Niños y padres atentos y relajados con mindfullness
Nos ha tocado vivir en tiempos de alta exigencia y de procesos rápidos. Para equilibrarnos necesitamos tranquilidad, tomar consciencia del presente sin juzgar, ignorar las cosas, o dejarse arrastrar por todo el ajetreo de cada día. El mindfullness nos puede ayudar.
Eline Snel, terapeuta holandesa ha desarrollado un método de meditación específico para los niños. Fundadora de la Academia Holandesa para la Enseñanza de la Atención Plena, imparte cursos de capacitación para maestros, psicólogos, padres y niños. Eline nos presenta en su libro “Tranquilos y atentos como una rana” de laEditorial Kairos, unas reflexiones, historias y ejercicios simples y breves para que niños de 5 a 12 años pueden practicar a dirario acompañados de sus padres. El libro va acompañado de un CD con meditaciones guiadas. Y cada capítulo contine también una serie de consejos prácticos para realizar entre tus tareas cotidianas, lavando platos, cuando vas de compras, mientras comes o justo despues de comer, etc.
“No hay ninguna receta milagrosa para ser una progenitor plenamente consciente. Evidentemente, desde tiempos remotos los seres humanos conocemos los ingredientes para ser apreciados y para amar. Los más conocidos son la amabilidad, la comprensión, la obertura y la aceptación, El contacto es otro de ellos, por ejemplo una caricia en la cabeza.” (entrevista a Eline en Sloyu)
El mindfullness es la aptitud de la mente para prestar atención a lo que hay, aqui y ahora, estando totalmente conscientes de cada momento que vivimos.
La infancia és sabia en inteligencia intuitiva, son maestros en vivir el presente intensamente. Al ir creciendo y hacernos mayores, aprendemos a anticipar las cosas, a volver al pasado. Es en la infancia que tenemos la capacidad innata del mindfullness y , ¿no será más simple y lógico ayudarles a preservar y cultivar este valor maravilloso?
Eline explica el mindfullness usando la metáfora de la rana. “Para aprender a concentrarte en tu respiración, puedes contemplar una rana en la orilla de un estanque. Está completamente quieta. Su estómago se hincha y se deshincha con cada respiración. Puedes verlo fácilmente. Así que una rana es muy buena sentándose completamente quieta y concentrándose. Solo cuando hay un peligro, la rana salta lejos. Pero mientras eso no sucede no hace nada. Nada más que estar sentada y contemplar lo que está pasando. Puedes aprender de la rana a sentarte tranquilamente y contemplar. Y quien sabe, quizás un día se convierta en un príncipe.”
El mindfullness nos regala La simplicidad. Ser consciente una y otra vez de que siempre existe la posibilidad de prestar atención a la respiración y encontrar en esta vida agitada un lugar donde siempre hay paz. Y el profundo efecto de acompañamiento que produce la compasión. Al estar yo misma “en casa”, puedo ofrecer un cálido lugar para otros.
El hogar cálido interior lo encontramos al estar relajados y en paz con nosotros mismos. Eline nos ayuda a identificar tres cualidades básicas que resultan relajantes para la -a menudo- ardua labor de ser padres: aceptación, presencia y comprensión. Aceptar como somos en realidad, como son nuestros hijos y no como esperamos ser o que sean. Sin juicio, las cosas son como son, molestas, agradables o un poco más neutrales. Estar presente, sin necesidad de acción, tan solo estar, de forma abierta, reposada. Comprension de que tú y tus hijos no sois enemigos. Tú y tus hijos podeis ser auténticos. Y sobretodo entender que también el amor incondicional conoce sus altibajos.
El mindfullness no enseña a ser mejor persona. Te dice que ya lo eres. Te ayuda a conocer tus aspectos buenos y no tan buenos. Te ayuda a aceptarte tal y como eres. Así lo afirma Eline. Esta técnica enseña a los niños a respetarse, concentrarse, gestionar las emociones, autoconfianza i mejorar su autoestima .
Gracias por abrirnos este camino para poder ir por la vida con mucha atención, más tranquilidad y mucha más confianza en nosotros.
