Afortunadamente ni tan bellos ni tan bestias
Es verdad que es lindo recordar los tiempos en los que las caricaturas llenas de estereotipos e ideas preconcebidas marcaban nuestra percepción acerca del mundo, nuestro entorno y nuestra vida.
patrones constructivos de conducta…..
Por supuesto que esto no es ni bueno ni malo de alguna manera marcan patrones constructivos de conducta que si bien no son a simple vista profundos pues no es su intención, pretenden crear de manera general conciencia de la concepción del bien y el mal ó de la causa y el efecto.
En el caso de “La Bella y la Bestia” lo que debemos resaltar son cualidades importantes como que nadie tiene identidad intrínseca, esto es que, la realidad última no gira en la dirección del dualismo, feo y bonito, triste o alegre…gira en dirección de una múltiple y vasta cantidad de percepciones.
infinitas tonalidades…..
Por ejemplo del color blanco al negro podemos encontrar infinitas tonalidades, no únicamente opuestos, es así como no todo el tiempo somos bellos ni todo el tiempo somos bestias.
Al afirmar que no tenemos identidad intrínseca entendemos que, por ejemplo, para nuestra pareja podemos ser un encanto y a la vez podemos ser una molestia para aquél al que no le agradamos, a la mejor si somos doctores los pacientes que se curan afirman que somos excelentes y los que no que somos un fiasco.
Es así como es que somos un surgimiento dependiente de condiciones y circunstancias, sujetos también a las proyecciones de aquél que nos observa y convive con nosotros.
lúcidos y conscientes….
Por supuesto que esto no significa que no podemos hacer nada al respecto, de hecho si somos lúcidos y conscientes de nuestro entorno podemos vivir de manera congruente y reflejar lo que nos proponemos. De manera opuesta también podemos reflejar lo que no es edificante. En el fondo depende también de nosotros.
Cuando nos referimos a alguien como Bello (a) puede ser en el aspecto físico agradable a nuestros sentidos y socialmente aceptado, también puede trascender a patrones de conducta como generosidad, paciencia, honestidad e integridad.
Cuando hablamos de la bestia nos referimos tal vez a alguien no tan físicamente atractivo, posiblemente poseedor de cualidades destructivas como la avaricia, el orgullo, la deshonestidad y la falta de congruencia.
somos surgimientos dependientes….
Si pensamos un poco no es posible caer exclusivamente en una categoría ni tampoco todo el tiempo, el punto es comprender que como surgimientos dependientes estamos sujetos a las percepciones mentales de los demás y las de nosotros mismos.
Lo rescatable de éste punto de vista es que podemos observar la mecánica de la causa y el efecto en el sentido de que si actuamos de manera dañina cosecharemos lo no agradable y si nos orientamos a lo positivo estaremos apuntando a la tranquilidad y al bienestar.
De igual manera si no queremos convertirnos en bestias no debemos generar las causas, esto es que si no deseamos tener consecuencias poco edificantes debemos orientarnos a la paz, la tranquilidad, la atención presente, la generosidad, la paciencia y el amor bondadoso. Así como también en la historia la Bestia cosecha resultado de la avaricia y una vida superficial el convertirse en un ser desagradable, inconforme y atormentado.
prosperidad, felicidad y abundancia…..
Lo anterior hace más sentido cuando observamos que las acciones permeadas de generosidad tienen resultados exponenciales hacia lo constructivo, los esfuerzos edificantes de Bella por su padre generan prosperidad, felicidad y abundancia.
Esto no está fuera de la realidad ya que analizando los estudios acerca del karma se deduce que así opera, la conciencia de que cosecharemos lo que sembramos es de vital importancia en nuestro desempeño diario.
Si bien son etiquetas rescatemos las guías generales de acción, para orientar nuestro comportamiento de mente, palabra y cuerpo en una dirección positiva y segura, no es del todo fantasía es en sí determinarnos hacia el cuidado de nuestro bienestar y felicidad para esta vida o las siguientes dependiendo de lo que cada uno de nosotros consideremos posible. Así es.
AUTOR: Pilar Vázquez, colaborador de la gran familia de la Hermandad Blanca