nos sintamos mucho mejor y más plenos y realizados.

Por Pedro, redactor de la Gran Hermandad Blanca