Los Seres Elementales: Pequeños guardianes de la Naturaleza
«Continué con mis largos paseos por el campo, centrado en fotografiar la naturaleza cómo antes solía, con la serenidad de quienes se sienten integrados en ella. Aprendí a desplazarme sin dejar rastro de mi paso, a observar sin buscar, a ser un habitante más de los bosques.
Y así, lentamente, éstos reanudaron el diálogo habitual con sus criaturas, sin alterarse por mi presencia.
Entonces, y sólo entonces, volví a encontrarme con las hadas»
– Joan Gómez-
¿Qué podemos escuchar cuándo damos un paseo por el bosque?
Sonidos habituales de la Naturaleza: el murmullo de las copas de los árboles, los trinos de los pájaros, el alegre bullicio del agua del arroyo, los suspiros del viento, el repiqueteo de la lluvia sobre la tierra; un chasquido de ramas que se rompen, quizás el eco fugaz de unos pies diminutos que corren a esconderse.
¿Ratones de campo? Tal vez. O tal vez sea algo muy diferente.
Tan antiguo cómo el mundo, tan familiar a la raza humana, y al mismo tiempo tan lejano…
A veces recibimos destellos de una sabiduría olvidada, o la sensación de que conocemos algo desde siempre, aunque no lo conozcamos en absoluto. A veces creemos ver lo que ya habíamos visto antes, pero no recordamos cuándo ni dónde.
Y es que en el fondo, todos sabemos que hay Seres Elementales que nos acompañan, aunque nunca los hayamos visto, excepto en nuestros sueños.
En éste artículo no voy a debatir sobre la existencia o no de éstas criaturas maravillosas, ni tampoco voy a clasificarlas cómo si fueran especímenes susceptibles de ser analizados por nuestros limitados sentidos.
Sólo haré un breve repaso de las huellas que han dejado por el mundo, y espero que así podáis reconocerlas o incluso creer en ellas, pues el origen de todas los leyendas nos habla de un estado de percepción anterior al nacimiento. Una mirada a la nebulosa tierra de la preexistencia de dónde nos llegan ciertos recuerdos. Por eso las historias sobre Seres Elementales nos afectan de un modo contrario a la lógica científica.
Si cuándo estamos despiertos, sabemos que la ilusión es falsa, ¿por qué tenemos el presentimiento de que ya la hemos vivido antes?.
LOS SERES ELEMENTALES
Los Seres Elementales
Invocación:
“¡Espíritus Elementales, acérquense a mí!
Gnomos, compartan su humor conmigo.
Ondinas, jueguen en mi presencia.
Silfos, que la brisa me acaricie.
Salamandras, muévanse en las llamas de las velas.
¡Espíritus Elementales, Gracias por venir!”
Los estudios actuales de Filosofía y Metafísica nos dicen que el Universo es Unidad. Esto es, que está constituido por un sólo Elemento Único que abarca toda la existencia.
Por tanto, la sustancia que lo compone es Una en Esencia. Sin embargo, la Ciencia también nos muestra que ese Elemento Único está dividido a su vez en una pluralidad de Elementos, que paralelamente se dividen en otros Sub-Elementos formando un complejo organigrama del cuál todos formamos parte.
También podemos afirmar que el plano dónde nos movemos, el que a priori podemos percibir y estudiar, está compuesto por cuatro Elementos fundamentales: a saber, la Tierra, el Agua, el Fuego y el Aire. Estos Elementos son Sub-Elementos de la Esencia Única.
De otra parte, los cuatro elementos de nuestro Plano se cruzan entre sí, pues la Tierra y el Aire tienen un movimiento horizontal, mientras que el Fuego y el Agua se mueven verticalmente.
A través de su interpenetración constante se originan los componentes esenciales para la vida en la Tierra: la Materia y la Energía, que a su vez se entrelazan en un círculo sin fin, dando lugar al Círculo Vital de nuestra Existencia.
¿Y quién se encarga de vigilar el buen funcionamiento del Círculo Vital facilitando las interrelaciones primarias de los cuatro Elementos?
Su mismo nombre lo indica. Los Seres Elementales son los guardianes de la Naturaleza y de los Elementos que la conforman.
Así de importante es su labor. Así nos esforzamos los seres humanos en estropearla.
¿POR QUÉ NO PODEMOS VERLOS?
Porque los Seres Elementales son seres Invisibles que no viven exactamente en nuestro Plano físico; o mejor dicho, aunque trabajan en el Plano físico, no están al alcance de los sentidos visuales o auditivos de los seres humanos normales.
Sin embargo, el que no consigamos verlos, no significa categóricamente que no existan.
Hay muchos ejemplos del mismo fenómeno en la Naturaleza.
Cómo prueba recurrente siempre se alude a la intangibilidad del elemento Aire. No es posible verlo ni tocarlo, pero podemos sentirlo y sabemos que está en todas partes.
Los eruditos también hablan de la hoja de papel rígida. Si dicha hoja estuviera de perfil, completamente inmóvil, no conseguiríamos verla aunque estuviera a la altura de nuestros ojos.
No nos equivoquemos. Nuestros sentidos son limitados y sólo perciben un pequeño porcentaje de lo que existe en la Naturaleza. Pensar lo contrario refleja la enorme soberbia de la raza humana.
Aquí no se trata tanto de lo que la Ciencia no puede explicar, sino de lo que la Ciencia no puede desmentir.
En ocasiones, determinadas personas especialmente sensibles consiguen ver a los Seres Elementales bajo determinadas circunstancias.
Las condiciones de la Naturaleza también son cambiantes: el día y la noche, el calor y el frío, el paso de las estaciones, la presión atmosférica, el índice de altura, la influencia de los Astros, las partículas que fluyen arbitrariamente en el aire…
Algunas de esas condiciones favorecen más la materialización de los Seres Elementales que otras.
A veces se vuelven visibles al ojo humano, y la historia está llena de casos documentados, dónde los maravillados testigos cuentan sus encuentros con éstas criaturas.
Vamos a examinar uno de los supuestos más famosos, dónde estuvo implicado un ilustre personaje. Nada más y nada menos que Sir Arthur Conan Doyle.
LAS HADAS DE COTTINGLEY: UNA HISTORIA REAL
Corría el año 1918 cuándo una niña de 11 años llamada Frances Griffiths, recién llegada a Inglaterra, envió una carta a una de sus mejores amigas que residía en otro país. La carta dice así:
Querida Joe:
Espero que estés bien. Te escribí una carta antes, solo que parece haberse perdido. ¿Has jugado con Elsie y Nora Biddles? Yo ahora estoy aprendiendo francés, geometría, cocina y álgebra en la escuela. Papá vino desde Francia hace algunas semanas, tras estar allí por 10 meses, y todos pensamos que la guerra terminará en algunos días. Vamos a alistar nuestras banderas y colgarlas en nuestro cuarto. Te voy a enviar dos fotos: ambas son mías, una en vestido de baño en nuestro patio (esta la tomó el tío Arthur), la otra es con dos hadas que se encuentran a mi disposición, esta la tomó Elsie. Rosebud es tan lejos como siempre y le hice algo de ropa. ¿Cómo están Teddy y Dolly?…
Resulta curioso cómo la aparición de dos hadas en una fotografía es relatada de manera completamente natural por una niña de 11 años.
Pero es que, de acuerdo con muchos habitantes de la Inglaterra rural, la presencia de las hadas era habitual en aquellos días.
Cuándo el padre de Frances reveló las fotografías, consideró que sus dos hijas habían manipulado la cámara y no le dio más importancia.
Sin embargo, la madre de Frances, aficionada a lo paranormal, acudió a la Sociedad Teosófica de Bradford para contarles la historia.
Edward Gardner, director de la Sociedad, vio las fotografías y de inmediato se interesó por ellas.
Lo primero que hizo fue enviarlas a un experto: Harold Snelling, quién (para sorpresa de todos) declaró que no había rastro alguno de manipulación en los negativos.
Después, el ilustre Sir Arthur Conan Doyle (creador de Sherlock Holmes), se interesó en las imágenes y comenzó su propia labor de investigación.
En 1920 Gardner visitó a la familia Griffiths en su residencia de Cottingley. Entregó un par de cámaras a las niñas y les pidió que tomaran nuevas fotografías de las hadas.
Ellas aceptaron, y al cabo de unos días Gardner recibió dos nuevas fotografías dónde supuestamente aparecían hadas.
En 1921, una nueva visita condujo a una quinta (y última) fotografía que visualiza a una pequeña hada en un prado.
El grupo de 5 fotografías saltó a la fama y apareció incluso en algunos periódicos nacionales.
Con la difusión popular, se produjeron acalorados debates sobre su veracidad o falsedad que no llegaron a ninguna conclusión definitiva.
Por su parte, Sir Arthur Conan Doyle publicó las fotografías en su libro: “The Coming of the Fairies” (La Llegada de las Hadas) en 1921.
¿Fotografía falsa?
Más tarde se llegó a la conclusión de que algunas de las fotografías eran falsas (Si nos fijamos bien, las alas de la criaturas están perfectamente inmóviles en el aire, cómo si fueran siluetas de cartón, en contraste con el movimiento borroso de la cascada), pero nada se pudo concluir de la última fotografía, de la que se dice es auténtica e imposible de falsificar.
¿Fotografía auténtica?
Al fin y al cabo, ¿quién sabe qué seres se esconden en nuestros bosques y jardines?
La historia de Las Hadas de Cottingley fue llevada al cine en el año 1997, de la mano de una maravillosa película titulada “Fotografiando Hadas”
Recomiendo su visionado a todas las almas sensibles, pues encierra secretos naturales que no nos son del todo desconocidos.
AUTOR: Eva Villa
MÁS INFORMACIÓN en los Manuales «Experimentar a los Seres Elementales» de Ursula Burkhard, «Los Elementales» de Franz Hartmann y «Los Espíritus Elementales de la Naturaleza» de Jorge Angel Livraga
Muy bonito artículo, gracias por escribirlo.
En una época acostumbraba saludar a los árboles, en una ocasión vi después de saludar a uno un gnomo vestido de rojo, parecido a un papa Noel, aunque solo 2 sg, fueron suficientes para mí como una prueba; en estas épocas ya no se dejan ver mucho por el materialismo de la sociedad, pero sobre todo por la lujuria, hay que tener un nivel de castidad o pureza para poderlos ver, esto porque el ego de la lujuria lo relaciona a uno mal con los instintos naturales que tenemos, la lujuria comete muchos atentados contra natura, cuando se aprende a ver con pureza el sexo, nuestra centro instintivo se conecta con aquellos seres trabajadores de los diferentes reinos de la naturaleza.
Grácias confio y tengo fè en que los ojos del corazón se abriran…..
muchas gracias
Duendes nomos tqm.
asi sera para el bien mayor de todos en ti confio gracias gracias gracias yo soy luz clarificadora de dios.