Amor y miedo. ¿Hacia dónde se inclina tu balanza?
Energía se define como «eficacia, poder, virtud para obrar«. En todas sus acepciones, la definición de energía se relaciona con actividad: transformar, obrar y poner en movimiento son ejemplos claros de actividad. Y cuando el movimiento de la misma energía se manifiesta en direcciones opuestas, hablamos entonces de polaridad.
Esa fuerza que mueve a la humanidad, que nos da vida, y que nos impulsa a la acción, es energía, siendo el amor y el miedo sus dos polaridades, entre las cuales se desenvuelve toda la humanidad. Amor y miedo son las dos polaridades de la energía que nos impulsa a actuar, así como positivo y negativo son las dos polaridades que generan un flujo de energía eléctrica.
En la energía eléctrica, el flujo de corriente eléctrica se mueve desde el cátodo (polo negativo) hacia el ánodo (polo positivo). De la misma manera, el flujo de la energía que nos impulsa a actuar se va moviendo desde el miedo, que sería el polo negativo, hacia el amor, que actuaría como el polo positivo. O, expresado en otras palabras, el miedo es el punto de partida, mientras que el amor es la meta.
Entre el amor y el miedo está nuestro camino. Camino que como seres humanos estamos recorriendo en este instante. ¿En dónde nos encontramos ahora? Es difícil decirlo con precisión, porque aún no se inventa un aparato que pueda medir la naturaleza de la energía que nos motiva a actuar, por tanto, nos corresponde hacer una evaluación subjetiva de hacia adónde se inclina nuestra balanza.
Para esta evaluación podemos usar como punto de referencia nuestra propia actitud, tema del cual ya les he comentado en este artículo. La manera en la que actuamos es reflejo de la polaridad de la energía que nos impulsa a actuar y, en consecuencia, de la naturaleza de la misma. Por eso es importante explorar un poco sobre la naturaleza de cada una de estas polaridades.
La naturaleza del miedo
El miedo, como ya he mencionado, viene a ser como el polo negativo de la energía eléctrica. El miedo es la polaridad de la energía con la que opera el ser humano desde su inicio en el proceso de la vida como humanidad. Se manifiesta a causa de la ignorancia de lo que somos, de nuestra propia naturaleza y esencia. Representa el punto más alejado de la fuente desde la perspectiva humana, ya que la fuente representa el entendimiento del todo.
Cuando la energía que nos impulsa actuar está polarizada hacia el miedo, vivimos en la oscuridad, que es una metáfora para la ignorancia. Tememos a todo porque no sabemos nada. Así iniciamos nuestro paso por esta experiencia en el mundo físico, con la búsqueda del entendimiento para armar el rompecabezas de quiénes somos y de qué estamos haciendo aquí.
Cuando nuestra energía está polarizada hacia el miedo, nuestro progreso se hace lento, muy lento. El miedo nos invita a buscar refugio, a protegernos, a escondernos o a evitar riesgos, lo que hace del proceso de entender una tarea lenta, ardua y complicada. Y cuanto más cerca se encuentre nuestra energía de la polaridad del miedo, más lento y complicado se hará para nosotros el proceso de entender.
La naturaleza del amor
El amor, en esta analogía que he hecho con la energía eléctrica, vendría a ser el polo positivo de la energía que nos impulsa a actuar. Es el punto de llegada, la meta. Si el miedo se manifiesta a causa de la ignorancia, el amor viene a ser su opuesto, la manifestación del entendimiento. El amor es luz.
Cuando entendemos lo que somos y entramos en comunión con todo eso que somos, es que podemos amarnos. Nos reconocemos tal cual somos y, en consecuencia, podemos también reconocer a los demás por lo que son. Y, entonces, el amor ocurre. No porque lo planeamos, o porque así lo decidimos. Ocurre porque la energía que nos mueve se aproxima más al amor que al miedo, lo que nos impulsa a actuar desde el entendimiento de lo que somos, lo que se ve reflejado en nuestro trato con los demás. Nos vemos reflejados en los demás.
Amor o miedo ¿Hacia adónde se inclina tu balanza?
¿Hacia adónde se inclina nuestra balanza? Utilizo la palabra balanza porque quiero reflejar que hay una inclinación en nuestro comportamiento que está supeditado a cuál de las dos polaridades, amor o miedo, se aproxima más la energía que nos impulsa a actuar.
Una actitud optimista, por ejemplo, es reflejo de confianza en uno mismo. Y la confianza es el resultado del auto conocimiento, es decir, del entendimiento de lo que somos, de nuestras capacidades y potencialidades. Entonces, una actitud optimista lo que demuestra es que hemos entendido lo suficiente de nosotros mismos como para hacer que nuestra balanza se incline hacia el amor.
Por el contrario, una actitud pesimista es reflejo de falta de confianza en las propias capacidades, lo que demuestra que la ignorancia en relación a quiénes somos, a nuestras capacidades y potencialidades, se aproxima más al extremo del miedo que al del amor. Entonces, una actitud de pesimista lo que demuestra es que nuestra balanza se inclina hacia el miedo.
Nuestra realidad reflejará la polaridad que más peso tenga en nosotros
¿Cuál es la realidad que estamos experimentando en este momento? ¿Cómo nos sentimos con esa realidad? ¿Estamos satisfechos? ¿Insatisfechos? ¿Parcialmente satisfechos? Nuestras vidas son un reflejo de la polaridad de la energía que nos impulsa a actuar. «Todo lo que sale de nosotros, a nosotros regresa…«.
Cuanto más cerca estemos de la polaridad del amor, mayor satisfacción experimentaremos en nuestra realidad. Mientras que, cuanto más cerca nos encontremos de la polaridad del miedo, mayor insatisfacción experimentaremos en nuestras vidas. ¿Por qué? La explicación es muy simple. Es una cuestión de nuestro nivel de consciencia.
La ignorancia nos hace inconscientes, mientras que el entendimiento nos hace conscientes. Cuanto más cercanos a la polaridad del miedo estemos, implica que menos sabemos de nosotros mismos y, por tanto, menos conscientes somos de que todo cuanto nos ocurre es efecto de causas que yacen en nuestro interior. Pero, cuanto más cerca a la polaridad del amor estemos, implica que habrá un entendimiento mayor de quienes somos y, por tanto, habrá más consciencia de lo que estamos manifestando en nuestra realidad.
Cuando en nuestras vidas no estamos entendiendo nada nuevo, estas se mantienen siempre iguales. Es decir, repetimos siempre las mismas rutinas, atravesamos siempre por las mismas circunstancias, nos encontramos con personas que siempre tienen el mismo perfil, enfrentamos siempre los mismos desafíos y, en términos generales, nuestras vidas se mantienen sin variación. Eso es porque estamos estancados. En nuestra realidad nada cambia, porque nuestro entendimiento de la vida se mantiene igual. Por tanto, estamos creando nuestra realidad basados siempre en los mismos parámetros.
Pero, cada vez que entendemos algo que antes no entendíamos, cambiamos algo en nuestras realidades, porque ampliamos nuestro nivel de consciencia con algo adicional, con un nuevo entendimiento. Y con cada cosa nueva que entendemos, damos un paso más en dirección hacia la polaridad del amor y nos alejamos más de la polaridad del miedo. Ese es el camino de regreso a casa.
¿Cómo inclinar la balanza hacia el amor?
Cuanto más entendemos, más nos alejamos del miedo y más nos aproximamos al amor. Y con cada cosa nueva que entendemos, expandimos nuestra consciencia, lo que nos permite manifestar cada vez mejor la realidad que deseamos.
Entonces, si realmente deseamos crear una realidad que se ajuste mejor a nuestros deseos, tenemos que desarrollar un apetito inmenso por entender. De lo contrario, nuestras vidas se convertirán en interminables repeticiones de eventos, sin ningún progreso a nivel espiritual, con mucha frustración y con pocas o ninguna satisfacción a nivel personal. Y no es para eso que estamos aquí…
Estamos aquí para descubrir quiénes somos y por qué decidimos venir. Estamos aquí para reencontrarnos con todas nuestras capacidades y potencialidades, y desarrollarlas en el mundo físico. Estamos aquí porque deseamos vivir, experimentar el mundo físico en comunión con nuestra verdadera esencia. Y si no es eso lo que estamos haciendo ahora, entonces tenemos mucho por entender aún.
Inclinar nuestra balanza hacia la polaridad del amor es lo que nos va a hacer salir de este nivel de consciencia en el que nos quedamos atrapados por causa del miedo. Y para lograrlo, tenemos que entender qué es eso que nos detiene. Tenemos que reconocer nuestros miedos y enfrentarlos, para así liberar toda energía negativa asociada con ellos. Eso es lo que nos colocará de vuelta en el camino que por derecho divino nos corresponde…
AUTOR: Rafael Bueno, redactor en la gran familia de hermandadblanca.org
capacidad que tiene la materia para producir trabajo en forma de movimiento,
Grandioso aporte….mas luz para seguir caminando segura de quien Soy en realidad…e inclinarme mas al amor…Graciassss.
Maravilloso!!! Gracias mil!! Namaste'!!!
Amor el miedo es mi.fesafio alla voy por ti me cortaras mis ala volare tan alto como pueda ..por que soy una hija amada del universo ..confio suelto y liberó se que voy en la mejor dirección de luz sabiduría gracias PADRE madre del todo GRACIAS infinita amigos
A veces hacia el amor,soy muy cariñosa y tengo mucho para dar, y las pocas veces que me dan amor ,la balanza se inclina hacia el miedo ,a que me traicionen amigos,o me defrauden…se que no todo es para siempre pero para mi si.
Genial!!!!muchas gracias
Angelica Gomez