Asegúrate de No hacerle Daño por Edna Wend-Erdel
ASEGÚRATE DE NO HACERLE DAÑO
Martina les dejó tarea para la casa: interpretar por lo menos un sueño propio. Y esa noche Ximena había tenido un sueño extraño, que no parecía tener sentido alguno; por lo menos ella no lograba relacionarlo con nada. Mejor, piensa. Veremos qué tanto he avanzado en el taller. Así es que toma su cuaderno de sueños y comienza a anotar.
«Tomo mi auto que está sobre la vereda justo fuera de mi casa, pero me doy cuenta de que hay una camioneta roja estacionada más abajo. Puedo ver que su dueño seguramente no es de ahí, porque no dejó su auto sobre la vereda como hacemos todos, sino en la calle. Hay otro vehículo estacionado en la vereda del frente, lo que hace que el espacio para salir sea reducido. Yo creo que de todas maneras puedo pasar, pero al acercarme a la camioneta roja con mi auto observo que el dueño la estacionó en forma diagonal, lo que no me permite salir. Me bajo de mi auto y hablo con el chofer. La camioneta es de esas pick-up, roja, gastada, y el chofer se ve un hombre de poca educación, por lo que pienso que tengo que hablarle con cuidado, pues seguramente me tratará en forma ruda si se siente ofendido.
Subo al auto nuevamente y lo adelanto para luego retroceder y salir de cola, pero veo que hay tres niños chiquitos jugando por ahí, entre ellos Julián, el hijo de mi hermano. Alguien les dice que se muevan y ellos lo hacen. Yo miro por el retrovisor y no logro ver a los niños y, en una maniobra peligrosa, retrocedo acelerando fuerte, pensando que los niños no deben estar ahí detrás, pero sin verificarlo bien. Sé que estoy haciendo algo que no debiera hacer. Son niños; tengo que asegurarme de no hacerles daño.»
Ximena comienza a analizar los símbolos que utilizó en su sueño. El condominio donde vivo, anota, es un lugar seguro donde tengo mi hogar; cuando quiero salir, como en el sueño, sólo quiero pasear o hacer algo fuera de mi casa. Sobre la camioneta pick-up, detalla que es un vehículo que generalmente se ocupa en trabajos pesados. Respecto de Julián, lo describe como un niño poco educado, que no tiene nociones de respetar a otros, pues sus padres lo han malcriado. Todo lo demás constituye la acción del sueño que ahora deberá relacionar en preguntas.
En relación con la primera escena de su sueño se pregunta: ¿siento hoy que quiero salir a pasear, disfrutar, pero algo o alguien pesado, básico, poco delicado, me lo impide porque de alguna manera se ha situado mal, sin respetar el espacio de otros?
Ximena se sorprende por la forma en que las asociaciones surgieron espontáneamente con esta pregunta. Se trata de Claudio, su actual pareja. Y es que es exactamente así: poco delicado, básico, no toma en cuenta que su postura frente a ciertas situaciones puede estar molestando a otros. Y ella quiere irse de ahí, de esa relación, quiere salir a pasear, como en su sueño, quiere disfrutar. Pero tiene miedo de hablar con él por su forma tan rudimentaria de comportarse; porque sí, como en el sueño, si ella es demasiado directa él puede sentirse ofendido y tratarla mal desde ahí. Debe tener cuidado.
¿Y en qué sentido debo tener cuidado al retroceder, pues puedo pasar a llevar a un niño malcriado que no tiene nociones de respetar a otros? También es Claudio. Parece que el sueño quiere hacerle ver que, si bien es malcriado y poco respetuoso, él es niño de algún modo. Que ella tiene más conciencia, está más protegida –piensa en su auto, que es mejor que el de su pareja en el sueño- y además es madre, sabe de cuidados.
Puedo terminar esa relación, concluye Ximena, pero debo asegurarme de no hacerle daño.
Edna Wend-Erdel