Educando en la Compasión
Éste tema es una de las tantas propuestas que se están tratando en lo que son las Juntas periódicas del Dalai Lama con expertos de todo el mundo que incluyen científicos e investigadores enfocados en el desarrollo de la mente y el corazón…de la mente y la salud.
competencia vs compasión
La propuesta en éste caso es el análisis de los procesos educativos de la actualidad en los que se educa a los niños en la competencia cuya característica primordial es la división y no en la compasión que es inclusión. De hecho es la gran diferencia entre el YO y el NOSOTROS.
Si recordamos un poco, nuestra formación básica normalmente se concentraba en materias científicas, algunas actividades culturales, manuales y artísticas, y en casos especiales por la naturaleza de la escuela se podía adquirir formación religiosa.
Lo que actualmente se pretende es ir más allá de educar en el manejo de las emociones que ya es un gran logro pues existen varios países en dónde se están aplicando estas iniciativas, el objetivo es aún mayor … es el educar en la compasión.
la guerra y lucha de poder
En la Historia del mundo podemos observar que ha estado marcada por diferentes aspectos, pero uno siempre presente por variadas razones es el de la Guerra, la lucha de poder, la defensa de ideologías y negocios corporativos bastante rentables a nivel económico, se dice que el que no aprende de su pasado está condenado a repetirlo, y en éste caso a todas luces parece que no hemos aprendido y que en este proceso se pierden vidas, el patrimonio histórico de los países involucrados, se hacen a un lado los derechos y garantías individuales y lo más importante el indispensable respeto a la dignidad humana.
¿Qué podemos hacer?
Pero ¿Qué podemos hacer?, la propuesta conceptual es fácil y posiblemente hacerla propia e intuitiva es lo complicado, como todo, educar en la compasión incluye en su primera etapa el clarificar el concepto de manera que no se entienda como lastima, de hecho la gran diferencia de una a otra es que la lástima es pasiva no pretende ir más allá de la observación de una situación desafortunada, la compasión es acción va más allá de lamentar lo que le acontece al otro, es hacer todo lo que sea posible para mejorar su situación, esta actitud incluye desde proporcionar lo básico como es el alimento, ropa, un lugar donde vivir, hasta el enseñar una filosofía o estilo de vida que permita a la persona sustituir el sufrimiento por la felicidad.
Desde éste punto de vista si un pequeño aprende que el otro existe, que también tiene vida, necesidades, preocupaciones, emociones se puede desenvolver de manera empática con su entorno y emprender el camino de vivir en la paz y solidaridad y no en la competencia, la avaricia y el egoísmo.
hábitos mentales y emocionales sanos
Es verdad que la medida requiere de ir de un extremo al otro de las aproximaciones con las que nos desempeñamos cotidianamente, pero no es imposible si comprendemos que desde la niñez se pueden desarrollar hábitos sanos emocional y mentalmente, se pueden prevenir enfermedades que se estima tienen como motor el desequilibrio en nuestras emociones y el abuso y sacrificio de nuestra salud física en persecución de la riqueza económica en un nivel desproporcionado.
Por supuesto, que no se pretende que vivamos en la pobreza sin aspirar a vivir mejor, es solamente cuestión de extremos, una vida saludable no requiere del exceso, de hecho se basa en la diligencia y ecuanimidad que permite generar el espacio mental y emocional ideal para el crecimiento emocional y espiritual.
La compasión abre el espacio de nuestra mente, nos permite ir más allá de nosotros mismos, la competencia nos niega la oportunidad de ver más allá de nosotros. La lucha por ser el mejor se reduce al absurdo cuando analizamos que esa etiqueta o calificación es solamente resultado de condiciones y circunstancias y no está de acuerdo con la realidad de que la mente de cada individuo es tan compleja y personal que de manera ulterior no existen parámetros para competir, simplemente desarrollamos las habilidades que se nos facilitan y agradan, pero nuestra aproximación nunca es idéntica a la de los demás, puede ser similar pero no igual.
Es así que, si creamos niños compasivos, que aman, respetan, colaboran, disfrutan y entienden que el otro es tan importante como el mismo es muy posible que a largo plazo la historia del mundo cambie de la división hacia la inclusión y a la resolución de los conflictos en beneficio de todos. No es fácil sin embargo ya es un gran paso que el tema se esté discutiendo en foros internacionales importantes y que existan cada vez más instituciones comprometidas y enfocadas a desarrollar éste tema.
Por lo pronto empecemos por cambiar aunque sea a nivel individual nuestro punto de vista de la competencia y la defensa de el “yo” y lo “mío”, a la compasión, a lo “nuestro” y lo de “todos”…sin duda marcaremos la diferencia, y si bien un puño de arena no es el mar ya es algo que siembra consciencia esperando que en cualquier instante se hagan presentes las condiciones y circunstancias necesarias para florecer.
AUTOR: Pilar Vázquez, colaborador de la gran familia de la Hermandad Blanca