Conociendo a Mahatma Ritzua Rosenberg
Imaginemos por un momento que nos encontramos frente a frente a Mahatma Ritzua Rosenberg, maestro ascendido y divino complemento de Madre Mileila, otro ser de luz, de amor y de sabiduría, que nos recuerda que somos UNO y que en el TODO nos encontraremos.
Ante esta ideal oportunidad, le preguntamos, ¿Quien eres? ¿Cual es tu labor para con nosotros los humanos? Queremos conocerte, simplemente… háblanos de ti.
Mahatma Ritzua Rosenberg
Mi nombre cósmico es Ritzua Rosenberg y el amor infinito es la fuerza motora que mueve mi energía para ayudar a esta humanidad, sabía humanidad que se está descubriendo y que al mismo tiempo lucha incesantemente por volver a ser UNO con el TODO.
Mi labor es ayudar a recordarles lo grandioso que cada ser humano tiene intrínsicamente en él, viviendo plenamente el día a día, sin desperdiciar la oportunidad de avanzar y crecer, ya que es a eso a lo que hombres y mujeres han venido a encarnarse aquí en esta tierra prometida.
Siempre he dicho que el ser humano tiene toda la sabiduría para encontrar el camino de vuelta a casa y aunque en ocasiones puede perderse en el entramado de la mente, creyendo que la misión es absorbiendo ideas y teorías, sin entender que es en la práctica y en la vivencia diaria donde se logra la erudición y no en la acumulación de conocimientos inacabados que no producen sino más bien saturan el entendimiento.
Estoy aquí para recordarles que se está ya en una línea de tiempo sin retorno y que requerimos de seres despiertos que se amen así mismos, porque amándose y respetándose así mismos respetarán y amarán a sus congéneres, precisamos de individuos que se comprometan con su propio acuerdo para evolucionar.
Y es ese mismo compromiso el que me tiene cerca de los humanos, ayudándolos a progresar, ayudando a despertar las conciencias con mi amor infinito y con firmeza, tal como lo hace un padre implicado en el crecimiento de sus hijos. Así me encuentro yo y me siento gozoso con cada pequeño logro del ser, porque significa un inmenso avance y con cada avance y con cada logro mi luz refulge más y me involucra más con mi hermana humanidad.
Interpelo a no temer a los declives, pues caer y levantarse, es el camino del ser humano, vicisitudes que deben ineludiblemente vivirse, lo importante es que exista siempre la convicción de continuar, porque para avanzar, para alcanzar la gloria y la sabiduría se tienen que vivir ambos lados de la situación y ahí estamos nosotros tanto para alentar, confortar y consolar como para regocijarnos y festejar en la victoria.
Yo soy el Maestro Ritzua Rosenberg, el complemento divino de mi amada Mileila y acompañados servimos a la humanidad, irradiando nuestro amor infinito, porque nosotros y todos los seres somos parte de lo mismo, porque decidimos explorar individual y conjuntamente esta travesía y juntos volveremos a reencontrarnos para ser Uno con el Todo.
Mi nombre no es lo que trasciende, es la esencia de lo que soy, yo soy Uno con el Todo, tú eres Uno con el Todo, al final todos somos Uno, no hay nombres, no hay distinciones, somos la luz que emerge en cada corazón, no hay separación. Lucha por encontrarte con tu luz.
Y no diremos adiós ni diremos gracias ya que eso será cuando haya concluido nuestro aprendizaje y aún nos falta compartir una eternidad. Mas cuando todos volvamos a ser Uno, entonces sí agradeceremos mutuamente, mientras tanto, continuamos trabajando para avanzar, recordándoles que cuando servimos a la humanidad, la humanidad nos sirve a nosotros, así unidos y mutuamente nos beneficiamos.
AUTOR: Geny Castell, redactora de la gran familia de hermandadblanca.org