Muriel nos manda un mensaje: Haz el amor y no hagas la guerra

Nosotros existimos en una hermosa danza que se encuentra vibrando en todo el planeta Tierra. Somos quienes nos sentimos atraídos por las demás personas y también por las circunstancias en la que tu energía está escuchando. Nuestra energía trata de todo aquello en lo que pensamos, sentimos y creemos de una manera consciente e inconsciente y es que nos sentimos atraídos por todas las cosas que somos capaces de amar y en menor grado, por las cosas a las que le tenemos miedo. Somos personas que nos sentimos atraídos porque es así como lo deseamos y estamos encadenados de una manera enérgica con todas las cosas que odiamos. Todos nos sentimos atraídos porque es así como lo esperamos, y estamos atados a todo lo que creemos.

Miles de millones de personas son capaces de ayudar y ayudan tranquilamente a otras personas, abrazan a todos sus seres queridos, pueden salvar animales y brindarles cuidados a los ancianos. El amor se puede encontrar en la risa de los niños, en la tranquilidad de los que están en silencio que pueden darle gracias a la vida, en la apreciación de la naturaleza y también en las meditaciones que son silenciosas.   El amor existe en los corazones de aquellas personas que son capaces de escuchar con mucha paciencia a los demás o de aquellas que esperan con mucha paciencia en la fila.

El amor existe en aquellas personas que son capaces de expresar arte y también en aquellas que son capaces de crear tecnologías para brindar ayuda y para poder ayudar a la raza humana. El amor, mis queridos amigos, se encuentra en todos los rincones ¡y una maravillosa noticia es que se está expandiendo!

Puede existir amor que intenta surgir bajo los sentimientos de ira que tenemos, de la tristeza y también del dolor. Cuando nos encontramos en todos estos espacios, es cuando más necesitamos de la propia ternura que tenemos, del amor y también de la compasión. Puede existir amor incluso en las almas que son más fanáticas, las más prejuiciosas y también en las que son más odiosas. De hecho, que perturban los actos más malvados en el planeta tierra se encuentran en una profunda tristeza, por lo que son personas que necesitan de las oraciones.

Estas personas necesitan que nosotros susurremos en la intimidad de su mente y de su corazón y que le digamos a sus almas, “vosotros sois personas amadas. Te olvidaste. Quieres amar. Te olvidaste. Eres el amo…” Esas son las palabras que tenemos que murmurar.

¿Qué es lo que estamos concentrando en los amigos que más queremos? Porque es con su atención que nosotros capaces de cambiar el mundo. ¿Queremos poder insistir en el amor en el mundo y en el amor que se encuentra enterrado en lo más profundo de las personas que están heridas? ¿Queremos concentrarnos en poder celebrar a aquellas personas que son capaces de practicar el amor y de poder orar las personas que no son capaces de hacerlo? ¿O caeremos en el sentimiento de odio, en el miedo y la desesperación?   Somos capaces de elegir, como dice un viejo lema, en tu tierra, en cada respiro, «hacer el amor, no la guerra», y con su elección colectiva, el mundo responderá.

AUTORA: Lurdes Sarmiento redactora en la gran familia de hermandadblanca.org