La Oreja. Por el Maestro Beinsá Dunó.

Jorge Gomez (333)

Maestro Beinsa DunoLa oreja no es tan solo un órgano para escuchar, sino que también refleja en sí la vida entera del hombre. Cuando la oreja de una persona es amplia arriba, él es un hombre virtuoso; cuando se vuelve materialista, su oreja se vuelve picuda hacia arriba, como en los animales. Cuando el hombre trabaja correctamente en su vida y comprende las leyes de la vida común, su oreja por abajo se alarga, lo que es una señal de que su vida también se alarga. Y el que no tiene por abajo una longitud suficiente de su oreja, esto indica que su vida está en peligro de acortarse; esto muestra que en su familia una serie de generaciones no han vivido bien. Tal hombre, en una pequeña crisis de enfermedad partirá. Y a un hombre con oreja larga las enfermedades pueden machacarlo muchas veces, pero él quedará vivo, puesto que la oreja, la nariz, como también los demás órganos en el cuerpo del hombre, son conductores de las energías naturales. De su correcta o incorrecta asimilación también depende cómo se va a formar el cerebro del hombre. Cuanto más armónicos pliegues tiene la oreja de una persona, tanto mejor está formada su mente y tanto mayor es su inteligencia.

La oreja es un órgano para escuchar, pero ella también muestra el comportamiento que tiene el hombre. La oreja tiene relación con la voluntad. El que tiene una oreja bella, él se comporta bien, sus actos son correctos. Si la oreja de uno no es bella, por mucho que se esfuerce por actuar bien, no podrá.

Recordad: la vida externa, el comportamiento del hombre dependen de la oreja. Mediante la oreja, el ser humano aprende a escuchar. A través de ella él se conecta con el mundo Razonable que se manifiesta a través de la naturaleza.

Cuando la oreja arriba no es amplia, el ser humano entra en conflicto con todos: empuja a este, empuja a aquel; a este dice una palabra ofensiva, a aquel dice una palabra ofensiva. Si la oreja no está bien formada, pero la nariz es correcta, ella salva la situación. La oreja bella endereza la nariz, y lo contrario, la nariz correcta endereza la oreja. Cuando trabaja conscientemente, el hombre puede erigir los defectos de su carácter, como también las partes de su rostro.

 Si la línea externa de la oreja es correcta y bien marcada, esto habla de un carácter establecido. El color de la oreja puede ser pálido o amarillo, pero lo correcto es que tenga un color natural, que salga una luz de ella.

Cuando el hombre ha estado enfermo por cierto tiempo, él pierde una parte de su energía vital. He aquí lo que puede hacer el ser humano en este caso. Que de vez en cuando coja con dos dedos la parte posterior carnosa y la estire ligeramente hacia abajo. Después de esto que masajee la prominencia detrás de la oreja, y observe los cambios que ocurren en su organismo. Haced estas pruebas no solo cuando estáis enfermos, sino también en caso de indisposición del espíritu.

Te estallas, te irritas, debes transformar tu estado. ¿Cómo? Coge tu oreja. Hay un sitio detrás de la oreja que cuando lo coges la ira inmediatamente desaparece. Coge tu oreja y di: “Gloria a Dios, he pasado una crisis”.

Hay una línea en la oreja que yo llamo primaria. Ella debe estudiarse. En ella está impuesto el impulso Divino. De ella provienen todas las cualidades del ser humano.

 ¿Cómo desarrollar mi oreja? Coge tu oreja tres o cuatro veces al mes, empezando desde arriba y terminando abajo. Al mismo tiempo dirige hacia tu mente y corazón pensamientos luminosos y sentimientos nobles. Los pensamientos y los sentimientos que sientes cuando alguien te acepta en su hogar desinteresadamente y con amor, con tales pensamientos y sentimientos pasa tu mano sobre la línea externa de tu oreja derecha y luego por la izquierda. Durante este tiempo pon tu mano libre en la cintura. Cuando haces este ejercicio, poco a poco adquirirás fuerzas nuevas. Esto no ocurre de golpe. No esperéis resultados rápidos.

Cuando te desanimas, pasa tus dedos por la línea externa de tu oreja y di: “Un capital es esto”. Si tienes capital ¿debes desanimarte? Por lo tanto, de vez en cuando coge tú oreja y piensa en su formación. Esto actúa educativamente y suaviza el carácter.

Cogerás tu oreja por abajo y dirás: “Quiero ser sano. Deseo la salud para toda la gente también”. Luego cogerás tu oreja arriba y dirás: “Deseo ser prudente como toda la gente prudente que ha vivido antes de mi”. Por fin cogerás la parte media de tu oreja y dirás: “Quiero ser activo, expeditivo en mis sentimientos”. Este ejercicio tiene resultados parecidos a la homeopatía con la cuál algunos médicos se sirven.

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