El Día de muertos y de los que no lo están también

La tradición del Día de Muertos es una costumbre muy importante en occidente, de hecho en algunos países se está rescatando enseñándola sobre todo a los niños desde muy temprana edad.

En el festejo del día de muertos se conmemora o recuerda a todos los seres queridos o conocidos que ya han fallecido, se les ofrece en altares su comida predilecta, su bebida favorita, dulces, flores de Tzempasuchil, velas, manteles de papel de china de colores alegres, fotos de los difuntos y versos o refranes que de alguna manera muestran como los vivos se burlan de la muerte, la catrina o la huesuda como se le conoce.

Pero ¿En realidad cuál es el sentido último de éste festejo?..algunos estudiosos dicen que es la evasión o el miedo a ese proceso doloroso y difícil del morir.  Cuando de alguna manera nos asusta algo podemos optar por reírnos en lugar de hacerle frente y ver lo que nos molesta de manera directa, no es fácil reconocer que es algo a lo que nos vamos a enfrentar en algún momento, simplemente que no sabemos cuándo y eso es doloroso.

No significa que no debieran existir éstas tradiciones, de hecho tienen un poder sanador en lo que se refiere a las emociones, nos permiten asimilar que los que han muerto ya no están físicamente con nosotros, nos invita a recordar momentos importantes en nuestra vida con ellos, no en  vano dicen que nuestros seres queridos mueren realmente cuando dejamos de recordarlos, el día de muertos es el perfecto ejemplo y oportunidad de agradecer lo que hemos recibido de todos los demás.

En algunos lugares se va a los cementerios y se adornan las tumbas, las personas se quedan toda la noche velando a los que ya murieron, en otros se hacen ceremonias como danzas que entretienen pero tienen un profundo sentido ritual, por ejemplo, la danza de los Viejitos….pues se asume que están más cerca de la muerte …aunque en realidad la muerte o Yama como se le conoce en Oriente no discrimina en edad, nivel socioeconómico, nivel profesional o influencia política…cuando la muerte es eminente no importa si hiciste o no lo que querías…simplemente llega…sucede.

De ahí la importancia de éstas ceremonias que nos recuerdan de manera profunda que más vale vivir la vida al máximo y con las cuentas saldadas, pues no sabemos cuándo nos vamos a enfrentar a la muerte de nuestros seres queridos o a la nuestra…simplemente no lo sabemos.

En Oriente existen prácticas que se califican en ocasiones como pesimistas, pero son bastante realistas, nos preparan para el buen vivir y el buen morir…existen algunas en las que te preparas para las diferentes etapas que transcurren en los momentos previos y posteriores al morir…si aprendes bien el proceso no te será desconocido y si bien es doloroso lo enfrentarás de manera consciente, eso ya es ganancia y reduce por mucho la incertidumbre y el miedo al proceso de fallecer.

Una frase muy conocida es que “ el que bien vive …bien muere…” y nada más cierto que esto, si creemos en la ley de la causa y efecto, si llevamos un vida constructiva no podemos morir de manera destructiva, si lo conocemos la mente se prepara de manera edificante para enfrentar éste proceso de manera tranquila y atenta.

Muchos Yoguis y maestros realizados enfrentan la muerte como un paso más, como un sueño por el que atraviesas de manera consciente y segura, estos procesos de disolución al morir se encuentran en libros como las enseñanzas del Bardo de la muerte y son de gran utilidad.

Por lo pronto está bien reírnos de la muerte y en algún momento conocerla, entenderla y aprender de los recursos que existen para morir en paz, la ignorancia es más dolorosa que el entendimiento, si bien nada nos asegura que será un proceso agradable podemos entrenar a nuestra mente para entender y enfrentar lo desconocido con tranquilidad.

Sólo se le teme a lo que se desconoce y el antídoto de la ignorancia es la sabiduría, entender, reflexionar y meditar en el proceso, pues la muerte es de las pocas cosas en la vida que no sólo es probable…es eminente y certera ..más vale emprender el viaje con todos los recursos necesarios en la maleta..como son la paz, aceptación, optimismo y generosidad, todo momento por difícil que parezca es susceptible a convertirse en un acto de paciencia, desprendimiento y amor.

AUTOR: Pilar Vázquez, colaborador de la gran familia de la Hermandad Blanca