Cómo usar la obsidiana

La obsidiana es una piedra negra, que se forma por el enfriamiento rápido natural de la lava. Se la considera un cristal de roca y es una piedra que ayuda a ver el interior de las personas, especialmente las cualidades que necesitan sanar.

Existen muchas variedades de obsidiana en cuanto a tipo y color, incluyendo los bellos cristales de obsidiana arcoíris. También se pueden encontrar en color púrpura, caoba, azul y verde. Pero los cristales negros son los que poseen propiedades metafísicas.

Se caracteriza por revelarnos las verdades que no queremos ver, pero que necesitamos observar y traer a la superficie para sanar.

La obsidiana es un medio excelente para curar las heridas de vidas pasadas y la línea ancestral.

Beneficios de la obsidiana

1- Dejar ir el pasado

Para poder abrir nuevas puertas hacia nuestro futuro, debemos primero cerrar otras puertas, las puertas del pasado. Cuando dejamos ir y liberamos aquello que nos ata al pasado, tanto las heridas como las alegrías, las situaciones y las personas, los eventos, las decisiones, las culpas… Cuando lo dejamos ir, encontramos que ya no estamos atados a él. Podemos experimentar nuevas experiencias sin la carga de aquello que sucedió. Podemos caminar más livianos y vivir la felicidad, el éxito y la libertad de maneras más sanas.

La meditación con la obsidiana negra limpia de manera rápida las ataduras negativas al pasado. Su intensa vibración actúa para recalibrar las fuerzas en los niveles de energía y en el campo áurico. Nos ayuda a revelar nuestro verdadero ser, quienes somos en realidad, llevándonos a encontrar las raíces de nuestros deseos más profundos.

2- Sanar el dolor, la negatividad y el estrés

Los males físicos también pueden sanarse con la obsidiana. Si no conoces la causa de tu dolor o enfermedad, observar la lustrosa superficie de la obsidiana te lo puede revelar.

Si sabes que estarás con personas negativas, utiliza una obsidiana como pendiente y visualiza que la piedra proyecta un escudo de luz blanco alrededor de tu cuerpo para protegerte de las energías oscuras.

Si estás teniendo problemas de insomnio, pon una obsidiana debajo de tu almohada para tener un mejor descanso nocturno.

3- Afirmar el propósito de vida

Para aquellos que buscan determinar el propósito de su vida, la superficie espejada de la obsidiana puede otorgarles respuestas acerca de su ser interior que busca salir a la luz.

Observa la piedra en estado meditativo y de calma, mientras piensas en tus pasiones, tus habilidades, tus objetivos. Como piedra de la verdad, la obsidiana te revelará la ruta que debes tomar y los cambios que necesitas realizar para ser fiel a tu yo superior y ser feliz.

Cómo usar la obsidiana

Para utilizar la obsidiana para sanar el pasado realiza los pasos a continuación:

Primero lava la piedra con agua y sécala.
Luego siéntate en un lugar tranquilo, en tu santuario personal, y si no lo tienes, elige un lugar en el que te sientas cómodo y no seas interrumpido. Relájate y realiza 10 respiraciones profundas y lentas.
A continuación, recuéstate y coloca la obsidiana negra en la base de tu columna, en el cóccix, es decir, en el chakra raíz.

Siente la energía de la piedra circulando por todo tu cuerpo y limpiando todos tus bloqueos energéticos.

Mientras permaneces recostado, imagina que salen raíces de la piedra, que a su vez, está conectada a tu cuerpo. Repite: “Estoy conectado a la tierra y soy poderoso.”
Cuando te sientas seguro, visualiza una situación dolorosa de tu pasado que te gustaría cambiar. Luego, vuelve a imaginar los detalles pero cambiándolos de la forma en que quisieras que hubiese sucedido. Piensa ¿Cómo reaccionarías si pudieras volver a vivir esa situación por segunda vez? Dile a aquellos que te hicieron daño que los perdonas. Ahora imagina que ese recuerdo se esfuma y es absorbido por la piedra, donde queda sellado y ya no puede controlarte.
Si quien te ha causado daño es una persona en particular, imagina una cuerda que une tu cuerpo con el de esa persona. Ahora, con una tijera, las manos u otro instrumento visualízate cortando la cuerda.
Respira profundamente y sal de la meditación de manera suave. Lava la piedra con agua después de su uso.