Sólo soy un ciudadano: Daniel Blake
Es interesante notar como el mundo evoluciona sin detenerse, momento a momento, lo cual es siempre una oportunidad de crecimiento, de retomar el rumbo y de lo más hermoso que es «vivir».
Sin embargo, parece que no todos notamos esa ventana de posibilidades que a diario se abre a nuestro alrededor, navegamos en dificultades, distracciones y el diario acontecer…sin conciencia y sin atención.
entre procesos y políticas corporativas…..
En la película “Yo, Daniel Blake”, podemos notar como totalmente adaptados a la tecnología nos hemos olvidado de lo que somos, seres humanos con potenciales infinitos de ser más de lo que usualmente nos proponemos, no sólo es permanecer sujetos a procesos y políticas que nos protegen del error pero que nos hacen ineficientes, egoístas y poco empáticos.
En ésta película más de una persona en el cine lloró, lo que es lamentable es que existen una gran cantidad de Daniel Blakes en nuestra, localidad, país y en nuestro mundo.
¿Cuántas veces hemos ignorado a un ser conocido o cercano que no tiene trabajo?, que no puede pagar sus gastos ni siquiera lo más mínimo que es comer. Si a eso le sumamos que en la falta de alimento surgen enfermedades que complican la situación y que de alguna manera en extremo la hacen imposible de resolver.
seres humanos con necesidad….
En una montaña de requisitos, trámites, despachos, líneas de atención y pasos para obtener un beneficio olvidamos que estamos tratando y atendiendo a seres humanos, que de no querer resolver la situación no estarían aguantando todo lo que nos hemos inventado para prestarles atención.
Normalmente damos el servicio enojados, frustrados, inconformes y volcamos nuestro sentir en todo aquél que se nos acerca haciéndolos responsables de nuestra inhabilidad para resolver nuestra vida y dirección.
Si eso acontece, el egoísmo que hemos elegido como la bandera de nuestro tiempo esconde en el fondo nuestra necesidad de ser felices transitando el camino equivocado, ya lo dicen en Oriente…pobres seres humanos buscando la felicidad y corriendo en el sentido contrario.
miseria y desempleo……….
En el camino de la miseria y el desempleo se quedan ancianos, personas con alguna discapacidad, niños de la calle y fingimos que todo está bien porque no vemos o pretendemos no ver más allá de nosotros mismos.
Es importante recordar que el ser cómplices del maltrato también genera karma negativo, es así cómo muchos afirman, “bueno yo no hecho nada malo es lo que me requiere mi trabajo”, debemos siempre preguntarnos ¿Qué tan loable es lo que estamos realizando?, si estamos dañando a los demás sólo porque nos lo piden, es importante tener cuidado.
Es así que vemos empresas de reclutamiento y oficinas de servicios sociales que se esconden en trámites y listas de actividades que indican que han hecho su labor, sin embargo, si esta no ha tenido una repercusión positiva en el entorno y genera más que frustración o tragedias alrededor es algo digno de cuestionar y corregir.
un gesto amable….
Cada país tiene sus propios problemas sociales, sin embargo recordemos que la humanidad, generosidad y empatía son universales, no tienen género, edad, color….no hay pretexto para no ser considerados con el otro, no siempre podemos ayudar de manera absoluta pero si damos una sonrisa, compartimos nuestra experiencia o alentamos a alguien eso ya cuenta. Nunca sabemos cuándo un gesto amable pueda estar cambiando el curso difícil de otra vida.
Dispongámonos a ver más allá de nosotros mismos, a hacer uso de la tecnología para atender a personas con sentimientos y preocupaciones, hacer un mundo más humano es ahora la más significativa de las tareas, recordemos que el fingir que no existen personas con problemas no es sino otra cosa que estar sumergidos más en nuestro egoísmo que en el amor a los demás. Así es.
AUTOR: Pilar Vázquez, colaborador de la gran familia de la Hermandad Blanca