Sofía – No le permitan a nadie tomar su corazón

Soy Sofía, Soy el respiro de la creación. Traigo en mis palabras y energías una satisfacción que no viene de la sustancia de la tierra, sino de las estrellas.  Les pido que prueben la dulzura que ustedes son cuando besan los labios de Dios.  Les pido que prueben la dulzura que estaba destinada a ser su vida antes de que ustedes eligieran el conflicto.  Vengan a la plenitud de su poder en esta hora de la luz.  No esperen una quincena; no esperen a otro día a que sea el momento correcto según ustedes lo perciben.  Pues en el marco del conocimiento universal y la esquemática de la luz universal sólo hay este momento.  En este momento ustedes necesitan llenarse de todo lo que quieren ser.  No hablen de lo que van a lograr un día, sino cumplan ese logro mentalmente, en las imágenes de su corazón y las imágenes de sus palabras en este momento, este pensamiento.  Van a notar que al hablar se escucha un gentil zumbido o tarareo en su corazón cuando él empieza a vibrar con la verdad a un ritmo tan veloz que se crea música.  Esto no son palpitaciones del corazón sino el sonido del amor que tararea a través de las cavernas de su ser.

Soy Ella, la que fue susurrada a la existencia por la boca de Dios.  A veces se me ve como la Shekinah, la respiración sagrada, el Espíritu Santo.  Soy femenina por naturaleza, pero no siempre se me describe de tal modo. Vengo con la vibración y las enseñanzas de la orden antigua de la Magdalena.  Creyendo dan nacimiento a un Nuevo Mundo en este día.  Dan nacimiento a una gran esperanza blanca que vive tan profundo en sus memorias celulares que no la han visto todavía en su mundo.  Ustedes dan nacimiento en este día a una completación, al tiempo que danzan en espirales alrededor de todas las capas y facetas de su ser y de sí mismos que terminan en un punto culminante dentro de los océanos de su ser.  Soy la que no se ha encontrado todavía en su interior.  Soy el femenino sagrado que ustedes buscan pero que no ven siempre reflejado en el espejo de su vida.  Soy la cara sagrada de la luz femenina de Dios y vengo a sanarlos pues vengo a darme nacimiento.

Es hora de que celebren todo lo referente a sí mismos pues cada uno de ustedes es una hebra en el tapiz del manto de la luz.  La puerta se abre para que vean y celebren.  Su vida necesita ser una celebración de quiénes quieren ser y quiénes saben que son. 

Desháganse de las recubiertas de pintura que ustedes usan como protección y permitan que su glorioso y hermoso yo sea visto.  No teman de sus emociones o sus iras o sus pasiones.  No teman sus días en los que las cosas les salen mal.  Si mencionan mi nombre en su corazón, él les ayudará a sanar.  Él viene como un elixir. Digan mi nombre suavemente para sí mismos – Sofía — Sofía – Sofía.   ¿Acaso no suaviza las espinas de su ser?   Pues en ese sonido hay un recuerdo y en ese recuerdo hay una gran sanación.

Les agradezco por ser quienes son. Ustedes nunca han permitido a otros romper su espíritu, aunque haya habido ocasiones en las que estuvieron muy cerca de ello.  No le permitan a nadie tomar su corazón.  Le pueden dar todo lo que quieran, pero no permitan a otro tomar sus sueños o deseos.  Den y den y den.  Ésa es la puerta a la mayor sanación de todas.  Invítenme a entrar,  Yo los escoltaré a través de los pasajes que ustedes han olvidado.  Corran descalzos en los templos de su pasado.  Permítanme escoltarlos  a un lugar de completación.  Soy Sofía.

Autor: Desconocido.

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