Sobre el 11-11-11, por Mario Liani

Rosa (Editora)

KRYON Mario Liani 02

PREÁMBULO

¿Qué es esto del 11:11? Es más, que implicaciones tiene esto, ahora con el añadido de los últimos dos dígitos de este año 2011, el 11 del 11 del 11? 

¿Por qué hoy- 12-11 – nos encontramos aquí conmemorando el 11:11? ¿Eso será bueno o malo?

En virtud de que nosotros sabíamos que durante el 11 de noviembre de este año muchas personas alrededor del mundo celebrarían lo que para ellas sería un acontecimiento único – el hecho de juntarse 3 números 11 en una fecha – Lolita Monzón, quien nos representa en Veracruz, me propuso que programáramos un Encuentro con Kryon y la Familia Espiritual para conmemorar públicamente este peculiar fecha.

Es bueno que sepan que nosotros no encontramos oportuno realizar este evento ayer viernes 11, por considerar que por ser el día 11 un día laborable, se nos dificultaría lograr una convocatoria masiva a nuestro encuentro.

Por tanto, decidimos realizar nuestro evento hoy sábado 12, durante un fin de semana, principalmente para facilitar el desplazamiento de muchas personas que podrían acudir desde otros estados de México para estar con nosotros.

Por tanto, aunque “la fecha oficial” fue ayer 11, decidimos reunirnos hoy para conmemorar energéticamente este acontecimiento. Al final de cuentas, desde nuestra percepción, lo que cuenta es que aquí está presente una masa crítica que ha decidido reunirse con el único propósito de vibrar de manera más elevada en beneficio de nuestro propio proceso evolutivo y por extensión, de la evolución de toda la humanidad.

Desde este importante punto de vista, el hecho de que hoy pueda ser 11 o 12 de noviembre del año 2011, es absolutamente irrelevante con respecto al objetivo principal que nos reúne aquí.

Sin embargo, en virtud de que estamos conscientes de que existen varias interrogantes – y también contradicciones – acerca de lo que significa realmente esto del 11:11, vamos a procurar aclarar el panorama.

ORÍGENES DEL 11:11

Los orígenes del significado del 11:11 se remontan al no tan lejano año 1987, cuando en elevadas esferas espirituales se llevó a cabo la así llamada “Convergencia Armónica”, donde se decidió de manera unánime que el Planeta Tierra estaba preparado para elevar su frecuencia y ascender a mayores niveles vibracionales.

A partir de ese momento, se empezaron a disolver todos los potenciales destructivos que gravitaban sobre el Planeta… y la humanidad entera comenzó a generar un cambio de paradigmas en todos los niveles.

A partir de esa fecha, el código numérico 11:11 comenzó a aparecer cada vez con mayor frecuencia en los relojes digitales de toda la humanidad, creando una especie de llamado de atención hacia aquello… y haciendo que la humanidad entera lo convirtiera – sin conocer realmente su significado – en una especie de símbolo numérico relacionado o asociado “con algo” a nivel espiritual…

A principios de la década del 90, surgió una visionaria mujer auto denominada Solara, quien reveló que el 11:11 sería una especie de código numérico implantado en nuestra memoria celular, que al activarse a través de la Intervención Divina, anunciaría el fin de la dualidad y el llamado al despertar evolutivo de la humanidad.

Solara dijo hacer recibido la misión de contribuir a la ascensión de la humanidad a través de la activación, en un determinado plazo de tiempo, de 11 Portales ubicados en diferentes regiones del Planeta, simbolizando 11 escalones o 11 etapas hacia la conclusión del proceso de activación planetaria.

El primer Portal fue activado a las 11:11 del 11 de Enero de 1992 en Egipto, con la asistencia de cientos de personas que contribuyeron, con su presencia, a darle energía a esa intención.

Desde esa fecha fueron activados otros portales a lo largo del Planeta y el último de ellos, según Solara, habría sido activado ayer 11-11-2011.

Digamos que ésa es la historia de los orígenes de código 11:11.

Sin embargo, a lo largo del tiempo, ese 11:11 ha estado mostrándose como una especie de señalizador de eventos impactantes para la humanidad, tanto desde el punto de vista de eventos catastróficos – como el suceso del 9:11 que todos recordamos – así como otros eventos curiosos que han llamado y siguen llamando nuestra atención.

Los puristas del concepto 11:11 suelen no aceptar otra postura que no sea la activación de los 11 Portales planetarios propuestos por Solara, en fechas que ella misma seleccionó en el pasado, pero que no necesariamente coincidieron con un día 11 o un mes 11….

Sin embargo, me gustaría hablar de otros enfoques…

OTROS ENFOQUES SOBRE EL 11:11

Más allá del hecho que Solara y sus seguidores hayan propuesto que el código 11:11 esté ligado a una necesaria activación ritualistica de Portales en fechas muy específicas que fueron establecidas de antemano durante un lapso de 19 años a partir del año 1992, es indiscutible que el 11:11 se ha convertido en un código simbólico para toda la humanidad – yo diría que el más popular y el más poderoso de todos.

Sin importar tener que conocer todos estos antecedentes para seguir el llamado a realizar rituales o ceremonias de activación planetaria, todo el que comienza a ver ese código de manera repetitiva a lo largo de su día a día, intuye que “algo sucede” a su alrededor y comienza a buscar una explicación que le tranquilice el alma.

Generalmente, el 11:11 suele aparecer como un mensaje de sincronicidad.

Al respecto, es bueno añadir que la aparición frecuente (o no tan frecuente) de ciertos números, se constituye de hecho en un recurso que el Espíritu generalmente utiliza para darnos mensajes sincrónicos que nos puedan guiar, pues los números pueden convertirse en un verdadero lenguaje comunicativo… siempre que uno sepa decodificarlos.

De hecho, así como es posible guiarse por el vuelo de los pájaros, la posición de las nubes, el soplido del viento, la dirección de la lluvia, el surgimiento de determinados colores y usar esos sucesos como símbolos o presagios para tomar decisiones, también es posible interpretar con esa finalidad el mensaje subliminal de los números.

Ésta es la razón por la cual la humanidad entera ha empezado a ver constantemente combinaciones tan extrañas de números como el 11:11, el 12:12 y otros. Así sucede, porque estas combinaciones se han adherido al inconsciente colectivo de esta época, convirtiéndose en una suerte de señalizadores de sucesos extraordinarios o simples llamados a “prestar atención” a algo fuera de lo común o, como suelo decir, evidencias visuales de que el Espíritu le dice a la persona que los observa: “¿Nos ves? Es la prueba de que estamos contigo acompañándote”.

Los números que se repiten frecuentemente ante nuestra vista, representan la manera en que la sincronía del Espíritu tiene para hacernos saber que está en contacto con nosotros y nos sugiere que es hora de despertar o de prestar atención a lo que sucede a nuestro alrededor.

Lo más impactante de esto es que la aparición del 11:11 se ha convertido en una suerte de presagio para la humanidad entera, sin importar razas, estratos sociales o religiones, al punto de que – y esto que voy a decir es muy significativo – ninguna de las más importantes religiones del mundo entero, como la católica, la hebrea, la musulmana o la hinduista, han tratado de adueñarse de un concepto que YA ES planetario… y ello nos sugiere que la humanidad entera efectivamente está cambiando su visión.

EL 11:11 DESDE EL PUNTO DE VISTA NUMEROLÓGICO

Desde el punto de vista numerológico, como numerólogo que soy, no puedo dejar de comentar el significado que el 11:11 podría tener.

El número 11, de por sí, es considerado un número especial porque sugiere la posibilidad de que la persona señalada por ese dígito, ejerza algún tipo de liderazgo que produzca un efecto de cambio sobre quienes sigan el rumbo que esa determinada persona vaya señalando a lo largo de un cierto camino.

El hecho que el código numérico contenga dos números 11, lo hace aún más relevante.

En primer lugar, el hecho de ver un nº 11 enfrentado a otro nº 11, nos hace percibir que es como si uno se espejara en el otro, lo cual nos sugiere que la imagen es de la más pura dualidad.

Por otra parte, el que un 11 se enfrente a otro 11, podría sugerir que un cierto tipo de liderazgo pudiera estar enfrentándose a otro. ¿11 contra 11? Tal vez. No lo descartemos, pues hemos visto como el código 11 ha caracterizado reiterados eventos de enfrentamiento en el Planeta, eventos que han dejado marcas dolorosas… pero que al final han propiciado cambios mundiales en la manera de dirigir o de liderizar a las masas.

Otro aspecto sobresaliente en este análisis numerológico, por lo visto, es que sugiere muy acertadamente que el cambio que la humanidad está esperando que ocurra en el Planeta, es el cambio que debería originarse en la manera en que unos pocos lideran a muchos otros, en como liderar o en cómo aceptar ser liderado, en permitir que unos nos lideren o en no aceptar liderazgos poco adecuados.

Al final, probablemente estaremos celebrando el triunfo del auto-liderazgo o de la autogestión, que es cuando nos daremos cuenta de que no necesitaremos enfrentarnos unos a otros para decidir por “knock out” quien dominará a quién. Al contrario, es muy probable que nos demos cuenta de que podremos ser creadores conscientes de nuestros propios procesos de auto-liderazgo.

Para concluir este comentario numerológico sobre el tema 11:11, voy a comentarles algo que no he visto que haya sido mayormente divulgado.

Es inevitable, para alguien que estudie numerología, concluir que esos dos números 11 podrían generar un número 22, ¿verdad?

El 22 es otro dígito importante, pues el 22 caracteriza la materialización de ideales a gran escala o de una manera que las huellas de ello permanezcan en el tiempo y transformen las vidas de muchas generaciones.

¿Y qué tal si les comentara que el código 11:11, que ahora está caracterizando el final de la dualidad y el inicio de la evolución de la humanidad, podría llegar a transmutarse en el código 22, aquél que preanuncie la construcción de una nueva sociedad basada en altos ideales cooperativos que podrían perdurar por muchas generaciones?

Les dejo esta reflexión para que resuene en sus mentes…

LA NUEVA ERA

El cambio de paradigmas que sugiere el advenimiento de lo que ahora llamamos “Nueva Era”, nos ha generado un cambio de enfoque perceptivo en aspectos que antes se consideraban intocables, especialmente en lo que se refiere a temas ritualísticos.

En la antigüedad, el hecho de no seguir exactamente un preciso ritual espiritual podía ser considerado un irrespeto o un mal augurio con relación al objetivo que se pretendía lograr.

Sin embargo, hoy día los rituales espirituales parecen haber quedado relegados a minorías y lo que se está imponiendo es una toma de conciencia colectiva hacia la unificación de propósitos que generen cambios a través de la masa crítica.

Hoy día, para un ser humano consciente y despierto, ya no es importante seguir complicados y detallados pasos o instrucciones para activar un cambio de paradigma espiritual – sea personal o colectivo.

Ese ser humano que hoy está despierto, intuye – y por consiguiente, sabe, porque lo siente en su interior – que su sola presencia e intención, es suficiente para activar todo lo que sea necesario.

Hoy día, todos los que estamos aquí participando de este encuentro, sabemos a ciencia cierta de que no era necesario de que nos hubiésemos reunido a las 11 horas, 11 minutos y 11 segundos del día 11 de noviembre del año 2011 para conmemorar la activación de un cambio de paradigma para la humanidad, puesto que nosotros – que somos la humanidad y por consiguiente, la representamos en este acto como masa crítica – ya habíamos decidido convertirnos en ese factor de cambio, cuando pactamos estar vivos en el Planeta durante este crucial momento de cambio.

Nosotros, que ya habíamos tomado esa decisión, estamos plenamente conscientes de que ese proceso comenzó hace un buen rato y por consiguiente, ¡ya lo logramos!

Si ello es nuestro, si ello nos pertenece porque lo conquistamos con nuestro esfuerzo como masa crítica, entonces ¿por qué dudar o por qué temer acerca de lo que va a pasar en tal o cual fecha o en tal o cual año?

Más bien, me atrevo a sugerir que lo único que nos tocaría hacer cada vez que el calendario – o lo que sea – nos recuerde “que hay que hacer algo”, es que “aquello” ya lo hicimos, que ya lo estamos haciendo…

Por consiguiente, ¡Conmemoremos el 11:11:11!

¡Muchas gracias!

Mario Liani

www.38uh.com

 

 

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