Alquimia Espiritual: Sus reglas (2/3)
“…Así que, ¿por qué no está usted orgulloso como Taras Bulba de ver que su hijo le ha derribado por los suelos? Usted es el padre, usted lo ha alimentado, lo ha reforzado con sus pensamientos, con sus deseos: lo que quiere decir que es usted muy fuerte. Y ahora le voy a decir cómo puede vencerle. ¿Cómo se las arregla un padre cuando quiere hacer sentar la cabeza a un hijo que hace locuras? Le corta los víveres, y el hijo, privado de medios de subsistencia, se ve obligado a reflexionar y a cambiar de conducta.
¿Por qué tiene que seguir alimentando a su hijo? ¿Para qué le plante cara? ¡Vamos ya! ¡Apriétele las clavijas! Puesto que es usted quien le dio nacimiento, debe saber que tiene poderes sobre él. Si no, toda la vida va usted a luchar o a sufrir, sin encontrar nunca los verdaderos métodos para salir airoso de sus dificultades.»
Desgraciadamente, muy poca gente llega a considerar las cosas de esta manera. Luchan desesperadamente contra ciertas tendencias perniciosas que llevan dentro, sin darse cuenta de que para llegar al punto en que se encuentran han tenido que haber sido formidablemente fuertes. Cuanto más horrible es el enemigo que hay en ustedes, tanto más prueba que vuestra fuerza es grande. Sí, así es como deben aprender a razonar.
Observen cuán tensos están cuando luchan contra ustedes mismos y cuántas dificultades encuentran se libra una batalla horrible dentro de ustedes y esta guerra les hunde en todo tipo de contradicciones. Consideran que todo lo que hay de inferior en ustedes es necesariamente vuestro enemigo, y quieren eliminarlo pero este enemigo es muy poderoso, porque desde hace siglos lo refuerzan con la guerra que le hacen, y cada día se vuelve más amenazador. Es cierto que hay enemigos que viven dentro de nosotros, pero si son enemigos es, sobre todo, porque no somos buenos alquimistas capaces de transformarlo todo.
Sí, es así como deben ver la situación. Y cuando conozcan las reglas de la alquimia espiritual, sabrán utilizar y transformar hasta los venenos que hay en ustedes. Sí, porque el odio, la cólera, los celos, etc… son venenos. En efecto, se les darán incluso los métodos para que puedan servirse de todas las fuerzas negativas que poseéis en abundancia. Alegraos, se os presentan buenas perspectivas.
El Cielo nos deja ciertas debilidades para empujamos en nuestro trabajo espiritual porque, lo que en apariencia es una debilidad es, en realidad, un poder, una fuerza.
Hay que poner las debilidades a trabajar para transformarlas en algo útil. Ustedes se asombran y dicen: «¡Pero si lo que hay que hacer es pisotear las debilidades, aniquilarlas!» Inténtenlo y verán si la cosa es fácil ustedes serán los aniquilados. El problema es el mismo para todas las formas de defectos o de vicios tanto si se trata de la glotonería, como de la sensualidad, de la violencia, de la codicia, o de la vanidad, hay que saber cómo movilizarlos para que trabajen con ustedes en la dirección que hayan escogido. Si expulsan a todos vuestros enemigos, a todo lo que se les resiste, ¿quién trabajará para ustedes? ¿quién les servirá?
Hay animales salvajes que los humanos han conseguido domesticar y tener a su lado a fuerza de paciencia. El caballo era salvaje, el perro era parecido al lobo, y si el hombre logró domesticarlos es porque supo desarrollar dentro de sí ciertas cualidades. Podría también, ciertamente, domar y domesticar a las fieras, pero tendría que desarrollar para ello nuevas cualidades., y en este caso, entender las reglas de la Alquimia Espiritual, cómo transformar la materia básica en oro.”
(Concluirá…)
Omraam Mikhaël Aïvanhov
Izvor 221, El Trabajo Alquímico o la Búsqueda de la Perfección
Cap. 1, Alquimia Espiritual
FUENTE: https://with-omraam.com/es/alquimia-espiritual-sus-reglas-23/