David Topí: Cuando la energía del miedo no va hacía el “programa ego”

Jorge Gomez (333)

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Siguiendo el hilo del último artículo, donde hablábamos de la producción de formas mentales y pensamientos “negativos” para mantener activo el “programa” ego, que, como habíamos dicho, se nutre de cualquier energía que tenga como sustrato base el miedo, veamos ahora otra de las funciones del porqué, este “programa”, está diseñado para generar este tipo de pensamientos de forma autónoma, y sin que entre o medie ningún tipo de consciencia o detonante externo necesario para ello.

Si os habéis auto observado alguna vez en esta situación, quizás más claramente durante la noche, aunque está activo 24/7, habréis notado que, a partir de cosas cotidianas de nuestro día a día que no tendrían porque llevar a esa generación espontánea de formas mentales negativas, se producen en vuestra mente “escenas” de todo tipo, lidiando con personas, eventos y situaciones, que, aun no teniendo porqué haber sucedido en vuestra vida “real”, ni tener que suceder jamás, se presentan ante vuestra percepción como escenarios posibles y desenlaces realmente dramáticos, negativos, de baja vibración. Lo peor de todo, es que esto sucede de forma automática, ya que forma parte de un “comando energético” que actúa por si solo.

Por ejemplo, si tenemos que dar una conferencia, y estamos dándole vueltas a ello preparándola, pueden aparecer en nuestra cabeza todo tipo de escenarios e imágenes donde todo sale fatal, el público sale muy disgustado, eres incapaz de hablar de forma coherente, u otros posibles desenlaces que podríamos imaginar. Realmente, ninguno de ellos posiblemente se verá manifestado, y el evento será un éxito, sin embargo, “algo” en tu psique, ha desarrollado estas líneas de acción con una potencia lo suficientemente grande como para generar formas mentales asociadas a ella que han sido “expulsadas” al exterior.

Combinando pensamientos con miedos

¿Como se hace? Es bastante sencillo si usamos la analogía de una rutina informática, un programa con un código que hace cosas porque así está programado para hacer, sin que nada externo le diga que tiene que hacerlo. En este caso, es una sub-rutina de nuestro programa ego (al menos así la percibo si me sitúo en modo “auto observador”), donde se cogen los pensamientos “normales” que tenemos, en este caso, la preparación de ese evento, y se “mezclan” automáticamente con los miedos de la persona, por ejemplo, el miedo a hablar en público o a no ser entendido, por seguir con el ejemplo. En este caso, el código que hace esto en el programa ego, literalmente funciona asociando un pensamiento con un miedo, el que esté más relacionado a ese pensamiento, y generando, a partir de esta combinación, los escenarios mentales que producen esa cantidad de energía (porque es mucha) que proyectamos al exterior sin comerlo ni beberlo.

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¿Y a dónde va esta energía? Pues si pudiéramos seguir  intuitivamente o clarividentemente el hilo de varias de estas “ondas” generadas por estos escenarios en nuestra mente, descubriríamos que no sirven solo para la “nutrición” de ese programa ego y el mantenimiento de la programación de las esferas mentales, pues, como explicábamos en la conferencia sobre la psique del ser humano, esa es principalmente la función de la energía sexual y de su centro de control correspondiente, y es por eso que nos tienen bombardeados con sexo constantemente de forma subliminal.

Así que, si el programa ego en realidad necesita solo “un poco” de esa energía con sustrato de miedo, y se usa más bien la energía sexual para mantener el control sobre la esfera de conciencia, la personalidad artificial de cada uno y la programación de nuestras esferas mentales, ¿porqué genera automáticamente tantas formas mentales “negativas”? La respuesta algunos ya la conoceréis, pues la generación de formas mentales negativas es una rutina automática programada en nuestra psique, para la nutrición “de los de arriba”, por los que nos crearon en su momento, y por los que nos gestionan ahora.

Básicamente, los “de arriba”, es una forma de hablar de las razas que, como hemos dicho muchas veces, se nutren de nuestra energía. No vale la pena entrar en detalles que son poco agradables para la mayoría, confío en que ya sepáis que no estamos en el “top” de ninguna pirámide de alimentación sino que somos un eslabón más en ella. Como es arriba es abajo. Los que habéis visto la película “El Destino de Júpiter” ya tendréis una idea más clara de a que me refiero (pues es bastante literal con la realidad en este aspecto).

Así que, el hecho de que en nuestro programa ego haya una subrutina que genere “ondas” mentales, formas energéticas asociadas a vibraciones con base de miedos, no tiene otro objetivo que generar, automáticamente, energía, egregores y balsas de sustrato de bajo nivel, que son, parcialmente, las que usan ciertas razas y entidades para su sustento energético.

¿Reprogramar esta rutina egoica?

La cuestión es, ¿se puede reprogramar esa sub-rutina dentro del programa ego para que no genere automáticamente formas mentales negativas? No lo sé aun. Voy de descubrimiento en descubrimiento. Somos una especie de Mercadona galáctico,  donde se usa  la cantidad de energía emocional negativa que los seres humanos proyectamos constantemente como alimento para aquellos que, en su polaridad evolutiva, tienen esto como sustento. Quizás ahora entendemos también porqué el programa de gestión de la personalidad artificial que poseemos tiene un componente programado para ello, ya que amplia el abanico de fuentes emisoras de “alimento” hacia las razas y especies que lo recogen luego.

Rumores de la red

Al hilo de todo esto, otra pregunta me queda en el aire, pues corren rumores de que hay ciertos ultimátums y luchas por “echar” definitivamente a todos aquellos que llevan milenios moviendo los hilos en la sombra de este planeta. De hecho, uno de esos rumores habla de que la élite dirigente de una de estas razas estaría dispuesta a “abandonar” a todos sus sub-alternos y a la élite de nuestro planeta que han tenido siempre como “aliados”, a cambio de un pasaje y escapatoria fuera del planeta, sin obstáculos por parte del resto de grupos que apoyan activamente ya, el cambio evolutivo de la raza humana y nuestra libertad como tal. Como digo, son puros rumores que no tengo ni idea si tienen una base real, pero eso ahora no es lo que nos interesa específicamente. Ya veremos si se cumplen o no.

Lo que me interesa más es lo siguiente. Pensemos que, por un momento, desaparecen todos aquellos que nos usan como recurso físico, energético, nutricional, etc., pero el ser humano no es desconectado de esta función generadora de egregores mentales negativos automáticos. ¿Que se hará con toda esa energía que seguiremos generando aunque no haya nada ni nadie que la recoja y la use? La respuesta me ha venido rápido: habrá que desprogramar y encontrar formas de desactivar todo este tipo de rutinas y programas. Posiblemente el trabajo que estamos haciendo con la energía de nuestro ser o esencia sea la clave para ello. En el proceso, y para dificultar la generación automática de este tipo de formas mentales, es necesario seguir sanando y enfrentando miedos, para que haya los menos posibles disponibles para que el programa ego los cruce con nuestros pensamientos, y genere todo este tipo de escenarios negativos proporcionadores de energía a otros.

Para los que no sois informáticos, si os choca que hable de programas y rutinas pensad que es literalmente lo que son. Nuestro programa ego es un código insertado en nuestra psique, desde el momento en el que fuimos creados como raza, en nuestra esfera de conciencia, y tiene diferentes sub-códigos que ejecutan diferentes funciones. Una de ellas es la generación de diferentes “yos”, otra la generación de formas mentales negativas que acabamos de ver, otra es la aseguración de la supervivencia del cuerpo físico, etc.  Ahora veré si con la ayuda de nuestra esencia y de aquellos que nos asisten, descubro si es factible hacer esta reprogramación en mi mismo o no.

Fuente: http://davidtopi.com/

David Topí: Cuando la energía del miedo no va hacía el “programa ego”

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