Mensajes del Despertar – Bitácora de un viaje al espacio-tiempo (Segunda parte) por Laura

Jorge Gomez (333)

Niño Sujeta Mundo

…Creo que estoy en un lugar que me mencionaron como vientre materno, es cálido y agradable; escucho sonidos tranquilizadores, deben ser voces humanas, algunas me transmiten mucho amor ¡me gusta la Tierra!

Es cálido y confortable aquí… me quedaré mientras mi cuerpo físico termina de formarse. Mientras tanto comparto las vibraciones con el Ser que me contiene, a veces está feliz y ambos vibramos muy alto, otras… cuando su energía o la de quienes la rodean está alterada, me resulta difícil mantenerme en armonía, ya que ahora la densidad de la materia me limita, por eso comienzo a moverme para avisarles que todo se agita mucho aquí dentro, de inmediato responden con alegría a mis manifestaciones, entonces logramos una vibración unificada llena de luz.

Intuyo que algo está cambiando, el espacio alrededor se reduce y se expande alternadamente, una fuerza comienza a  empujarme como si fuera a ser expulsado de donde estoy.

Percibo gran conmoción allí afuera, hay Seres ayudándome a salir al exterior, esto debe ser el nacimiento… ¡Es momento de experimentar el mundo!

Puedo sentir cada parte de mi cuerpo físico, no está mal y aunque este medio denso no se parece en nada al estado de plenitud en el que me encontraba en casa antes de emprender el viaje… creo que puedo acostumbrarme a esto.

Las condiciones ambientales se sienten diferentes, la parte sensitiva que recubre mi cuerpo se estremece, grandes estruendos invaden mis oídos, abro los ojos y todo brilla demasiado. Intento comunicar mis necesidades a través de vibraciones,  pero parece que no entienden. A pesar de que me estoy quejando, puedo notar que están contentos en los colores de la luz que desprenden sus cuerpos; es lindo que celebren mi llegada, pero no estoy a gusto ¡¿Alguien puede prestar atención por favor?!

Dos Seres que reconozco, me transmiten mediante el contacto físico una energía llena de amor reconfortante ¡qué bueno que entendieron!, de todos modos creo que fue por los ruidos que hice cuando caía agua de mis ojos. Ahora sí, me siento envuelto de armonía como cuando estaba dentro.

Estos Seres que me transmiten Luz deben ser los que elegí para que me guíen en la adaptación y me acompañen en el aprendizaje… mis padres.

¡Estoy descubriendo tantas cosas! Mientras mi cuerpo físico crece en este período de tiempo que denominan primera infancia, voy desarrollando muchas habilidades.

Al comienzo yo entendía todo lo que expresaban los demás en su energía, pero ellos no; fue cuando comprendí que por algún motivo prefieren manifestarse física y verbalmente. Me pregunto por qué gastarán tanta energía en comunicarse de ese modo limitante pero acepto el desafío, es parte del juego de la tridimensión y parece complacer a todos, así que estoy practicando mis primeros sonidos. También intento trasladar el cuerpo, mi meta es lograr la marcha de forma erguida tal como lo hacen los demás, pero lo que más me agrada es experimentar con los sentidos, es realmente gratificante como me habían anticipado. ¡Por aquí parecen estar muy conformes con mis progresos!

Ya encontré varias personas que conocí en estado espiritual antes de llegar a la Tierra. Por lo que percibí no me recuerdan, pero algo especial y diferente brilla en sus ojos cuando nos miramos; creo que al igual que la mía, sus almas se conmueven en secreto por el reencuentro.

Algo que me llama mucho la atención es que la gente parece haber olvidado también que debe brindar luz a quien lo necesita por simple empatía, aquí compiten por la energía en forma constante; eso trae serios problemas a los cuerpos físicos, que al desequilibrarse y bajar su vibración enferman. Cada vez que eso sucede, van al doctor e intentan sanarlo con sustancias químicas. Afortunadamente existe una forma de intercambio luminoso muy rudimentario pero efectivo que eleva el estado de conciencia haciendo fluir libremente la energía, y a pesar de distar mucho del verdadero amor Universal, por ser bastante leve y superfluo por la concepción de individualidad del Ser que manejan… también lo llaman amor.

Aquí en la Tierra la medición del tiempo es muy importante, por eso me esfuerzo por aprenderlo. Lo que me divierte es la celebración de cumpleaños, que es la cantidad de tiempo desde que nacemos hasta el presente.

Mis padres estuvieron haciendo planes para mi futuro, mencionaron que iré a un lugar llamado escuela, dicen que allí aprenderé todo lo que necesito, ¡me parece increíble que hayan logrado recrear un espacio material para reemplazar al Ser! ¿Acaso no es en el alma donde se encuentran los saberes más importantes?

Cuanto más me adapto menos recuerdo, creo que lo pautado en mi Contrato de Vida acerca de borrar de mi memoria los saberes Universales se puso en marcha…

El fin de la primera infancia con mi total apego a la tridimensión y sus reglas, dio paso a mi niñez.

En los años terrestres que siguieron a mi alejamiento de la Conciencia Universal, llevé una existencia convencional… estudié, trabajé, hice viajes, experimenté el amor terrenal, formé una familia, tuve experiencias tristes y alegres.

Si bien me consideraba feliz con mi vida, en algún momento empecé a sentirla incompleta; no me conformaba la realidad colectiva. Muy íntimamente, comencé a plantearme preguntas existenciales que me llevaron a la búsqueda de algo que le diera un sentido mayor a mi presencia en el mundo, una verdad más grande. Investigué sobre diversas religiones, consulté métodos de adivinación, hice terapias de vidas pasadas, acudí a cuanta conferencia o curso de temas espirituales se presentara, consumí todo tipo de libros desde teología hasta filosofía y autoayuda; aunque ninguna de esas alternativas me dio las respuestas que deseaba encontrar, todo ese peregrinaje exterior infructuoso me llevó a conectarme conmigo mismo y con los saberes del alma.

Muchas veces me sentí solo en el Camino, porque al tener una visión tan particular de las cosas simplemente respaldada por mi intuición, no me atrevía a compartirla con los demás. La sensación de irrealidad y el miedo a parecer un poco loco se hizo muy fuerte cuando empecé a recordar… pero muy pronto, como si las piezas del rompecabezas fueran encajando, por distintos medios llegaron a mí noticias de otras personas que estaban atravesando la misma transformación.

Lo más bello y revelador fue descubrir que la verdadera realidad era el viaje espiritual que acontecía en mi interior; que no debía juzgarme por las elecciones que hubiera hecho en el pasado, porque no existe bueno ni malo, solamente partes de luz y oscuridad dentro de cada uno, que nos acercan o alejan del Contrato de Vida según lo que hagamos prevalecer a cada paso, pero en definitiva todo es aprendizaje.

Así fue el Despertar de mi Conciencia a niveles más elevados, dejé de perseguir la acumulación de conocimientos para anhelar la sabiduría. Volví a conectarme con mis sueños juveniles y a través de ellos con el desarrollo de mi Don, re direccionando mi vida en pos del cumplimiento de lo que sentí mi Misión en la Tierra.

Cuando llegó la hora de mi partida no tuve miedo. Más allá del modo en que fue vista mi desaparición física, tampoco sentí dolor ni tristeza, porque lo que desde el espacio-tiempo se percibe como la tragedia de la muerte, no es más que un pasaje a otro estado del Ser en transición de Luz, y así como todas las despedidas nos dan nuevas posibilidades de reencuentro, todos los finales implican nuevos comienzos.

He vuelto a casa. Mi viaje al espacio-tiempo fue muy enriquecedor. Me siento pleno y feliz. Tengo infinitas posibilidades de existencias frente a mí, muchas dimensiones para recorrer y seguir evolucionando, pero tal vez vuelva a elegir la Tierra como destino en alguna oportunidad.

 

Como actores protagónicos de nuestro propio período vital en el escenario del espacio-tiempo, salimos a escena a improvisar porque la memoria racional borra de su registro nuestra verdadera naturaleza de Seres multidimensionales. A veces es comedia, a veces drama y hasta tiene sus giros de suspenso, pero en todo momento contamos con el mejor apuntador “la sabiduría de nuestras almas”, que discretamente va poniéndonos señales en el camino, para ayudarnos a recordar que somos los autores y directores de esta Obra, y contamos con la libertad de hacer nuestras propias elecciones en cada acto.

El legado perdurable que dejaremos en la Tierra al partir, será el amor que hayamos infundido a nuestras acciones y a todo lo que nos rodea.

Lo único que nos llevaremos de este espacio-tiempo es la Sabiduría y la Luz que podamos atesorar en nuestras almas.

 

mensajesdeldespertar@hotmail.com

2 comentarios

  1. cuando se ora se ora por lo visible y por lo invisible,para mí y muchos es algo natural,yo lo transmito para que otras almas tomen conocimiento en forma paulatina que es algo natural,como natural es aceptar el echo que existen miles de mundos igual o más bellos que la tierra,bueno para mí es un de los planetas más bellos,bendiciones,milli

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