Plenilunio de Aries: "La Resurrección de la unidad divina primordial"

Publicado por Anabel.C.Huertas

El gran Festival Mayor de Aries, que inicia este radiante nuevo camino hacia la revelación de la Verdad del hombre y el universo, nos conduce  entre el vertiginoso bucle de la espiral ascendente, isuflándonos la poderosa energía del Comienzo, de la Manifestación profunda que es llamada a exteriorizarse durante este nuevo ciclo de auto-conciencia divina.

Aries gran transmisor del Fuego eléctrico desde donde la Unidad Divina Primordial expresada desde Sirius llega a nosotros con una gran fuerza transformadora, fecunda la substancia cósmica y su reflejo humano, produciendo la gran activación de la Madre-Materia, su restauración, su elevación y retorno al origen verdadero y sagrado de su naturaleza.

Tras las sendas recorridas con anterioridad por peregrinos y buscadores de la verdad, todos los planos de la materia iluminados por el gran momento de exteriorización crística del hombre, (la gran fecundación cósmico-divina que fue iniciada con la apertura de los portales del despertar 11-11), el caos, el desorden, la incercia en la que la substancia creadora había estado enraizada es repolarizada por este gran fuego eléctrico vertido desde el centro de la galaxia, imprimiendo sobre ella el modelo, el ritmo, los arquetipos pre-existentes a las edades y espacios, reactivando su matriz original, su vientre divino, donde la “materia” es consagrada a su principio vital y organizado: “la conciencia absoluta”.

Aries, brazo de la cruz cardinal, difractor del principio masculino del poderoso rayo Voluntad-Poder penetra en la Madre y su espacio infinito proyectando el principio de lo absoluto, lo eterno y lo inmanifestado sobre su “caliz” restaurado, sobre el grial de la vida, que ha de contener y exteriorizar de forma objetiva, el origen y causas, los impulsos fundamentales, la naturaleza del Ser y todas las entidades que están construyendo su “hogar” en esta nueva edad dorada de Gaia.

Nos dice el Maestro Djwhal Khul:

“Aries es el signo zodiacal por lo cual el Primer Rayo, la Voluntad y Poder, llega a nuestra idea planetaria”

Las tres cruces  zodiacales mayores

Hay tres cruces zodiacales mayores, la Cruz Cardinal, la Cruz Mutable y la Cruz Fija.

La Cruz Cardinal

Expresa el Poder y la Voluntad del primer aspecto de la Tríada Espiritual Cósmica, el aspecto masculino divino, el Padre, “La Voluntad de Encarnar”.

La Cruz  Mutable

Expresa la Luz de la Inteligencia Activa, el tercer aspecto de la Tríada Espiritual Cósmica, el aspecto feminino divino, la Madre, “La creadora de la Sustancia de la Materia”. Los Devas y Mahadevas a Su servicio, densifican esta Sustancia en formas materiales y las sensibilizan para que se cumpliese la gran Sinfonía Cósmica, manifestación divina de la Partitura del Padre inspirada por Su Voluntad de Encarnar el tema del Amor divino.

La Cruz Fija

Expresa el Segundo Aspecto de la Tríada Espiritual, “la Energía de Amor”, el poder masculino-feminino divino fusionandose en el Hijo, llamado Mónada o Cristo. Él es la encarnación de la relación intensa y fusion de la Voluntad del Padre y de  la Luz de la Madre. Lo es majestuosamente bajo el impulso de la Energía divina de Amor, enducido con abundancia desde la estrella binaria Sirio. Es sercano el momento que el Amor del Hijo expresare esta Fusión divina con magnificiencia en toda la Raza de los Humanos. Ya, lo realizó una primera vez individualmente, hacia más de 2.000 años. Tomó posesión de la Personalidad de Jesús de Galilea para que revelara el “Dios de Amor” inmanente en él, igual que en cada ser humano. Este evento cósmico lo inició  el  Fuego de la Vida misma, el Fuego de Aries. Así, por primera vez como individuo humano, el Cristo en Jesús manifestó con gloria la “Voluntad del Padre de encarnar Su Amor divino”. Se sacrificó conscientement en la Cruz Fija, la Cruz del Amor, para que Su resurrección desvelara y despertara en cada ser humano la “conciencia de ser un Hombre-Dios de Amor”, irradiando su Divinia inmortalidad desde dentro hacia fuera. ” William Van Marsenille.

El plenilunio de Aries o Festival de Pascua, viene acompañado de un eclipse total de Luna acercándonos a la idea del gran tiempo materializador que vivimos, de la gran Manifestación que va a comenzar a llevarse a cabo con la fuerza de la gran cruz cósmica del 21 de abril, que llega a su esplendor, tras marcarnos el “inicio de los acontecimientos” durante la “Espada de Dios” el 21/5/2011.

Este gran encuentro jerarquíco del plenilunio nos prepara para innagurar la actividad verdadera, suponiendo un gran factor de influencia en el plano mental desde donde “surjo y gobierno” una vez la “muerte” que precede a la resurrección ha sido llevada a cabo.

Nos dicen los antiguos textos: “Cuando Cristo armonizó la voluntad divina en él, murió y  el velo del templo se rasgó en dos de arriba a bajo”.

El eclipse total de luna, nos habla de la personalidad, de esa fuerza inercial y motriz, de esa sombra o vientre de la existencia donde la vida se manifiesta, donde el Uno al descender a la propia experiencia entra en la actividad relativa, dual de si mismo, en su nivel activo-receptivo, masculino-femenino, espiritual-material.

El vientre, la raiz primegenia entregada al principio activo que la fecunda produce la “boda en los cielos”, el Amor-Sabiduría, la auto-conciencia del Ser, nacido como tercer factor de la relación entre ambos principios, revelando el potencial nivel divino del hombre, su nivel físico y temporal y de cuya relación nace el nivel espiritual o consciente-divino, el Logos, el Verbo encarnado, el Cristo o la “Luz del Mundo”.

Durante este periodo nos entregamos como la luna que se oculta en el eclipse a la muerte de todas las negaciones de este tiempo. La mente intuitiva, gran salto evolutivo del hombre en este tiempo, abandona sus creencias y falsas percepciones tomando el impulso de renacer, de empezar, de crear, nuevos viajes y estados del Ser, que conduzcan a las miríadas de vidas de la existencia a sus verdaderas cualidades substanciales, al conocimiento interno que camina desde la noche profunda cósmica hacia la nueva Luz del Mundo.

En este festival de Pascua la gran liberación está altamente representada por la historia del Cristo encarnado.

“Desde el comienzo de la humanidad, la Cruz o el hombre con los brazos extendidos horizontalmente (la Cruz Fija tipificando su origen cósmico) fue vinculada con su naturaleza psíquica y con las luchas que conducen a la iniciación” La Doctrina Secreta.

Así, la fresca y novedosa actividad, los nuevos caminos, la materialización de una nueva era dorada del hombre, se convierte en una ancestral iniciación galáctica, en un primordial movimiento reconstructor y reconductor de la mente, en un acto de intuición del Alma, dirigido directamente a la personalidad que va a morir al caos y a renacer en su virginidad, que va a caminar desde sus limitadas formas hasta el orden y las leyes perfectas de su verdadera naturaleza divina, ilimitada, omnipresente y omniabarcante.

“La voluntad que conquista la muerte es una emanación del plano mental”. A.A.B.

Así durante la muerte y resurrección de Aries el pensamiento divino es vertido sobre la substancia cósmica, la muerte es unificada y sintetizada a la vida que es inherente a ella produciendo la resurrección, la repolarización, el gran principio unitario y sintetizador de este nuestro sistema de Amor-Sabiduría, donde la Unidad divina Primordial Espíritu-Materia cumple su supremo acto de amor dando nacimiento a la auto-conciencia divina.

Padre-Madre-Hijo (Luz del Mundo). Mente divina (arquetipo potencial),Materia (virginidad hipersensitiva), e Hijo (puente de energía dinámica capaz de hacer que el pensamiento divino se imprima en toda la substancia cósmica) reciben el gran fuego cósmico durante este periodo, resucitando el principio viviente y existencial del ser humano, para iniciar su gloriosa actividad co-creadora, para convocarlo a través de la propia experimentación del latido cósmico en sus triplicidades y cuartenario a caminar, desde la profunda noche cósmica hacia su potencial papel, de Luz del Mundo.

La alquimia, la magia viviente de la vida, debe ser convocada desde del mismo centro de cada ser y la conquista de la muerte llevada al Servicio de este tiempo excepcional que comienza a ser comanandado por el Verdadero Amor, y la co-creación conjunta entre jerarquías que unión,meditación y servicio, exteriorizan este radiante tiempo de Acuario.

La bendición de Cristo

En 1945,  el día de Pascua, al escribir a cerca de la resurrección, el Maestro Djwhal Khul explicó:

“De pie, en un lugar en el punto central de Asia, lejos de la muchedumbre y del impacto de los asuntos humanos, el Cristo bendecirá el mundo en el momento exacto de la luna llena de Aries. Repetirá las ultimas palabras de Buddha y las Bienaventuranzas que Él pronunció en Palestina. A estos dos mensajes añadirá uno nuevo, imbuido de poder por el futuro”

Este nuevo mensaje, imbuido de poder por el futuro, fue regalado a la humanidad en el año 1947. Se trata de la GRAN INVOCACIÓN, el día de hoy practicada  con fervor por  miliones de  seres  humanos.

Por la práctica de la Gran Invocación durante el mes de Aries, el meditador concentrado en su “Punto Medio”, centro focal ardiente de su cerebro, abre su Portal cósmico personal. Puede entonces captar el Fuego eléctrico de Aries y encender su corazón, que reflejará con refulgencia la Luz dorada  de Amor y Vida, la radiación misma de la Jerarquía espiritual. William Van Marsenille.

Bendita la danza de Visionarios y sus Almas.

¡Feliz plenilunio, Felices Pascuas!.

Anabel.C.Huertas y William Van Marsenille.

Imagen: El hombre cósmico, la danza de la luz. Ludger Philips para Círculo de Buena Voluntad.

Plenilunio de Aries: «La Resurrección de la unidad divina primordial»