Yogui de 92 años comparte secretos para la felicidad y la longevidad
Para saber quién soy y qué me gusta realmente fue necesaria mucha dedicación, deseo y saber vencer el miedo. Y no fue hasta mediados de los 80 años que realmente empecé a hacer este cambio. Dice esta yogui de 92 años que quiere compartir sus secretos para tener una vida feliz y llegar a la longevidad.
Desde el momento en que empecé a caminar y hablar, la palabra “desafío” ha sido instintivamente mi mantra. Hoy en día, ese mantra es lo que me hace ser quien soy. Una vez que se presenta un desafío, puedes empezar a aceptarlo pero no enfrentarlo te hará perder el motivo de tener una nueva oportunidad. Te habrás perdido algo que podría modificar el camino de la vida y quizás nunca vayas a tener esa oportunidad otra vez.
Practicar yoga, bailar Tango, volar en un trapecio y saltar a la cuerda, nada de esto fue planeado y sin embargo de alguna manera, estas cosas me encontraron mucho más adelante en mi vida. Estas prácticas han sido de los retos más gratificantes de mi existencia en este planeta.
El trapecio me catapultó a escribir letras, hacer música y blogs. El tango me catapultó a componer tangos. Cada nueva práctica me abrío otra puerta más.
Tampoco fue un propósito practicar yoga, sin embargo gracias a una amiga pude tener un corto diálogo con el maestro de yoga, y a sólo cinco minutos de haber empezado con la meditación, esto me hizo pensar, “espera un minuto, creo que realmente me gusto esto… ”
Mi cuerpo respondía sin demasiado dolor o dificultad, esa clase fue el comienzo de un viaje increíblemente hermoso, de gran alcance que estoy todavía haciendo, y continuará durante los muchos años que me esperan.
Encontré que en el yoga, el tiempo transcurrido entre cada pose es la verdadera esencia de la práctica. Hacer yoga para vivir y vivir para hacer yoga. Sé que mi vida en el futuro depende de mi práctica de yoga.
La práctica de 45 minutos de yoga es cómo saludar al día, todos los días. Fortalece los músculos y es favorable para mi cuerpo y mente, permitiendo que mi espíritu pueda respirar. Sí, hay muchas otras maneras de ejercitar el cuerpo, pero en mi opinión, ninguno es tan completo como el yoga.
Si vas al gimnasio (que no es una opción para mi), estás todavía haciendo algo para ti, por tu cuerpo y tu mente. Puedes estar cansado después, pero estarás obligándote a ti mismo a decir: “hice algo bueno para mí y para mi mejor amigo”
Tu cuerpo es tu mejor amigo y socio de este fabuloso viaje que es la vida. También esto necesita ser cargado. Por ello no debemos decir siempre, “No tenemos tiempo” porque eso es mentira. No tener tiempo es una pobre excusa que te impide sentirte mejor y vivir más. Y yo soy la prueba viviente.
También me encanta saltar la cuerda en las mañanas. Considero que esta práctica estimula mi cuerpo entero y preferiría morir, que perder un solo día de esto. El secreto es comenzar lento y saltar por un minuto, luego dos y así sucesivamente. Finalmente, si eres alguien comprometido, irás por un total de seis minutos, como yo. Te aseguro que te sorprenderá como ayuda en la mejora de la resistencia física.
No escuches a quien te dice que saltar la cuerda puede ser perjudicial para tu cuerpo. He estado saltando la cuerda a lo largo de dos años y no he tenido absolutamente ningún dolor. Imagina lo qué puede hacer para tu sistema cardiovascular, ayudándote a bombear sangre y oxígeno al corazón y los pulmones. No te niegues el placer, sólo debes darle una oportunidad, te garantizo que te puede ayudar a conseguir una vida más larga y saludable.
Para mí, tanto el yoga como el tango y saltar la cuerda son un trío fantástico. Nunca ha sido sólo una cosa lo que cambió mi vida, sino más bien, continuar encontrando nuevas maneras de mejorar el viaje increíble y llevo 92 años buscando.
Al nacer te dieron un instrumento increíble, ese instrumento es tu cuerpo. Es el único que puedes obtener en esta vida, debes amarlo así, con respeto y honor. Escúchalo, tiene una voz y quiere ser escuchado. Debes prestar atención y ser consciente de todas las posibilidades que se te presentan. Yo soy más consciente que nunca, pero esa sabiduría sólo viene con el tiempo y la práctica.
Cuando pasas muchos años amando lo que haces, encontrarás que estás más abierto a todas las oportunidades que te están esperando ahí fuera. Eres la esencia de la vida. Somos todos una sola persona, en forma diferente.
Amo lo que hago y esto es una forma de amarse a uno mismo. Toma de mí este consejo, la práctica habitual de yoga es la clave para una vida larga y saludable. Vale la pena cada respiración que tomas. Y mientras estás haciendo eso, no olvides divertirte, porque llegar a la longevidad sin haber sido feliz no tiene sentido.
Redacción: Equipo de Vida Lúcida
Fuente: http://www.lavidalucida.com