Un llamado a experimentar el amor incondicional

Desde que somos pequeñas hemos escuchado y leído innumerables historias acerca de mujeres que han dejado huella en la historia de la humanidad. Algunas de ellas vivieron teniendo una vida humana y otras no lo hicieron pero han sido un modelo a seguir por generaciones, debido a que representan un arquetipo de lo femenino, un modelo inspirador para vivir desde la consciencia y siendo mujeres reales: reconociendo nuestra realidad interna y viviéndola con gracia a través de nuestra Realeza.

En este sentido, Kuan Yin ha sido por excelencia el arquetipo femenino que nos recuerda nuestra capacidad natural de vivir desde la Compasión, conteniendo a quienes necesitan ser contenidos a través de mostrarles la belleza de sus corazones y la importancia de sus propias vidas…lo que implica un fuerte anhelo de servicio y devoción hacia todo lo creado.

Para vivir desde la Compasión, es necesario realizar un viaje desde el Amor más básico que hemos experimentado como humanidad, en el que aún sentimos apego y nuestros intereses están presentes e incluso nuestra emocionalidad está totalmente involucrada: Pyare, hacia el Amor más puro y verdadero, incondicional y sin expectativas, que abraza todo y a todos sin diferencias porque nace de la consciencia infinita que vive en nosotras: Prem.

Emprender este viaje, significa ir a través de nuestros miedos más profundos y vivir desde la valentía que trae la certeza de saberse Una con la Fuente que ha creado la vida y ha creado a quién me produce rechazo o con quien acabo de tener una discusión. Este mismo viaje ya es vivir desde nuestro Ser compasivo, porque todas las decisiones que tomemos y sus resultados, tendrán un color y belleza diferente…no serán erróneas, pues están conectadas con el núcleo que ha creado todo. Así, en realidad es el poder de la consciencia que actúa a través nuestro para servir al destino más elevado de nuestra alma y el alma de todos.

Kuan Yin en el siglo XXI somos todas nosotras, llamándonos a mirar y actuar a través de la mente neutral en completa conexión con nuestra capacidad innata de sanarnos a nosotras mismas y a otros y de elevar los ambientes  que nos rodean, a través del poder de nuestra presencia. Somos llamadas a ser un Altar de Gracia, de Bondad y Divinidad, solo nuestra entrega es requerida, en palabras de Guru Nanak:

“Si deseas vivir el camino del Amor, ven y recorre este sendero con tu cabeza en las manos” y agregaría: y sabrás en tu corazón, que tu existencia ha valido la pena ser vivida.

Fuente: