Vajratsatva o Dorje Sempa: El Budha de la Purificación

 Es curioso que en ocasiones cuando se habla de los budhas vienen a nuestra mente imágenes con mucho color,  con elementos como flores, campanas y algo así como personas de algún color en especial…nos parecen extraños e incluso a algunas personas les da miedo.

Sin embargo es importante entender que lo desconocido normalmente genera incertidumbre o miedo, no es la imagen en sí misma, es nuestra mente ante algo que no le es familiar.

Comencemos por entender a los Budhas como representaciones de seres despiertos, esto es que conocen de manera última la realidad de las cosas como son, generosos, compasivos, bondadosos y dispuestos a ayudar en todo momento a los seres sensibles.

Es importante no pensar en ellos de una manera teísta, esto es que no son seres a los que les pides algo y te lo conceden así como así. En realidad estamos sujetos a la Ley de la Causa y Efecto así que  ellos pueden ayudarnos a encontrar soluciones a nuestros puntos de vista equivocados, al manejo de nuestras aflicciones, a reconocer como vemos lo que nos rodea y como en realidad existe pero no van hacer el trabajo por nosotros.

Los Budhas pueden acompañarnos y ser fuente de inspiración pero en ésta tradición lo que debe de quedarnos muy claro es que nadie puede hacer por nosotros el trabajo que necesitamos para crecer, de igual manera nadie más que el generador de las condiciones y circunstancias  propicias puede disfrutar de los resultados.

Dorje Sempa o Vajratsatva es uno de los representantes de las cinco familias budhicas, en cada uno de ellos encontramos una cualidad ó característica. En Dorje Sempa se encuentra el poder de la purificación, en el Budha Amitabha el desapego y así con el resto.

Si observamos con cuidado las imágenes de los budhas a parte de ser obras de arte tienen en cada elemento que los componen un profundo significado.

Dorje Sempa está sentado en un trono luminoso, dorado y enjoyado que representa el estado despierto de la mente, en algunas tangkas o pinturas, por así decirlo, aparece sobre ocho leones de nieve que representan la osadía y la valentía que se requieren para transitar el sendero del crecimiento espiritual.

Está sentado sobre una flor de loto blanca de ocho pétalos que representa la naturaleza budhica que poseemos todos los seres y que tenemos que descubrir al disipar el velo de nuestras aflicciones mentales.

Aparece también alrededor del budha un disco lunar que significa todas las cualidades positivas que encontraremos en el sendero y la inteligencia clara y luminosa de la mente.

Dorje Sempa es de color blanco translucido y es una inspiración para purificar el karma negativo que hemos acumulado desde el tiempo sin principio, una vez más es importante resaltar que no es algo así como decir que  todo lo destructivo que hemos hecho se desaparecerá por arte de magia, debemos ser responsables de nuestras acciones, el reconocer nuestros errores de alguna manera ya es liberador.

Este Budha debe inspirarnos para avanzar en la vida responsabilizándonos de lo negativo que hemos hecho y a crear la firme convicción de no volverlo a hacer. Con ésta determinación estamos protegiéndonos de seguir generando karma no edificante pues presupone una firme determinación de no reincidir en lo que no nos genera bienestar.

Tiene una pierna inclinada en señal de una fuerte disposición para ayudar a todo el que lo necesite y la otra está en la postura de la meditación que simboliza la estabilidad de la atención.

En una mano sostiene un dorje de oro que simboliza la compasión y en la otra tiene un drilbu o campana de plata que significa la sabiduría no dual y no conceptual.

La tiara en su cabeza tiene cinco puntas que significan las cinco familias budhicas, sus aretes simbolizan la perfección de la paciencia. Su cabello está repartido en tres partes que significan el triple entrenamiento y esta vestido de seda de colores que simboliza su poder tántrico y transformador.

Como podemos notar no existe razón para asustarnos sólo porque nos parecen extraños.

La realidad es que éste tipo de representaciones están llenas de manifestaciones de cualidades positivas que nos deben inspirar a ser más de lo que acostumbramos ser porqué si algo es cierto es que no existe nadie sin el potencial del despertar o de dejar atrás el sufrimiento para vivir en la felicidad genuina y la paz. Así es.

AUTOR: Pilar Vázquez, colaborador de la gran familia de la Hermandad Blanca