¿Qué es el Karma Inamovible?

Es interesante analizar el tema del Karma inamovible pues a simple vista parece no tener congruencia con la definición más básica de lo que es el karma en la que lo entendemos como  Acción.

Y entonces ¿ cómo puede existir un Karma que no haga referencia directa a la acción?…. pues es básicamente porque se refiere a estados de conciencia que no están influenciados por el exterior y por nuestras emociones ó sentimientos, es acción en el sentido de que estamos generando estados de conciencia constructivos ausentes de emociones perturbadoras.

Generamos Karma Inamovible cuando estamos por ejemplo en estados profundos y atentos de Samadhi (Meditación). Aplica tanto a la atención unipuntual como a la analítica, tomando en cuenta que para llegar a la meditación del análisis debemos haber cultivado previamente una atención concentrada y sostenida. Al meditar de manera profunda debemos experimentar tranquilidad y estabilidad interna.

Es importante tener claro que este tipo de Karma surge cuando existe en nosotros un estado mental ausente de aflicciones o emociones no constructivas. Si en nuestra meditación notamos mucho dialogo interior o somnolencia no estamos generando Karma Inamovible.

De igual manera si meditamos con pensamientos de resentimiento, agresión, deseo, orgullo y avaricia no podemos generar Karma Inamovible pues estamos sumergidos en emociones que no permiten la concentración profunda y sostenida.

Por el contrario, si al meditar notamos que estamos en un estado estable, tranquilo, consciente, luminoso y atento, sin somnolencia ó dialogo interno estamos generando Karma Inamovible.

Si analizamos un poco, para acceder a estos estados meditativos necesitamos de mucha práctica y disciplina, además de que como un plus estaremos generando mérito positivo.

De alguna manera es interesante notar que cuando estamos en estados meditativos más estables, ya no existe la preocupación del estar generando mérito, estamos de alguna manera en el momento presente, descansando en la naturaleza de la mente que es, por así decirlo, transparente y no aflictiva.

El efecto de la meditación profunda es enorme, genera en los practicantes estados de conciencia pacíficos, nos permite permanecer con atención en todo lo que acontece en nuestra vida diaria y en el sueño para los que practican en este estado también.

En el fondo podemos aprender a ser mejores seres humanos y debilitar en el camino nuestra importancia personal al comprender que no hay nada que perseguir, ni entender, solamente debemos descansar en la naturaleza estable y compasiva de la mente. A esto también se le conoce como permanecer en el instante fresco de la mente.

Por supuesto que esto no se logra con unos cuantos días de práctica, de hecho debemos dedicarle algunos años, con la garantía de que será una de las mejores inversiones que podemos efectuar de nuestro tiempo y energía.

Si de alguna manera meditamos pensando “ Debo generar Karma Inamovible ” estamos cayendo en una trampa, pues recordemos que la meditación profunda no es conceptual, no requiere de instrucciones ni tampoco de un control rígido, simplemente fluye de lo profundo de nuestra mente y corazón.

En el orden habitual en el que se enseña el proceso de meditación es:

1. Shamatha (Atención Unipuntual y sostenida)
2. Vypashana ( Análisis Introspectivo)
3. Tantra (Yoga del Gurú y Deidades)

En éste orden es como debemos avanzar, no podemos arribar a las visualizaciones de la Yoga del Mentor sin haber adquirido eficiencia en la atención sostenida y en la introspectiva.

 El mundo de la meditación es muy enriquecedor tiene impacto en todas las áreas de nuestra vida, en la emocional, en la mental y en la espiritual. El tiempo invertido en nuestro desarrollo interior es invaluable no dejemos pasar esta gran oportunidad de crecer y como un plus generar  mérito positivo o karma inamovible.

AUTOR: Pilar Vázquez, colaborador de la gran familia de la Hermandad Blanca