“El Mito de la Caverna” ¿te quedarás en la oscuridad ignorando el verdadero Conocimiento?
Platón, el gran Filósofo Griego, maestro de Aristóteles y fiel discípulo de Sócrates, además de ser un modelo fundamental en lo íntimo del Conocimiento de la filosofía occidental, también fue un narrador llamativo de mitos; en los que a través de enseñanzas prácticas y del acontecer diario, pretendía dar explicación del Ente propio de la existencia humana y divina, así mismo, de las demás esencias que manifestaban vida y Conocimiento, sea en la naturaleza o en lo grandioso del cosmos.
A la luz de su obra filosófica “El Mito de la Caverna”, tú y yo, profundizaremos sobre la gran necesidad de existir y vivir el Conocimiento y la vida en pleno, de acuerdo a los acontecimientos de la claridad del día, dejando de lado, todo abismo y vivencia creada en torno a la oscuridad. ¡No te arrepentirás de esta lectura!
“El Mito de la Caverna” ¿Cuál es la leyenda?
«Las escuelas y las universidades no pueden seguir siendo lugares en los que el Conocimiento está prohibido, ¡debemos desamarrarnos! y ayudar a desamarrar a todos aquellos que no quieran avanzar hacia la realidad, hacia el Conocimiento»
Si ya conoces el maravilloso escrito Platónico de “El Mito de la Caverna”, ¡eres genial!; si aún no lo conoces, ¡no te preocupes! Te lo contaré. Trataré de ser fiel al acontecer expresado aquel día por nuestro maestro de anchas espaldas. Recuerda que, al parecer, Platón tenía una espalda bastante ancha, de ahí su apodo. En consonancia a la tradición escrita, su verdadero nombre era Aristocles.
¡Iniciemos! Imagínate una caverna en lo profundo de la tierra. Allí, los prisioneros están sentados dando sus espaldas a la entrada, y sus rostros están en contra de la pared. Si les miras las manos y las piernas, todos ellos, están atados con cadenas, lo que dificulta que puedan moverse. Es así, que sólo pueden observar hacía la pared del fondo.
Su relato indica, que de la caverna hacía el exterior, hacía afuera, nace un camino en pendiente, sin embargo, este es áspero. Debido a que los presos de la caverna no pueden ver este camino, para ellos, la luz natural no existe, motivo por el cual, es necesario que se disponga de un buen fuego.
Entre los prisioneros y el fuego existe una pared. Luego dice, que en la mitad del fuego y de la pared desfilan algunos hombres que están siendo portadores de algunos objetos. Asegura que estos objetos hacen proyección de sombras en la pared de la cueva; sombras que son lo único que pueden observar los presos. Además, se originan ecos, lo que para los cautivos son palabras de las personas que pasan.
Con la utilización de los recursos que poseía a la mano, uno de los prisioneros logra desatarse y liberarse, pero al salir de la caverna, queda totalmente desorientado por los destellos de la luz del sol, tampoco logra diferenciar entre lo verdadero y lo que entendía por verdadero. Mediante el razonamiento, logra distinguir entre su idea primigenia de las cosas y lo que verdaderamente son las cosas.
¿Hasta el momento he sido claro? ¡Espero que sí!
Al final de esta leyenda, Platón hace una “analogía metafórica”. Asegura que los cautivos que están atados, son la representación de todos aquellos humanos que se hallan en estado de ignorancia. Las sombras que se proyectan, hacen relación a las apariencias, el mundo sensible, lo que tú y yo creemos que son. Al salir fuera de la caverna, nos encontramos con la luz del sol, éste es el conocimiento verdadero. Ahora ¿Quién es el sabio, el filósofo o el que debe guiar a los que no conocen y están en la ignorancia? Esta es la tarea del prisionero que fue liberado. Concluye que, esencialmente, el filósofo ha de guiar a los ignorantes hacía el conocimiento auténtico a través de la razón.
¿Cómo te pareció? ¡Es un espectáculo! ¿Cierto?
Ahora, progresemos en la discusión y pregúntate antes de continuar ¿te quedarás en la oscuridad viendo vestigios e ignorando la real y verdadera luz? ¿Quieres trascender al verdadero Conocimiento?
“Parteros de almas”: auténticos portadores de Conocimiento
«Te invito para que sigas investigando, preguntándote, no te quedes viendo sólo pedazos sin forma de la realidad, el Conocimiento que adquieres ha de ser el real ¡No lo olvides!»
“El Mito de la Caverna” actualmente es completamente vivo, tan enérgico y activo está, que, hasta nuestros Planteles Educativos, pensaría yo, que, a nivel mundial, están estableciendo, precisamente todo lo contrario a lo que el maestro Platón invitaba a que se cometiera con el Conocimiento a través de la Razón.
Te invito para que eches un vistazo en el rol que juegan las escuelas y universidades donde están formándose, adquiriendo Conocimiento nuestros hijos, hermanos, amigos, padres, en fin, todas las personas. ¿Algo llega a tu mente? ¿Algo es común? ¡Sí! Lastimosamente, la gran mayoría de ellas son cavernas. Son el lugar de reclusión en el que intentan mostrar la realidad a todos sus alumnos a través de sombras.
¿Ves? Lamentoso que el Conocimiento que se esté entregando a todos los discípulos de estos centros de formación, sean experiencias que abriguen ideas vagas de lo que efectivamente es la realidad. ¡Siguen en la oscuridad, sólo ven vestigios! Las escuelas y las universidades no pueden seguir siendo lugares en los que el Conocimiento está prohibido, ¡debemos desamarrarnos! y ayudar a desamarrar a todos aquellos que no quieran avanzar hacia la realidad, la luz, hacia el Conocimiento.
¿Sabes quiénes eran los “Parteros de almas” según Platón? Básicamente, aquella persona que ayude a nacer en los hombres el pensamiento, que su alma pueda engendrar Conocimiento. ¿Te imaginas que distinto fuera, si los ideales del maestro se cumplieran en todos los Planteles Educativos? El Conocimiento es primicia, es alegría, es noticia, te hace sabio, te hace filósofo, te da sensaciones de placer, te forma en la sinceridad y certeza, te brinda felicidad y pasión, te forma en humanidad, te brinda herramientas políticas reales de intervención, no de politiquería, eso es otra realidad que nació en los actuales gobiernos.
El filósofo Argentino Pablo Feinmann en su programa “filosofía aquí y ahora”, asegura que, para el común de los mortales de la actualidad, es demasiado difícil romper con las cadenas que los atan y les imposibilitan a dirigirse y acercarse al real y verdadero “Conocimiento”, y por tanto continuar “razonando” mediocremente sobre hechos y situaciones distantes de la real y verdadera realidad.
Piensa en lo que pasa cuando observas televisión, a manera de ejemplo repasa un noticiero, recordando que lo que van a transmitir se hace bajo el principio de buena fe.
En frente a tus ojos lo que observas es sombras, imágenes y sonidos más nítidos que en “El Mito de la Caverna”, en el que eres conducido por una cueva de virtualidad sin límite entre lo real, lo verdadero y la imaginación sorprendente de los laberintos de las novelas, envidias, odios, peleas, rezos, deportes, nalgas inmensas y prodigiosas, operaciones financieras, políticos explicando lo que ni ellos saben, desempleo, comunidad gay, entre otras muchas vivencias. Aquí, ni el gran padre de la Filosofía Moderna René Descartes tiene respiración, todo porque el mundo está existiendo sólo en todos aquellos prisioneros modernos, aquellos que desconfían de la duda y sólo se complacen con los sentidos. Ni siquiera se preguntan sobre la verdad de los acontecimientos, cómo pasaron, quién tiene la razón, y por qué y para qué.
¿Te quieres quedar en la oscuridad viendo sólo sombras ignorando la realidad de la luz, el Conocimiento? ¡Piénsalo bien!
Como siempre te lo digo, mucho que decir, estos temas están cargados de estupenda pasión, pero las palabras van llenando espacio que es limitado. Te invito para que sigas investigando, preguntándote, no te quedes viendo sólo pedazos sin forma de la realidad, cuestiónate, el Conocimiento que adquieres ha de ser el real ¡No lo olvides!
Te lo pregunto nuevamente en relación a “El Mito de la Caverna” ¿te quedarás en la oscuridad ignorando el verdadero Conocimiento?
«¿Sabes quiénes eran los “Parteros de almas” según Platón? Básicamente, aquella persona que ayude a nacer en los hombres el pensamiento, que su alma pueda engendrar Conocimiento»
Autor: William Hernán Estrada Pérez, Redactor en la Gran Familia de hermandadblanca.org
