El presente, desarrollo y canon vigente
El presente.
Como habrán escuchado, el Canon vigente dice que el proceso de DESARROLLO es aquel que viven los pueblos en su transformación desde Industrializados a Urbanizados, Democráticos y Capitalistas. No necesariamente en ese orden.
Y puede ser en parte cierto. Pero en escala cósmica es algo mas que eso.
Sin embargo, y aun sabiendo que es “algo mas que eso”, la mirada seguirá enfocada en nuestra pobre escala de amebas sin dejar de rozar fugazmente lo cósmico-trascendente – que está siempre presente, como ruido de fondo, en esta miope mirada.
Así entonces, un análisis empírico (con nuestro conocimiento actual y tecnología) nos lleva fácilmente a pensar (a partir de la relación entre población, recursos y medio ambiente), que los límites naturales están siendo (aparentemente) superados. La cuesta abajo, entonces, sería inevitable.
La cuestión es cómo van a configurarse en ese contexto el cambio y la organización social. Como ocurrió en los inicios de la era moderna, el comienzo del siglo XXI es pródigo en visiones utópicas. Faltan, en cambio, teorías sociológicas adecuadas.
Conceptos como decrecimiento, colapso o regresivo, entre otros, comenzarán gradualmente a tomar acepciones positivas, en un futuro cercano, pues el mundo deberá, necesariamente, moverse por debajo de la capacidad de carga planetaria.
Huella Ecológica
Hoy se maneja el concepto de Huella Ecológica para poder medir la cantidad de recursos planetarios que utilizamos como humanidad durante un año calendario. Se dice que cuando la Huella Ecológica es igual a una unidad, Huella Ecologica = 1, entonces hemos utilizado ya recursos equivalentes a un Planeta Tierra.
Este año 2016, el hermoso planeta que nos acoge alcanzó el día 8 de Agosto la condición de «sobregiro ecológico» , es decir, el momento en que la capacidad biológica para regenerar los recursos en forma renovable y absorber los diferentes desechos no alcanza a ser realizado en un año completo.
La fecha es estimada cada año por la Red Global de la Huella Ecológica (Global Footprint Network, GFN) y se denomina tristemente como el día del sobregiro de la Tierra. El año 2015, el planeta alcanzó esta condición el 13 de agosto. Esto significa que las reservas de recursos de la Tierra se agotaron cinco días antes que el año pasado.
Un buen punto de partida y mas información para quienes deseen profundizar en el siguiente link:
Hoy vivimos en Huella Ecológica 1,3 lo que significa que estamos un 30% excedidos … y los excesos todos sabemos como terminan. Aquellos que no lo sepan intuyo sospechan no traen nada bueno.
La senda perdida.
Esta huella ecológica (recuerdan?, el exceso? 1,3?) es el resultado de nuestro DESARROLLO actual, que en la escala de eones es una miga de pan al viento, pero frente a nuestra efímera existencia son algunos millones de años para resumir la ardua lucha que ha sido pararse mirando al frente, y en colores, con 1500 gramos de masa cerebral y un Hipotálamo hipersensible hecho especialmente para la novedad en todo.
En esa sensibilidad que tenían los protohumanos es que descansa nuestra existencia actual. Si no hubiésemos comenzado a ayudar libre y generosamente a los desvalidos jamás hubiéramos comenzado el abandono del reino animal (en nuestra mente, porque en lo físico, ojo, no lo hemos dejado atrás, para nada).
Como sea, lo importante es reconocer que esta aventura de crecimiento fue emprendida con amor. Toda energía disponible era compartida generosamente, tanto que nos ha catapultado desde las mitológicas eras de una lucha compartida a las puertas de un nuevo mundo aun mejor (si logramos retomar la senda).
Encrucijada neolítica
En algún momento perdimos la senda. Creo que a comienzos del Neolítico, que aun cuando nos hace pensar en un mundo fiero, violento, es también uno igualitario y de respeto. Sentido de comunidad verdadera, comprometida. Pocos líderes y mucho trabajo compartido por todos y para todos.
Me atrevo a decir que el encuentro entre pocos era empático y exento de amenaza. Muy probablemente si un clan presenciaba el ingreso a su territorio de grupos grandes de extranjeros es natural esperar respuestas violentas, pero seguro el encuentro entre pocos era con respeto y mucha curiosidad esperando el intercambio de nuevas ideas, manufacturas o información valiosa que solo la experiencia ajena podía dar.
En el intertanto, digamos desde hace unos 4000 o 5000 años que ya no compartimos de manera generosa. El establecimiento de extensas rutas comerciales dio paso a la creación de imperios, proveedores de seguridad y capacidad de recaudar tributos. Desde entonces la división del trabajo, y sociedad, es mas o menos igual a como lo conocemos hoy; una pequeña capa de privilegiados que acapara casi todo para si y una gran masa de personas que logra para ellos lo que queda. Esos felices días de fines del mesolítico y comienzos del neolítico dieron paso al mundo como lo conocemos. Es un traspié? O no alcanzamos a dimensionar el poderoso avance hacia el bien?
…y es todo por falta de amor, así de simple.
un nuevo camino
Hoy parecemos notar abiertamente un descontento por el abuso y los desequilibrios en el reparto de energía (en su forma de dinero en esta era) pero tal vez, como nos dice el conocimiento hermético, todo avanza sobre lo mejor de lo ya hecho. En ese sentido tal vez la tecnología y nuestro mundo urbano e industrial no está fuera de lugar, el tema de fondo es cómo hacemos ese mundo sin dañar al planeta ni a nuestros descendientes?
Si a todo lo anterior le sumamos que estamos en una era de cambio energético, tanto en lo concreto como en lo espiritual, no es coincidencia que debamos vernos obligados a modificar nuestro aprovechamiento energético (de fósil o en base de carbono a fuentes renovables).
Tal aprovechamiento energético, con el cual a lo largo de la historia hemos transformado la cultura hasta ésta que exhibimos hoy pero que necesariamente deberemos abandonar, queramos o no.
¿Como será el mundo?
Claramente la globalización comienza a buscar caminos de equilibrio económico….hacia abajo….Sin querer ser catastrófico es claro que estamos finalmente en eras de cambio.
Cómo será el mundo? no muy distinto al que conocemos…pero mas caro, segregado, y cada vez más difícil hasta que no modifiquemos profundamente el sistema y sus bases conceptuales: abuso y explotación, falta de respeto y violencia con nuestro entorno, naturaleza y seres semejantes.
Se dice que pasarán algunas décadas antes que esto sea evidente y algunas más para que sea mundialmente aceptado que ya estamos transitando a algo nuevo, a otra forma de “hacer mundo”.
De lo más grande, rápido y centralizado a lo más pequeño, lento y localizado. De la competencia a la cooperación. Del crecimiento ilimitado al autoconocimiento y verdadera unión planetaria en y con nuestro planeta Tierra.
Mucho de lo que discutimos deberá ser resuelto, no hoy, no en este siglo, pero ya debemos comenzar a soñar con utopías que requieren de ideas nuevas para ir preparando los próximos 500 años.
Es vox populi que ya no sirven las mismas recetas de capitalismo keynesiano, ni tampoco «los mantras cosméticos del desarrollo sostenible o el incienso de tecnologías eco amigables” ni mucho menos una supuesta economía verde.
Lo dicen escritores, científicos, periodistas, intelectuales, artistas, profesores, los movimientos sociales. No tanto los partidos políticos, gremios ó sindicatos y solo será posible con cambios radicales en nuestros modos de vida. Cambio memético radical.
Aun cuando necesitaremos para ello toda la imaginación política, generosidad moral y creatividad técnica que logremos desplegar es claro que sin una revolución espiritual que envuelva otra mente (nueva visión) y un nuevo corazón (nueva sensibilidad) en vano buscaremos soluciones meramente científicas y técnicas.
Es el momento de cerrar finalmente la cuestión de si competimos o compartimos los recursos planetarios necesarios para dar sustento a nuestras necesidades vitales y cómo ellas impactan el delicado equilibrio dinámico de los recursos planetarios y nuestra existencia.
Retomemos la senda perdida. Dónde estábamos? recogiendo al caído.