Reporte resumido al Cosmos infinito y eterno
Queridos Todos, todos, tal y como hemos acordado desde mi partida voy a darles mi reporte de lo que sería para mí, aproximadamente de un poco más de medio siglo transitado por esta densidad; teniendo en cuenta que desde donde se encuentran uds. eso es semejante a un pestañear humano.
Voy a intentar que solo la Verdad de los hechos, sea la que exponga aquí y que mi Mente no me traicione con falsos testimonios. Y por supuesto uds. saben que me caracterizo por lo concisa, en esta 3ra Dimensión en la que me encuentro, no será extenso, la intención es que sea sencillo y real.
Procuraré que el Corazón se expanda en un reguero de Amor y vuelque en este escrito la veracidad de los hechos experienciados.
Voy a comenzar desde el principio de mi viaje: la nave que me trajo dio giros y empellones, aterricé de forma abrupta y la contaminación ya había comenzado a hacer estragos en el pequeño vehículo que transportaba Mi Ser.
Actué hasta ser tomada totalmente por el olvido de acuerdo a lo acordado, escondí en las profundidades de mi Interno la Copa de la Vida Eterna y comencé a andar sin recuerdos, despojada por mi amnesia, de todo Destello Divino.
No es fácil Amados, transitar en la ignorancia, el dolor se profundiza y el miedo toma todo poder, la duda es la única certeza que me llevó a cometer un sinfín de errores (la dualidad da paso al “error”), con sus consecuentes padecimientos, que por haber alcanzado el máximo estado de sueño, fueron desconocidos por mí como aprendizajes.
Tal fue el disfraz que construí que la confusión jugó a la Verdad, llevándome por muchas muertes cerrando la Mente y el Corazón.
Recorrí cada extremo y lo vivencié hasta sus últimas consecuencias.
Llegado el momento establecido, visualicé borrosamente el Camino que había suprimido en mi mente, recordé unir ambas periferias y me encaminé dirigiéndome al Centro al Núcleo.
Ahora desde lo conocido me interno hacia lo desconocido guiada por la Paz y la Armonía que moran en este Mi Interior.
Reconozco en mí al Ego y a mi Ser Real, en cada Ser reconozco al Ego y su Ser Real; en todos y todo me Reconozco.
Y … aquí voy, aquí vamos, Amada Gloria, Amada Fuente, Amados Todos, reconociendo que Soy lo que Soy, en esta materia, que se va convirtiendo y sutilizando para dar paso al Uno, a la Gran Presencia que todos Somos.