A una madre muy especial
Hoy, 1 de agosto es el día de la Pachamama, palabra quechua que significa Madre Tierra y he querido honrarla con esta nota.
Tuve el honor de ser nieta de una mujer de la Tierra, una bruja inocente de sus poderes pero que poseía la fuerza de un Tifón –era Cáncer– y me enseñó desde el mismo día que llegué a este planeta a cuidar de este SER maravilloso que me ofrecía de todo para poder vivir.
Recuerdo un par de veces haber dibujado la tierra plana y a mi abuela explicando dulcemente que el planeta era en realidad un globo gigante que giraba alrededor del sol que era como una enorme bola de fuego… Me costó entenderlo pero recuerdo que después dibujaba al sol como una gran llamarada siempre anaranjada y roja y a la Tierra como una pequeña bolita azul…
En el colegio me enseñaban que la Tierra era un montón de rocas sin vida, pero mi abue me explicaba que el planeta estaba vivo, que respiraba, se reía, lloraba, se quejaba, cantaba y hasta bailaba… por eso no me asustan los temblores, porque para mi la Tierra está bailando y eso siempre es bueno… a pesar de que me duele que para otros este baile terrestre sea una desgracia.
Recuerdo algunas tardes de verano, vacacionando en campos sureños, presas de un silencio absoluto haber escuchado un leve sonido, como un pito o una pulsación y mi abue me decía “la Tierra está respirando” y yo lo creía ciegamente… Muy pocas veces he vuelto a escuchar ese pitito… pero ese ruidito me conectaba tanto a la Tierra, yo la sentía mi amiga, le hablaba, le contaba cosas y nunca dejé de cuidar árboles y plantas porque ellas eran la prueba fehaciente de que la Tierra estaba viva… algo que no tiene vida no puede generarla y con tanta belleza, infantilmente razonaba.
Pensé en hacer un ritual pero creo que por hoy ya tendrá muchos ya que en todos los continentes hacen hermosas ofrendas, cantan, danzan y honran a esta Gran Madre… ¿Y el resto del año?
Yo quiero rendir tributo a la Pachamama, hacerle ofrendas todos los días del año y regalarle a la Tierra mi enorme gratitud por ser esta madre acogedora e incondicional que nos cuida como a hijos y nos perdona todo el daño que le hemos hecho.
Todas las mañanas le agradezco poder posar mis pies sobre ella. Respirar este aire, caminar por sus prados… Si me pongo a enumerar todo lo que tengo para agradecer a la mamita Tierra creo que escribiría millones de páginas… Pero mi intención es solo invitarlos a no homenajear un día al año a esta Mamacita sino que todos los días ser conscientes de que el planeta nos acoge tan generosamente, nos brinda sus bellos paisajes, su colorido, sus variados aromas y sabores, la versatilidad del clima y el paisaje…
Creo que no hay mejor regalo para el planeta que la consciencia y ofrecerle tan solo unos minutos cada día para honrarla y bendecirla con nuestra gratitud. Ser conscientes de que habitamos un lugar sagrado. Que bosques y mares son un regalo para conectar con el alma… que la Luna y el Sol son unos guías poderosos para quien quiera conocer sus señales… que nubes y lluvia rompen la rutina con su tarea purificadora… que el reino animal está para amarlo y no para destruirlo… que las estaciones son signos de que nada es eterno, que todo pasa, y los ciclos son eternos…
Yo ahora voy a rendirle mi diario homenaje a mi mamita Tierra mientras paseo con mi perro y conecto con lo más esencia de la vida… mi aquí y mi ahora… porque nada más existe…
Gracias Madre Tierra por concederme el privilegio de ser uno más de tus hijos y ser consciente de que eres una Maestra en mi vida…
Gracias… Gracias… Gracias…
En Amor y Conciencia…
Me®
Fuente: http://mer-sanandoelalma.blogspot.com.es/
Super interesante el articulo!!!
Creo la fecha está errada… :