Venus retrógrado- encontrar al amado

Venus retrógrado desde el 25 de julio hasta el 6 de septiembre 2015.

Sin completar  ni siquiera el primer grado de Virgo, la Diosa del Amor se vuelve más introvertida.

Tradicionalmente se considera poco favorable este periodo para concertar bodas, formalizar relaciones y compromisos afectivos, hacer grandes inversiones financieras, o comprar objetos lujosos. Pero siempre hay un aprendizaje implicado con cada uno de los tránsitos planetarios si abrimos nuestro corazón a su mensaje. Cada 18 meses durante unos 40 a 43 días aproximadamente Venus nos brinda la oportunidad de revisar nuestra forma de amar y lo que valoramos profundamente.

Hasta el 31 de julio estará en Virgo, podemos aprovechar la capacidad analítica del signo para descubrir cuáles son los aspectos de nuestra personalidad o comportamiento que bloquean nuestras relaciones, que destruyen la armonía o empeoran nuestra capacidad de dar y recibir amor. Con Virgo es importante no ser demasiado exigentes con nosotros mismos y no dejarnos cabalgar por el lado oscuro de este signo que es la sed de perfección. Estamos aprendiendo, simplemente… y en el complicado campo de las relaciones humanas es donde más nos podemos equivocar, sed compasivos. Venus en Virgo retro nos ayudará a irnos a nuestros desiertos, a escuchar las voces de nuestros demonios y dioses, a buscar en soledad  la visión y la iluminación sobre ciertos asuntos que nos preocupan. Sabemos estar solos, la Diosa nos arropa con su manto.

Después, de vuelta en Leo donde termina su fase de retrogradación el 6 de septiembre, necesitamos rugir, sentir el calor en el vientre, nuestro deseo y voluntad verdadera, alineada con lo que realmente somos, con lo que hemos visto en las estrellas del desierto. Despacio, nace en nosotros la llama del fuego creativo, muy desde dentro…la llama del amor que quema lo profano. Si lo encontramos, este fuego sagrado, podemos invocarlo en cualquier momento para que nos acompañe, nos dé luz y para que destruya los velos. Es el fuego del amor, es el Amado. Es el regalo que Venus retrógrado en Leo tiene para nosotros si somos capaces de abrazar al León. Es posible que surjan sentimientos del pasado, que vuelvan personas con las que hemos tenido una historia en esta vida o en otra, que se enreden las cosas si estamos enfocados muy hacia fuera, que tomemos consciencia de que nuestra relación actual no funciona  o que no nos queremos lo suficiente. El universo nos configurará las situaciones que necesitamos para darnos cuenta…y durante estas semanas es esencial estar receptivos para sus mensajes si queremos aprender a amar…con fuego y espíritu.

Podemos hacer trabajos muy prácticos:

Escribir cartas con nuestros sentimientos a las personas con las que tenemos relaciones complicadas y en lugar de enviárselos (que muchas veces no es muy constructivo y en Venus retro nada conveniente) quemarlos con el fuego de una vela roja, visualizando como les llega nuestro mensaje y como todos nuestras emociones se purifican y elevan.

Empezar un diario de nuestros sentimientos, de nuestros deseos y sueños. Poner palabra a lo que nos gustaría explorar,  a donde nos gustaría viajar, lo que valoramos, lo que quisiéramos vivir.

Meditar en lo femenino, no importa la tradición. La Diosa tiene mil nombres y mil caras.

Buscar la Musa en nuestro interior. Es un periodo muy fructífero para los artistas si buscan inspiración en su inconsciente.

Establecer contacto con nuestro animus si somos mujeres o ánima si somos hombres, observar sus susurros en sueños, en situaciones, en sincronicidades, en estados de ánimo. Bailarlos, escribirlos, pintarlos…Venus retro puede ser muy creativo y puede ponernos en contacto con nuestra parte contrasexual interna.

Crear un plan de abundancia. Venus rige también las finanzas. Podemos revisar nuestra relación con el dinero, nuestra forma de ganarlo y de gastarlo, y descubrir maneras de mejorar la situación. Las afirmaciones positivas intelectuales no sirven. Podemos repetir toda la vida “soy abundancia” sin que pase nada. Hay que encender un fuego en nuestro interior, una convicción no pensada, una seguridad creativa que encarna la intención.

Por último, si hemos perdido la capacidad de disfrutar de la vida, podemos hacer planes para hacer cosas en el futuro que sean lúdicas, y cuyo único objetivo es producir alegría en nosotros y en los demás.

Un cariñoso abrazo.

Copyright© Margit Glassel.

Fuente: http://www.margitglassel.com/

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