El quinto trabajo de Hércules: el triunfo sobre el León de la personalidad.

Conoce el león en ti. Descubre qué significa el León en el quinto Trabajo realizado por Hércules.

La historia de Hércules se ajusta al proceso del alma para que siga el camino de la Luz y se vincule con las actividades del cosmos, es uno proceso sintético. Hércules desempeño el papel del aspirante en el Sendero Discipular y los preparativos para la Iniciación. Realizó doce trabajos que simbolizan los acontecimientos de la naturaleza del discípulo y la cercana liberación. La meta de de Hércules es trabajar bajo el plan de la evolución de la humanidad, también estos trabajos desde una connotación astrológica se expresa características, poderes y dones de cada signo de zodiaco, que vence e inclina hacia el destino del héroe.

En este artículo, nos enfocaremos en el quinto trabajo que realizó Hércules, desarrollaremos el mito, mostraremos el significado del número cinco y entregaremos la lección del trabajo.

Se dice que Hércules se llamaba Alcides, pero luego de estar bajo el poder de Euribeo y obligado a obedecerlo durante doce años por orden de Zeus (Júpiter) para luego ser llevado ante los dioses. En este proceso el héroe es llamado Hércules que significa “la gloria de Hera”. Hera es la Psique que sintetiza la misión de Hércules en el plan físico y divino. Además por el hecho de haber matado a su hermano gemelo se encuentra consciente de los dos aspectos de su naturaleza. Eliminó su entidad dual, quedando un ser cuerpo-alma. Y por esa razón debe trabajar las tres partes (la mente, las emociones y el cuerpo) y estar en posesión de sus desarrollo personal.

En este artículo estudiaremos el quinto Trabajo que está bajo el signo de Leo, va a significar una prueba de coraje y su lema es “el poder atreverse”.

El Maestro guía Hércules hacia más allá del quinto Portal para que se atreva a una prueba de coraje

En la Obra de Los Trabajos de Hércules, Djwhan Khul nos cuenta los doce trabajos de Hércules, nos entrega enorme sabiduría de nuestra alma y de evolución del discípulo, el aspirante y el iniciado. En el mito del quinto Trabajo nos cuenta que Hércules le dice a su Maestro que le espera un terrible trabajo, debe agarrar las armas, el escudo y las flechas para luchar, pues sentía un fuerte coraje. Delante del quinto Portal estaba parado Hércules armado, pero se preguntaba “¿qué hago aquí?” Una llamada de profundo dolor lo impulsaba a que se arriesgue a esa prueba.

La gente de Nemea necesitaba la ayuda de Hércules para que mate al león que devasta la comarca. El Maestro le dice que vaya a buscar al león que está más allá del quinto Portal. La gente de esa región vive bajo cerrojos, no salen de casa, no pueden sembrar ni cultivar las tierras porque el león merodea, ruje y acecha a toda la gente. Hércules emprende el camino en búsqueda del león devastador de la comarca, pero antes suelta sus armas, sólo se queda con el garrote de madera que él mismo hizo, pues aquellas armas solo lo oprimen y hacen que disminuya su velocidad.

Así Hércules encontró a toda la gente de Nemea: encerrados en casas y otros afuera para darle la bienvenida, pero todos temerosos por la presencia del león y escasa protección con la cual Hércules lo enfrentaría.

Emprendió su búsqueda siguiendo las huellas del león y la voz interior. Durante días exploró el camino y siguiendo el rugido del león logró encontrarlo en la orilla de un matorral. La bestia le rigió, pero el héroe se quedó inmóvil, empuño su arco y flecha y apuntó una en dirección a su lomo, pero al lanzarla no logró atravesarlo. Lo intentó varia veces, pero falló. El león enfurecido se lanzó sobre Hércules, y éste se abalanzó salvajemente sobre aquel haciendo que retrocediese y ocultándose en los matorrales.

Hércules buscó al león por todas partes empuñando el garrote, hasta que escuchó dentro de una cueva el rugido del león. Con firmeza entró en la oscuridad de la cueva, en la cual encontró una abertura que guiaba hacia la luz. El león estaba tras suyo. Mientras se preguntaba “¿qué puedo hacer?” vio unos palos y varias ramas con las cuales cerró la abertura para que el león no escapara y se volvió hacia éste para enfrentarlo.

No utilizó otra arma que sus propias manos para agarrarlo por el cuello y ahogarlo, así logró estrangularlo acabando con la vida del León y despojándolo de su piel. Ahora la gente de Nemea podía salir de sus casas en paz y acechar sus tierras.

De esta manera, Hércules regresó triunfante con la piel del león y la colocó bajo los pies del Maestro para recibir el permiso de usarla.

Así concluye el mito del quinto trabajo que tuvo que realizar Hércules, ahora pasaremos a comentar las interpretaciones esotéricas del mito.

Ya hemos visto que el quinto trabajo de Hércules fue matar al león de Nemea y el quinto signo del zodiaco es leo, por ello su relación con el número cinco. Este trabajo es uno de los más interesantes numéricamente, porque, nos dice el Tibetano,  el número cinco está asociado con el hombre, que además de poseer cuerpo mental, emocional, vital y físico es un ser divino. En el signo de Leo el hombre llega a ser la “estrella de cinco puntas”, cuyo símbolo es la “individualización”, que se reconoce como “yo”, se transforma en un iniciado en Capricornio y se manifiesta como un hombre completo en Acuario. En Leo se produce la unión de la Madre-materia y el Padre-espíritu resultando el Alma o Yo.

El signo de Leo es uno de los cuatro brazos de la cruz del Cristo cósmico en la cual son sacrificados nuestro aspecto divino para ser subordinados a la mente Universal. La constelación de leo tiene noventa y cinco estrellas, números que expresan la iniciación (9), la perfección humana (10) y el hombre (5), esto es, es el hombre iniciado y la historia de su realización espiritual. Hércules sabe que antes de subir a la montaña en Capricornio debe asesinar a la Hidra, una constelación relacionada con el signo de Leo que significa la búsqueda del hombre a la Iniciación, pero antes debe atreverse a matar al león de su naturaleza con sus manos y así luego vencer a la Hidra de la ilusión en Escorpio.

El triunfo de Hércules es salir de la cueva para ascender a la montaña.

En este quinto trabajo el león representa la fuerza destructiva que Hércules logró matar, acorralándolo en la cueva, sin otra arma que sus manos lo estrangula. Y que nadie lo haya visto significa que es una lucha a muerte en oscuridad de sí.

Hércules, el aspirante, simboliza el rey, el gobernante, por esta razón termina usando la piel del león. Todo aspirante tiene que ser un individuo evolucionado y dominante de la Personalidad. Debido a que sus emociones están controladas por su mente poderosa, puede ser agresivo, confiado y tener una fuerza devastadora de grupos filiales. Antes debe matar lo creado, es decir, al león de su personalidad, el egoísmo y el instinto protector, y convertirla en abnegación.

El león amenaza la paz de la comarca. Así como el mundo está lleno de personalidades que no han vencido al león. Falta gente individual que emprendan el camino del servicio. El símbolo de la cueva está presenta en el nacimiento de Cristo donde logó vencer la personalidad, después sube a la montaña donde es crucificado hasta alcanzar el monte de la ascensión.

Desde una interpretación científica, Djwhal Khul nos dice que en nuestra cabeza hay una pequeña cueva, una estructura ósea que protege la glándula pituitaria. Cuando esta glándula está funcionando adecuadamente la personalidad se controla. Esta glándula es dual: posee un lóbulo frontal donde opera la mente razonadora y la otra la emoción y la imaginación. En esa cueva yace la guarida del león y allí donde Hércules debe triunfar.

De acuerdo con el mito, la cueva tiene dos aberturas, una de ellas Hércules la cierra antes de enfrentar al león, antes de que controlara a la personalidad, emociones personales y egoístas. Así que hay que salir de la cueva triunfante y vencer a esa personalidad.

Autora: Rosmery Guerrero, Redactora en la Gran Familia de hermandadblanca.org