¿Qué es la Terapia Láser?
La terapia láser es un tratamiento alternativo que consiste en dirigir un rayo de luz electromagnética hacia una zona en particular del cuerpo con fines terapéuticos.
Esta es una técnica totalmente inocua para la piel, pues no resulta incómoda su aplicación ni provoca ningún efecto secundario.
La aplicación de la terapia de láser proporciona diversos beneficios en el alivio del dolor, la reducción de la inflamación y una mejora de la salud en general.
¿En qué consiste la Terapia Láser?
La terapia láser favorece los intercambios electrolíticos entre la célula y el medio ambiente externo a través de la membrana celular, pues el haz de luz láser actúa directamente sobre la membrana celular y sobre las mitocondrias.
Este es un tratamiento indicado especialmente para el alivio del dolor, pues aumenta el umbral de excitación de los terminales nerviosas que transmiten las señales de dolor.
Debido al aumento de temperatura de la zona afectada, durante la aplicación de una terapia láser, aumentan las actividades metabólicas celulares y se logra una mejor vasodilatación.
La aplicación de una terapia láser reactiva la microcirculación. Es decir, aumenta el drenaje linfático y tiene una marcada acción anti-inflamatoria.
Cómo funciona la terapia láser
Por lo general, los instrumentos láser que se utilizan en las terapias tienen el tamaño de una pequeña linterna y la aplicación de su haz de luz se efectúa directamente sobre la zona afectada durante unos 40 o 50 segundos.
La duración del tiempo de la aplicación dependerá de la extensión de la zona a tratar y de la intensidad y el tipo del haz de luz que se emplee.
Los principales efectos que se consiguen mediante el empleo de la terapia láser son, en primer lugar, analgésicos, pues aumentan la capacidad de la persona para soportar el dolor.
Esta terapia tiene efectos anti-inflamatorios, pues transforma las prostaglandinas en prostaciclinas, las que aumentan la microcirculación sanguínea, favoreciendo el flujo de la sangre y descongestionando los tejidos.
La terapia láser es una práctica bioestimulante, pues gracias a la estimulación del metabolismo que provoca acelera la curación de úlceras y llagas. Además, actúa directamente en la reparación de cualquier tipo de daño muscular en donde no es posible la intervención quirúrgica.
Su aplicación tiene una gran capacidad de aliviar las contracturas, gracias al efecto térmico y al gradual aumento de los procesos metabólicos que se suceden en el organismo al aplicarse el tratamiento.
Efectos de la terapia láser
Efectos Biológicos
- Analgésico
- Anti-inflamatorio
- Anti-edematoso
- Cicatrizante
Efectos Fototérmicos
Especie de «mensaje» o energía utilizable (mW) por la célula para normalizar funciones alteradas. Es decir, un efecto fotoenergético o bioenergético.
Efectos Fotoquímicos
- Se liberan histamina, serotonina y bradicinina
- Aumenta la producción ATP intracelular
- Se estimula la síntesis de ADN, la síntesis proteica y también la enzimática
Efectos Fotoeléctricos
Se normaliza el potencial de la membrana y se incrementa el ATP producido por la célula.
Indicaciones de la terapia láser
- Capsulitis y bursitis
- Celulitis
- Desgarros tisulares
- Desgarros
- Hematomas
- Fascitis
- Fibrosis
- Procesos ulcerosos
- Procesos varicosos
- Tenosinovitis
Métodos de aplicación de la terapia láser
- Puntual: se aplica en un punto predeterminado o en los puntos clásicos de acupuntura. Se enfoca el escáner exactamente en un solo punto.
- Barrido de puntos: se aplica mediante sistemas de cañón y la ayuda de espejos.
- Barrido total de una zona: se utilizan sistemas de cañón que controlan espejos, haciendo un vaivén con un haz de luz colimado, o de rayos en paralelo.
Aplicaciones de la terapia láser
La terapia láser es recomendada especialmente para aquellos casos en los que se sufre de tendinitis o para aquellos otros en lo que hay que aliviar esguinces o contusiones.
Es indicada concretamente para la artrosis, los hematomas, las úlceras y las llagas y su objetivo no es «calentar» sino eliminar el dolor o la molestia, para de esa forma permitir que la célula recupere su equilibrio.
No se indica para los dolores a lo largo de la columna vertebral, raquialgia, y está contraindicada específicamente durante el embarazo, si se ha detectado un tumor maligno o en personas con epilepsia.
Visto en Mi Fisioterapia, por Pedro, redactor de la Hermandad Blanca
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