Viajes espirituales, retiros para el alma
Mucho se habla acerca de conocernos a nosotros mismos, de hacer algo por ti, de reconocer tus fortalezas y tus áreas de oportunidad. Esto, además de ayudar a mejorar el bienestar emocional, ayuda a ponerse en contacto con esa parte de nosotros, donde escondemos nuestra voz, es decir, nuestro espíritu, aquello que nos mantiene unidos, en comunión y comunicación con el Ser Supremo.
Cuando una persona logra conocerse, sabe si la voz que escucha en su cabeza son sus creencias, su percepción de la realidad o la voz de seres ascendidos comunicándose con ella.
Muchos se preocupan pensando, “¿cómo puedo lograr conocerme?” La realidad es que la respuesta varía de persona a persona, pues mientras unos asisten a cursos y talleres, otros optan por acudir con el psicólogo o algún tipo de terapia; unos cuantos prefieren hacerlo mediante test o lecturas de rostro, la grafología, etc., acudir con especialistas en los temas que les permitan saber más de ellos, ya sea para conocer de sí mismo o reafirmar lo que ya sabían. Asimismo, otros prefieren ir conociéndose conforme van viviendo experiencias, conforme la vida y el universo les van presentando las cosas.
Una excelente opción para emprender el camino hacia el autoconocimiento, son los viajes espirituales. En internet existe una gran y amplia información acerca de esto, donde te dan muchas opciones acerca de lugares, incluso existen empresas que se encargan de organizar los viajes a diversas partes del mundo. Ofrecen conocer lugares místicos y enigmáticos, llenarse de la magia que hay en cada rincón y revitalizarse. Lo anterior puede ser costoso, pero vale la pena invertir en algo que impregna y cambia la vida.
Así como existen estos viajes espirituales, algunas religiones optan por realizar retiros religiosos, es decir, por unos días la persona que lo elige se aparta de su mundo, de las personas que lo rodean, a algún lugar apartado en el que sólo se tiene contacto con las personas que lo organizan y sus compañeros. Esto resulta una experiencia muy gratificante; incluso, muchos que han participado aseguran que les ayuda a cambiar sus vidas.
Aun cuando no lo parezca, los retiros son considerados viajes espirituales. Una de las características principales de este tipo de viajes espirituales, es que permiten orar, hacer meditaciones, permanecer en silencio, y tener una alimentación saludable.
Puede parecer difícil de creer, pero todos hemos hecho en un momento de nuestra vida un viaje espiritual de este tipo. En alguna etapa pudo darnos por apartarnos de la situación que vivíamos, alejarnos física y emocionalmente de eso, para después regresar y tener toda la disponibilidad de resolver de la mejor manera esa situación.
Para realizar estos retiros, a veces solo necesitas encerrarte 5 minutos en el carro, salir a correr con los audífonos puestos, inclusive inmiscuirse en actividades artísticas como la pintura o la escultura. En ese momento lo único que necesitas es escucharte a ti mismo, a tu corazón. Inclusive cuando nos retiramos para orar o meditar es un tipo de viaje espiritual.
Cabe mencionar que en un viaje espiritual, no es necesario ir a lugares como el Tibet, El Camino de Santiago… Por supuesto que viajar a estos lugares es asertivo, y son de gran aprendizaje emocional y de conocimientos. Pero si el objetivo es reencontrarte contigo mismo y lograr una comunicación o reencuentro con los seres ascendidos, con Dios, con los ángeles o con el Ser Supremo que tú desees, toda actividad que te conecte contigo mismo y te permita mantener una comunión con el universo es en sí mismo un viaje espiritual.
Un retiro lo puedes hacer tu mismo. Viaja a una playa, un bosque o algún lugar apartado en tu ciudad, el contacto con la naturaleza siempre es bueno y se utiliza ese tiempo para meditar, orar, replantear tu vida, responderte preguntas existenciales, reconsiderar el camino por el que se quiere seguir. Las razones y motivos son personales, los elijes tú.
El viaje más espiritual es el que hacemos por dentro.
Si bien, no existe una fórmula mágica para auto descubrirse, lo que es una gran realidad, es la importancia de animarse a hacerlo. Dicen que nadie es el mayor enemigo como uno mismo, y qué mejor que reconocer el talón de Aquiles para prevenirse y cuidarse, así como conocer aquello que le puede ayudar a conseguir sus objetivos.
Cualquier momento es el ideal para hacer un retiro. Reencontrarse y comunicarse con los seres ascendidos, abriendo el corazón y los sentidos para recibir todos los mensajes que tienen para ti. Tómate 5 minutos al día, un fin de semana al mes, una semana al año, para vivir la hermosa aventura de un viaje espiritual.
AUTOR: Daniela Navarro, redactora de la gran familia de hermandadblanca.org
FUENTE: https://hermandadblanca.org/?s=viajes