Mensajes de Madre Mileila: «No hay imposibles». Por Fernanda Abundes
Día a día nos surgen diferentes preguntas de ¿cómo se deben de hacer las cosas?, de ¿cómo se pueden generar mejor?, de ¿cómo podría existir quizás un camino más sencillo para llegar a aquello que quizá, nos ha costado un tanto de trabajo lograr?.
Pero también es cierto que la vida no se ha hecho a través de preguntas y respuestas, únicamente de vivir. Al final, la experiencia de cada uno de los seres será distinta y aunque quizás uno mayor puede hablarle a uno menor y no con esto me refiero a edad, sino a la situación de la experiencia; porque incluso seres más pequeños pueden tener más experiencia en algunos temas que algunos más grandes; podríamos decir que estamos únicamente hablando de esa percepción de vida. Claro que existen referencias para saber cómo son ciertas situaciones y conductas; pero también es real que cada uno vive a través de lo que ha aprendido, de lo que espera, piensa a través de sus temores, de sus alegrías, de sus fortalezas, de lo que espera realmente de sí mismo, de lo que espera de los demás.
Por lo tanto, incluso la experiencia es completamente individual, así que no hay una serie de pasos para decir cómo se tiene que vivir bien; ni tampoco una serie de situaciones que lleven a que las realidades se cumplan de una mejor o más lenta manera, simplemente ocurre a través de sus propias convicciones entregando así mismos la voluntad más grande que es el continuar. No importa hacia dónde van en sí, lo que más importa es que siguen andando, no importa cuál es el camino que van a tomar porque al final está en uno solo. No importa tampoco, que forma tome este camino, siempre con la idea de que están avanzando y que todo lo que hay atrás es camino recorrido, que tampoco saben que hay después del horizonte pero están convencidos de que es algo que van a poder vivir; porque si fuera imposible que lo vivieran, no estaría en su camino.
No hay imposibles en la vida de un ser humano, todo absolutamente todo, aunque de pronto pareciera complejo, la mente humana; el cuerpo humano; el alma y la esencia tienen la capacidad para sortearlo; Así que si fuera demasiado complejo no estaría ahí y no estaría en su camino.
Así que, está en cada uno de ustedes darle el calificativo que más convenga a sus planes de todo aquello con lo que se topen de frente. Tener la idea de que nada es más poderoso que ustedes, de que nada será tan tardado como aquello que ustedes quieren acabar pronto; de que nada será tan grande como aquello pequeño que ustedes quieran visualizar.
Estaré trabajando con todos ustedes….
Nos involucramos constantemente con un entorno… vivimos en él, nos adaptamos, crecemos, creemos, proveemos a un entorno y éste también nos provee a nosotros de todo incluso, lo que al día de hoy representamos.
Pero generamos entonces, algo que pareció lo más cómodo y en cierta manera lo más sensato para aminorar las cargas mentales y emocionales de nuestro día a día y fue: la excusa, las probabilidades y a los seres.
De pronto, cuando nos enfrentamos a ciertas cosas que sólo nosotros podemos conducir de una manera sana porque realmente sólo nosotros sabemos qué es lo que queremos, empezamos a poner factores.
¿Que son esos factores?
El tiempo; los seres; las circunstancias; la situación y ¡cada vez más grande!, la situación del lugar; la situación del país; el caos del mundo y todo eso hace que nuestra mente piense que si ciertos hechos no van en un sentido, es por todo lo anterior. Realmente nos cuesta trabajo enfrentarnos a nuestro espejo y decir: ¿qué hace falta? o ¿realmente en quien está la deficiencia?.
El entorno puede ser tan pesado o tan ligero como nosotros queramos verlo. El mundo puede estar tan caótico y sin valores o tan lleno de bondad como nosotros queramos definirlo. Sabemos lo que vemos, que puede ser complejo; pero está en nosotros renombrarlo.
El tiempo puede ser tan lento o tan rápido como nosotros queramos adaptarlo; los factores van a estar en diferentes condiciones y en diferentes formas y sentidos pero al final ¿cuál es el factor más importante y el que define todos, incluso los demás?: nosotros mismos.
La excusa es cómoda, de pronto pareciera sana para decir qué hay cosas en nosotros que podemos cambiar; pero que dependen de los demás, de lo demás y de lo otro. Hacernos responsables de nuestro pensamiento es una tarea compleja, nos hace ver nuestras debilidades; nuestros profundos egos; nos hace ver al final, cuáles son aquellos miedos que tenemos a ver realmente qué es lo que existe.
Enfrentarnos de pronto, a hacer una pausa, es darnos cuenta qué hay, qué no hay, que falta mucho por hacer, sí, pero ¿cuales son nuestras verdaderas fortalezas en el ahora?; no los factores; en nosotros, reconocernos y reconocerse en un medio en donde al final van a seguir construyendo de lo que hay a su alrededor; pero que no hay un factor más determinante que aquel que tenga voluntad para continuar y ese, son: ustedes mismos.
Estaré trabajando con todos ustedes.
Hasta otro instante y recuerden que el instante no se puede cuantificar, por lo tanto sin observar en que momento de la realidad, por siempre ahí, disfrutando la eternidad.
Mensaje canalizado por Fernanda Abundes (madreymaestro@hotmail.com) (Puebla, México. Febrero 2017)
Publicado por Geny Castell, redactora de la gran familia de la hermandadblanca.org