Una carta del Maestro Peter Deunov (Parte 7/7, Remaining)

Roberto García



En los anales de la humanidad se conservan informaciones relativas a la caída de los primeros humanos. Con el primer pecado, toda la creación fue arrastrada en la caída: los animales, la vegetación, y hasta la Tierra. Entonces, el eje de la Tierra se inclinó formando un ángulo de 23° 21′ en relación a su posición de origen (ver esquema).


El pecado first, pues, tuvo como consecuencia la inclinación del eje de la Tierra, lo que provocó un cambio en la posición de las corrientes magnéticas y eléctricas terrestres. Y, al mismo tiempo, el corazón humano, que antes estaba situado exactamente en el centro del pecho, inclinó su punta hacia la izquierda.

Ahora, el eje de la Tierra está regresando a su posición primitiva, y este movimiento va a provocar grandes transformaciones telúricas. Las plantas producirán entonces unos frutos impregnados de fuerzas y de virtudes nuevas que extraerán del reino mineral. El reino animal sufrirá igualmente modificaciones debido a las que se habrán producido en las plantas, y lo mismo sucederá en los seres humanos.

De momento, ninguna de estas transformaciones aparece todavía permanecen ocultas, únicamente los seres sensibles las perciben. Pero antes de que el eje de la Tierra vuelva a su posición primitiva, la humanidad pasará a través de grandes pruebas para ser purificada. Más tarde, todo se volverá luminoso: las piedras, las aguas de los ríos serán luminosas, la materia se volverá transparente.

De momento, la vegetación, las frutas y las verduras que comemos están impregnadas de fuerzas negativas. La Tierra es un gran cementerio regado con la sangre de los humanos e impregnado con sus crímenes. Quienes trabajan los campos y los jardines lo hacen la mayoría de las veces sin amor, en un estado de rebelión inside: sus pensamientos y sus sentimientos entran en las simientes y envenenan la tierra y sus frutos.

Un día, los humanos serán instruidos en el arte de cultivar la tierra de acuerdo con las reglas iniciáticas, las semillas absorberán entonces las fuerzas cósmicas de otra forma muy distinta, y los frutos comunicarán sus virtudes a aquéllos que los coman. Si los humanos están enfermos es porque, con su ignorancia, están creándose sin cesar unas condiciones de vida malsanas. Sin saberlo, comen cadáveres, caminan sobre cadáveres y duermen sobre cadáveres.

Gracias al sistema teocéntrico todo podrá ser restablecido en el mundo. Este sistema debe ser comprendido en el sentido más amplio del término, es decir, como una vida llena de amor, de justicia y de bondad. Para llevar una vida equilibrada, el discípulo debe girar en torno a Dios, servirle, cumplir su voluntad. Sólo podemos trabajar para el Señor instruyendo a los demás, conduciéndoles hacia la Fuente, dándoles ejemplo de amor, de bondad, de sacrificio, lo que corresponde al sistema biocéntrico.

Pero, para poder hacer este trabajo, debemos ser fuertes, sanos, sólidos, resistentes, es decir, debemos desarrollarnos bien nosotros mismos, lo que corresponde al sistema egocéntrico. Ésta es, pues, la razón de ser de los dos sistemas, egocéntrico y biocéntrico: cuando se ponen al servicio del sistema teocéntrico, encuentran su justificación. El ser humano se convierte entonces en un ser completo. Pero, si no está conectado en primer lugar con el sistema teocéntrico. la vida que lleva en contacto con los demás y su vida personal pierden completamente su sentido. Esto es lo que deben comprender bien.

Estoy muy contento de haberles dado algunas aclaraciones sobre esta frase de la carta del Maestro. Espero que éstas les permitan dirigirse mejor en la vida. Son explicaciones sencillas, elementales, pero extremadamente importantes.

Omraam Mikhaël Aïvanhov.

Y ahora, para terminar, quisiera leerles algunos pasajes del libro: ‘Las palabras sagradas del Maestro».

El discípulo debe dominar su pensamiento y. con su pensamiento, servir a la verdad Por eso es indispensable que se concentre en si mismo. Puede pensar en la luz vivificante, en el bello ropaje de siete colores con la que está revestida y en su hablar musical Es la gran armonía del mundo. Puede pensar también en el Sol vivificante de Dios al que todo aspira Asi se establece una perfecta armonía en la conciencia humana.

En un lago agitado no se ve nada El lago en calma refleja las cimas de las montañas, el Cielo, el Sol y las estrellas. B discípulo debe tener un alma tranquila y un pensamiento bien equilibrado: entonces llega la clara visión de las cosas, y muchas contradicciones encuentran su solución.

En cuanto vives en el amor, crees y todo es claridad para ti En eso reconocerás que vives en el mundo del amor. Allí no hay dudas: si dudas, ahí tienes la prueba segura de que no vives en el amor.

El discípulo debe amar el alma de los hombres y. puesto que esto es asi. no debe odiar a nadie El alma de aquél a quien amas y la de aquél a quien no amas se aman de igual manera allí arriba Y si tú. según la carne, estableces una diferencia entre ellas, estás en el mistake.

El discípulo no debe estar enfermo. O. al menos, debe tomar cada enfermedad como un medio educativo a través del cual la naturaleza equilibra las fuerzas del organismo. El amor excluye toda enfermedad. Aporta la vida abundante. ¡El enfermo que se sumerge en el amor de Dios puede curarse instantáneamente!

En sus relaciones, los discípulos deben observar la regla siguiente: servicio por servicio, pero no por dinero El dinero puede echar a perder al ser humano lleva otra imagen, mientras que el servido lleva la imagen del amor. A través del servicio el discípulo transmite y recibe la imagen del amor ¡La moneda de intercambio del futuro será la amistad’ ¡La verdadera moneda de intercambio del futuro será el amor!

El discípulo no debe prestar servicio por dinero eso está fuera de toda regla de la escuela divina. Sólo debe servir a los demás por amor.

FUENTE: https://with-omraam.com/es/una-carta-del-maestro-peter-deunov-parte-7-7-closing/

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