Relación entre Pensamiento, Realidad y Lenguaje: Los actores de nuestra capacidad creativa

Lucas María

relación entre pensamiento realidad y lenguaje

«El lenguaje ha creado al hombre más que el hombre al lenguaje.»

-Jacques Monod

Vamos a hablar de un tema que encuentro apasionante: la relación entre Pensamiento, Realidad y Lenguaje.

Muchas veces hemos oído que el poder para cambiar nuestra vida está en nosotros. Una y otra vez leemos sobre el poder de la mente. Sabemos también que gran parte de lo que acontece en nuestra vida es provocado por nosotros mismos.

Al mismo tiempo leemos sobre la importancia de abandonar la posición de control sobre nuestro destino y aceptar lo que la vida tiene para nosotros. Que no podemos obligar a los eventos a acontecer. ¿Qué significado tiene todo esto?¿Cuál de las dos afirmaciones es verdad?¿Cuál está errada?

Pues bien, muchas son las corrientes que soportan tanto una como otra afirmación, con igual solidez de base. ¿Acaso es posible una comunión entre ambos conceptos?¿Podrían ambos estar operando en la realidad al mismo tiempo?

Para aquellos interesados, adjunto un apunte de la profesora Àngels Varó Pera, donde se trata en profundidad el tema.

Algo está claro, es que esta relación entre pensamiento, lenguaje y realidad es estrecha. Aunque para hacernos una idea clara de esto debemos plantearnos dónde está el límite entre cada uno.

El papel del Pensamiento: Qué es lo que ves

Cuando uno piensa en la relación entre pensamiento, realidad y lenguaje, tiene que entender que cada uno de estos ocupa un rol distinto. Pero primero y fundamental, como siempre, definir las palabras que vamos a utilizar.

Estamos de acuerdo que el pensamiento es el resultado de un proceso mental. De esta manera elaboramos los conceptos y relaciones que estructuran la experiencia.

Sabemos que un árbol es un ser vivo porque tenemos un concepto claro de árbol y entendemos que cumple con la condición de poseer vida. Ahora bien, sabemos también que hay millones de tipos de árboles, pero gracias a un proceso llamado abstracción, podemos extraer de nuestra percepción de un árbol particular una serie de características que utilizaremos para meter a todos en la misma categoría. Tronco, copa, textura: es un árbol.

Este proceso actúa también en conceptos más complejos. Categorías como bueno, malo, verdad, dios y universo también son creados a partir de este proceso.

Entonces, el proceso de abstracción es el encargado de ordenar el mundo que percibimos para que podamos acceder a su información sin mayor esfuerzo. De esa manera, nuestra conducta y experiencia de la vida se ordenará de acuerdo con estos conceptos que elaboramos con el pensamiento.

Ahora bien, si la experiencia que tenemos de la vida está estructurada por conceptos que son directa o indirectamente nuestra creación, ¿somos capaces de moldearla?

La respuesta a este interrogante está relacionada con quizás la herramienta creativa más importante del ser humano: el lenguaje.

creando nuestra realidad

El papel del Lenguaje: Cómo lo describes

Dentro de la relación entre pensamiento, realidad y lenguaje, esta es la herramienta que los une. El lenguaje no es más que las palabras con las que estructuramos nuestro discurso y nuestros pensamientos. Uno piensa con palabras, ¿no es así?

Sin embargo, esta es una herramienta mucho más compleja de lo que se esperaría a simple vista.

Cuando hablamos de lenguaje debemos entender que cada persona nace en un determinado contexto. Este se compone, a grandes rasgos, por familia, demás relaciones, lugar geográfico y tiempo histórico. Es este contexto el primer factor fundamental en la creación del lenguaje. Cada persona posee con sus particularidades fisiológicas y genéticas que alteran la percepción de lo que lo rodea, lo cual es otro factor. Y valiéndose de las vivencias que va adquiriendo a lo largo de la vida, va creando un diccionario de conceptos nuevos para categorizar al mundo, lo cual es el tercer y último factor de esta lista.

Digo creación pues el lenguaje ha cambiado y cambia constantemente, dado que no es distinto de todas las demás cosas que existen en el universo material.

Estos tres factores en combinación tienen la capacidad de tomar un concepto simple y concreto, como árbol, y adosarle significados adquiridos y formados gracias a todas esas variables.

Si te caíste de un árbol cuando eras chico, puede que el concepto de árbol posea la categoría de peligro para ti. Si te criaste en una comunidad hippie, puede que posea la de hermano. Es decir, deja de ser simplemente tronco, copa y textura. Pasa a admitir categorías como bueno, capital, plaga, bello, o cualquier otra cosa. Las posibilidades son infinitas.

Así, creamos una realidad basada en estos conceptos contaminados. Pero la realidad está más allá de eso, más allá de nosotros. ¿No es así?

El papel de la Realidad: Cómo es

Podríamos decir que todos estos procesos complejos son inherentes al ser humano. Pero la verdad es que no solamente el ser humano aprende a reconocer patrones y actuar en consecuencia. Los perros aprender a reaccionar al silbido de su amo cuando lo relacionan con la comida.

Sin embargo, las personas tienen la capacidad de poner en tela de juicio esas categorías si así lo desean. Aquellos que llegan a dudar de las categorías que ellos mismos les imprimen a las cosas, tienen ante sí la posibilidad de enriquecer su experiencia de vida.

Si el árbol del cual te caíste de chico te da naranjas todo el verano cinco años después, podrías llegar a pensar “Hey, los árboles no son tan malos después de todo”.

De la misma manera, si comienzas a aprender de tus errores, podrías llegar a crear una experiencia del mundo en la cual no veas tus equivocaciones como motivo de frustración y angustia, sino una posibilidad de crecimiento.

Podrías incluso entender que la vida no es fácil, que no es culpa tuya que no todo sea color de rosa. Imagina cuánto más liviano podrías llegar a sentirte.

Tiene sentido, pero entonces ¿por qué nos sentimos víctimas, indefensos o superados por la vida?

La respuesta podría ser que no siempre se da una situación clara en la que queda demostrada la limitación de tu pensamiento. Y así estamos completamente seguros de que nuestro pensamiento es la verdad sobre la realidad.

Lo más probable es que nunca vuelvas a acercarte a un árbol y de esa manera no te encuentres de frente con una realidad que supera tu concepción. Quizás sigas evitando y negando tus errores, y tu experiencia de vida sea escasa. Puede que por siempre creas que hay algo malo en ti.

Pues bien, es aquí donde podemos hacer algo al respecto.

interpretación del mundo

Relación entre Pensamiento, Realidad y Lenguaje: El Poder de la Mente

Si dependemos de un evento particular en nuestra experiencia para dudar acerca de los pensamientos que estructuran nuestra experiencia, corremos el riesgo de no cambiar nunca nuestra forma de ver el mundo. No podemos estar a merced de nuestra propia limitación.

En toda esta relación entre pensamiento, realidad y lenguaje, ¿cuál es nuestro verdadero poder?

¿Estás listo? Aquí va:

La alternativa es poner en tela de juicio nuestras creencias. Todas ellas.

Si nos acostumbramos a tomar nuestros pensamientos y escucharlos con atención, podremos detectar aquellas categorías que contagian con algún valor cada objeto, persona o situación de la vida cotidiana.

Si crees que realmente estás en contacto con la verdad, tienes que saber que según los estudios, alrededor del 90% de los recuerdos que conservamos cuando llegamos a la vida adulta son producto de nuestra invención. Nuestra historia personal está totalmente modificada por nosotros en el hecho de ser relatada. Ese es el poder creativo del lenguaje.

Pon en dudas esas verdades. Quién sabe, quizás termines mejorándolas y hasta reafirmándolas con mayor profundidad. Ese proceso es el que nos lleva a conocer realmente aquello en lo que creemos.

O quizás te des cuenta que no todo es lo que parece. Que la vida es misteriosa y compleja, y que podemos perdonar, aprender, crecer y seguir adelante.

Sé por experiencia que no es fácil poner en práctica esto de cuestionar nuestras bases. Pero también sé que en la medida en que se practica esto, cada vez se aceitan más los engranajes de este proceso mental.

Con tiempo y esfuerzo, podemos darle una nueva forma a nuestros procesos de pensamiento, conceptualización y abstracción.

O podemos seguir como venimos, claro. Pero que sea nuestra decisión, no una imposición del destino.

Nadie es más ni menos víctima que nadie.

Pero sólo algunos ejercitan la humildad de cuestionar sus creencias para ampliar su experiencia de vida.

Es tu decisión.

 

AUTOR: Lucas, redactor de la gran familia de hermandadblanca.org

FUENTES:

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