El año más frío (varios artículos más sobre el enfriamiento global) por Mario Liani

Jorge Gomez (333)

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(Antes de un maremoto se produce una retirada del mar, y antes de una glaciación se producen oleadas de calor como en los últimos veranos. Ha sido el calor antes del frío. Ésta puede ser la explicación de por qué éste año está siendo el más frío, y a su vez ha sido el más cálido el pasado verano. Estamos pasando del calentamiento global al enfriamiento global, y hay muchos científicos que anuncian una nueva era glacial. Edgar Cayce y muchos videntes también predijeron que llegaría una era glacial y, con ella, la Era de Acuario. Jebner Zambrana ha enviado un interesante artículo que aclara más la información que envié sobre ‘enfriamiento global’. Pero antes vienen las últimas noticias de actualidad sobre el tema.- G. V.)

El año 2.008 será el más frío desde 1.997

México, 16 dic (Reuters).- Este año será el más frío desde 1997, pero aún así será uno de los diez más cálidos de hace 150 años, según dijo el martes la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

La temperatura media global en 2008 fue de 14,3 grados, según estimaron los científicos del Centro Meteorológico Hadley y de la Unidad de Investigación sobre el Clima de la Universidad de East Anglia, que recopilaron datos para el OMM.

«La influencia humana, particularmente la emisión de gases del efecto invernadero, ha incrementado la posibilidad de tener estos años cálidos», dijo Peter Stott del Centro Hadley en un comunicado.

«Al comparar las observaciones con la respuesta esperada por la acción del hombre y por los agentes naturales del cambio climático, está demostrado que la temperatura está ahora 0,7 grados por encima de lo que estaría sin la acción humana».

La temperatura global varía anualmente debido a ciclos naturales. Por ejemplo, por las corrientes oceánicas, pero los científicos creen que esto no mina la importancia de los gases del efecto invernadero, que son causantes del calentamiento global a largo plazo.

El clima más suave de este año se debe en parte al fenómeno de La Niña, que se produce tras la corriente caliente del Niño.

Los 10 años más calientes desde que se tienen mediciones, que comenzaron en 1950, se han producido desde 1997 y la media de las temperaturas entre 2000 y 2008 son 0,2 grados más altas que el promedio de la década de 1990, dijo el organismo.

«A nivel global este año ha sido considerado como cálido, incluso para años de las décadas de los 70 y 80, pero es un bochorno para nuestras ancestros victorianos», afirmó Myles Allen de la Universidad de Oxford.

«Como resultado del cambio climático, lo que hubiera sido un año excepcional se ha convertido en algo bastante normal. Sin la influencia humana en el cambio climático sería 50 veces menos probable ver un año tan caliente como 2008», agregó Stott.

También 2.008 ha sido el décimo año más caliente desde que hay registros

Madrid, 17 dic (Consumer Eroski).- El 2008 se ha convertido en el décimo año más caluroso desde 1850, cuando comenzaron los primeros registros meteorológicos. Según las estadísticas difundidas ayer por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), este ejercicio ha estado marcado por fenómenos «extremos» y por el segundo mayor deshielo estival del Ártico de la historia.

El año que está a punto de finalizar deja temperaturas por encima de lo normal en casi toda Europa, incluida Siberia y Escandinavia. En algunas regiones de Finlandia, Noruega y Suecia se vivió el invierno más suave de su historia, hasta siete grados por encima de las medias de enero y febrero. En contraste, el invierno boreal fue extremadamente crudo en vastas zonas de Eurasia, desde Turquía hasta China.

Otro episodio extremo se registró en mayo, durante el otoño austral en el cono sur americano debido a la irrupción de una masa de aire antártico que rompió techos históricos de frío en la franja central de Argentina. A partir de ahí, varios meses depararon máximas de calor en países como Bolivia, Brasil o Paraguay.

En Australia, marzo trajo una ola de calor severo y en determinadas áreas del país entraron en su noveno año consecutivo de sequía. Este fenómeno se hizo presente en julio en la región meridional de Estados Unidos.

Y en China, parte de su inmenso territorio quedó cubierto por la nieve. Además, se registraron intensas tormentas e inundaciones en algunos estados de Estados Unidos y en Alemania, entre otros países.

Consecuencia de la variabilidad extrema del clima inducida por el calentamiento global, el 2008 ha sido a la vez el décimo año más cálido y, sin embargo, más frío que la media de 1997 a 2007 debido al debilitamiento del fenómeno oceánico de «La Niña» en el Pacífico.

Temperaturas extremas

Ginebra, 16 dic (EFE).- El año 2008 ha sido el décimo más caliente desde mediados del siglo XIX, cuando empezaron los registros, y en distintas partes del mundo se dieron fenómenos meteorológicos extremos, lo que confirma la tendencia al calentamiento global del planeta.

Así lo revela la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en su informe anual en el que señala la variabilidad de los fenómenos observados: temperaturas más altas de lo normal en partes de Europa, el invierno menos frío jamás registrado en zonas de Escandinavia y frío extremo -en ciertos casos hasta romper récords históricos- en Sudamérica, principalmente en Argentina.

En contraste, las temperaturas promedio en julio fueron superiores en 3 grados centígrados en gran parte de Argentina, Paraguay, Uruguay, el sudeste de Bolivia y el sur de Brasil, agrega el estudio.

En Australia se registraba en marzo la canícula más larga de la historia con una máxima superior a 35 grados durante 15 días consecutivos.

«En todo esto vemos la manifestación de la variabilidad existente», comentó el secretario general de la OMM, Michel Jarraud, en conferencia de prensa.

La sequía fue un fenómeno persistente en varios lugares a lo largo de 2008, entre ellos Portugal y España, en Europa, y Argentina, Paraguay y Uruguay, en Latinoamérica, con efectos muy graves sobre la agricultura de estos tres últimos países.

Por otra parte, Jarraud señaló que, como parte de las variaciones que sufre el clima, 2008 fue un año más frío frente a la media del decenio 1997-2007, aunque haya sido el décimo más caliente de la historia meteorológica.

El ligero enfriamiento de este año frente a los anteriores fue provocado por el fenómeno de «La Niña», explicó.

Agregó que las previsiones para el primer trimestre de 2009 no muestran ninguna indicación de que ese fenómeno o el de «El Niño» vayan a presentarse, aunque aclaró que las condiciones pueden cambiar en el curso del año.

Tormentas gélidas cubren el territorio de EE.UU.

Washington, 17 dic (AP).- Un aire gélido cubría el martes gran parte del territorio de Estados Unidos, lo cual dificultaba la circulación por las carreteras de Texas y demoraba el restablecimiento del suministro eléctrico en Nueva Inglaterra en el segundo día de una inclemente ola de frío.

Las temperaturas descendieron a -29 grados centígrados (-20 Fahrenheit) e incluso menos en las planicies del norte, y una ventisca de nieve, lluvia congelada y aguanieve se extendía desde el estado de Kansas a lo largo del valle de Ohio y hasta Maine.

Decenas de escuelas fueron cerradas en los estados de Kentucky y Tenesí debido a los resbaladizos caminos, mientras que cuadrillas de camiones rociaban el pavimento con sal durante la madrugada. Hubo acumulaciones de 45 centímetros (medio pie) de nieve en partes de Kentucky.

«Está muy peligroso», comentó Jodi Shacklette, una operadora telefónica de la policía estatal de Kentucky, en Elizabethtown. «Hemos tenido que atender accidentes carreteros a diestra y siniestra», agregó.

La policía del norte de Texas había cerrado algunos puentes sobre autopistas que estaban resbaladizos a causa del hielo acumulado.

Las temperaturas más bajas se sintieron el martes en el norte de Minnesota, en la población de Hibbing, donde se llegó -36 centígrados (-32 Fahrenheit) y en International Falls, que registró -33 grados (-28 Fahrenheit). En el mismo estado, en el poblado de St. Cloud hubo -31 grados (-24 Fahrenheit).

La ola gélida también llegó el martes a partes del sudoeste, como Nuevo México, donde cerraron las escuelas, incluyendo las de Albuquerque, y en el valle de Ohio.

Se dieron alertas invernales en la región del centro-oeste y desde Texas hasta Nueva Inglaterra, donde las empresas eléctricas se esforzaban por reparar el tendido público roto por las devastadoras tormentas gélidas.

En Nueva Hampshire, seguían sin servicio eléctrico unas 113.000 viviendas y negocios el martes.

Después de un agradable clima el lunes en algunos puntos del noreste, la ola gélida avanzaba con nevadas por la tarde del martes.

Las temperaturas volvían a descender en el noreste.

El clima frío también llegó al sur de California, donde los pronósticos anunciaban un descenso de las temperaturas hasta los 3 grados centígrados (35 Fahrenheit) el miércoles por la tarde. 

El impacto del cambio climático es más rápido de lo que se creía

Washington, 16 dic (EFE).- El impacto del cambio climático es más rápido y profundo de lo que se creía, aunque en algunos casos la amenaza no es tan dramática, aseguró hoy un estudio presentado ante la Unión Geofísica de EE.UU. en San Francisco (California).

Según científicos del Programa Científico de Cambio Climático de EE.UU., el fenómeno es evidente en la pérdida de plataformas de hielo, en el aumento de los niveles marinos, así como en la sequía permanente en la zona suroccidental de este país.

En esos casos los cálculos han sido demasiado conservadores pues los glaciares y esas plataformas de hielo se están desplazando y diluyendo de forma más rápida que lo que se había pronosticado, manifestó el informe.

Al mismo tiempo, el estudio que incluyó los últimos datos científicos incluyendo los del Panel Intergubernamental de Cambio Climático, señaló que hay otros impactos cuya amenaza ha dejado de ser inmediata.

Entre estos figuran la liberación de metano en la atmósfera así como los cambios en los patrones oceánicos que ayudan a mantener las temperaturas en Europa.

Según Peter Clark, profesor de geociencias de la Universidad Estatal de Oregón, en los últimos modelos meteorológicos no se habían incluido los últimos datos y observaciones. 
«Pero ahora tenemos información de que los glaciares se desplazan más rápidamente, las plataformas de hielo se están derrumbando y surgen otras tendencias climáticas que nos permiten mejorar la precisión de las proyecciones del futuro», señaló.

El estudio precisa que los cambios más rápidos se registran en los bordes de Groenlandia y en las plataformas de la Antártida occidental, con una pérdida de la masa helada que supera los pronósticos anteriores.

Un estudio presentado en la misma reunión, realizado con datos proporcionados por los satélites de la NASA, indicó que desde 2003 se han derretido más de dos billones de toneladas de hielo en Groenlandia, la Antártida y Alaska.

Según los científicos de la agencia espacial estadounidense, ese deshielo es una resultado directo del calentamiento global del planeta.

Las alteraciones meteorológicas también ocurren en Norteamérica y las áreas subtropicales y es probable que persistan debido al futuro calentamiento causado por los gases invernadero, dijo el informe.

«Nuestro análisis ha determinado que la aridez probablemente se extienda al oeste de EE.UU., lo que aumenta la probabilidad de severas graves y persistentes en la región», indicó Clark.

«Si los modelos son precisos, parece que eso ya ha comenzado. No existe conciencia en cuanto a que el sudoeste ha entrado ya en un estado de sequía permanente», añadió. 

Del calentamiento global a un posible enfriamiento global

Muchos científicos anuncian una inminente era glacial

Noviembre de 2006

Edgar Cayce y muchos videntes predijeron que llegaría una Era Glacial y, con ella, cataclismos y La Era de Acuario. Cerca de 20.000 científicos niegan que el cambio climático se deba al «efecto invernadero». Recientes estudios publicados en las revistas científicas Nature y Science confirman esta hipótesis, la cual, por razones obvias, tendría repercusiones catastróficas. En 5 o 10 años, el mundo podría cambiar radical y abruptamente. La Antártida se enfría de nuevo y la glaciación se produciría si el deshielo abre el Ártico y para/detiene la Corriente del Golfo

El clima está loco globalmente. Las recientes inundaciones y catástrofes planetarias parecen asociarse al cambio climático motivado por el «efecto invernadero», o la polución de la atmósfera por el dióxido de carbono resultante de la utilización de los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas) y emitidos por las industrias humanas.

Sin embargo, se ha constatado que la Antártida se está enfriando de nuevo (Doran, Joughin, Tulaczyk, Science, Nature, 2002) y que la últimas inundaciones de Centro Europa no tienen ni siquiera que ver con el fenómeno meteorológico de «El Niño», que se supone ha trastornado el clima del planeta en los últimos años. Si la causa no es «El Niño», ni el efecto invernadero, ni el agujero de ozono… entonces, ¿qué es lo que está ocurriendo?

Los científicos están perplejos y los gobiernos presionan para que éstos den explicaciones. El debate sobre la probabilidad de una glaciación es uno de los debates más candentes del momento, tal como publican grandes revistas científicas entre ellas, Nature o Science.

Resulta significativo que muchas de las voces disidentes de la opinión oficial coincidan exactamente en lo esencial de su vaticinio: El calentamiento del planeta es natural y precede a una Era Glacial. El aumento de temperatura y el consiguiente deshielo producirían el enfriamiento de Europa debido a la «parada» o «detención» de la Corriente del Golfo que calienta el Atlántico Norte. Las anomalías climáticas comenzaron hace unos 15 años.

Este «parón» o «parada» de la Corriente del Golfo se produciría -siempre y cuando- en el Atlántico Norte aumentasen el deshielo y las precipitaciones, y las aguas superficiales perdiesen sal, haciéndose menos densas. El deshielo cambia el porcentaje de sal y eso modifica las corrientes del mundo.

 El agua densa que actualmente se hunde al sur del Ártico, y que permite la llegada de agua superficial cálida del Trópico, se detendría y con ella la Corriente del Golfo. Los vientos del oeste que cruzan el Atlántico hacia Europa, serían fríos y nuestro continente entraría en una fase glacial, y la temperatura caería más de 10 grados. En Asia, pasaría lo mismo con la corriente cálida del Kuro-Shio. Así, todo el mundo se enfriaría.

Si la Corriente del Golfo se «para», los hielos avanzarían hacia el Sur, a una velocidad considerable, y es muy probable que, el Norte de Europa, hasta la latitud de Burgos, quedase cubierta de hielo, señala el experto en clima Ruiz de Elvira.

Esto mismo ya ocurrió hace unos 11.000 a 13.000 años, en un largo proceso cataclísmico de glaciación que se conoce como la Joven Dryas. Entonces, el CO2 también iba en aumento, y, sin embargo, las temperaturas, sobre todo en Europa, luego bajaron porque la Corriente del Golfo se detuvo durante 1000 años, y, en el Norte de Europa y América, se congelaron.

¿QUÉ ES UNA ERA GLACIAL O GLACIACIÓN?

Una Era Glacial o Glaciación es un proceso cíclico del clima que provoca mutaciones capitales en la evolución del planeta y en los seres vivos que en él habitan. Se caracteriza por el frío y la invasión de hielo en zonas muy extensas de distintos continentes. La Nueva Era de Acuario estaría precedida por una mutación biogeológica planetaria que sería iniciada como parte de un Nuevo Periodo Glacial .

EL MITO DEL «AGUJERO DE OZONO»

Otro tópico discutible es que la disminución o el «adelgazamiento» de la capa de ozono contribuyen al calentamiento del planeta. El ozono es también un gas invernadero; así pues, si éste (el ozono) disminuye, el efecto que se produciría sería justo el contrario: La Tierra se enfriaría más, ya que habría menos concentración de gases en la atmósfera culpables de calentar el planeta.

No faltan voces que arguyen que lo del peligro del agujero de ozono es sólo una controvertida hipótesis de unos científicos británicos del BAS (Britain Antarctic Survey) que, en 1985 advirtieron anomalías en el ozono de la Antártida y luego lo relacionaron con estudios de Paul Crutzen y de F. Sherwood Rowland y Mario Molina publicados en la revista científica Nature (1974). Los tres serían premiados con el Nóbel de Química el año 1995.

El premio era tan discutible que el Comité del Nóbel tuvo que reconocer públicamente que aunque muchos científicos eran críticos con los cálculos de los ganadores, estos merecían el galardón. La poderosa compañía Dupont lanzó ataques furibundos contra ellos, algunos dicen que interesadamente.

Otro dato: Rowland y Molina no son climatólogos, sino químicos. Un reciente trabajo de Crutzen confirma que el calentamiento por la contaminación en la India produce una bajada de las temperaturas .

El aumento de hielo y el enfriamiento de la Antártida, que se considera un barómetro del cambio climático, contradicen también las predicciones de los científicos de las NN.UU. y del BAS (Britain Antarctic Survey), los creadores de la psicosis del agujero de ozono. De hecho, lo que pasa en La Antártida es un enigma para los científicos, puesto que algunas partes se deshielan como los bloques Larsen, mientras que, en general, la Antártida se enfría. Esto demuestra que el calentamiento no es global. Un proceso de glaciación sería una respuesta a este enigma. De momento, la única .

Resulta significativo el hecho de que todo un Premio Nóbel como Rowland, no esté al tanto de la polémica con relación a la supuesta Era Glacial que se avecina. Consultado sobre la posibilidad de una glaciación, nos contestó que no puede decir nada: «porque no he visto ningún comentario reciente sobre el asunto, ni tengo ninguna idea de qué científicos lo sustentan, ni tengo ninguna idea de los argumentos que puedan tener». Crutzen nos ha contestado que tampoco ve ninguna glaciación. Según este científico, «el calentamiento se debe al efecto invernadero», de acuerdo a lo que nos ha declarado.

Esto puede mostrar el grado de indefinición en el que se encuentra la comunidad científica internacional con relación a que el actual calentamiento global, bien podría convertirse en un enfriamiento o glaciación global. Muchas veces, la especialización técnica y científica, hacen que «los árboles no dejen ver el bosque». Una de las últimas editoriales de Nature también se muestra crítica con los estudios de Rowland. Otros científicos consultados (Millán Millán) dicen que su teoría está demostrada. Pero sólo en EE UU hay una organización ( www.oism.org ) que recoge firmas de 19.700 científicos (Petición de Oregón) quienes no sólo niegan el calentamiento, sino que dicen que éste es beneficioso. Esta posición se halla encabezada por el Presidente de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, Frederick Seitz.

Si las evidencias de la glaciación siguen haciéndose patentes, la tesis del supuesto actual calentamiento de la Tierra, como resultado del «efecto invernadero», causante del agujero de ozono, bien podría convertirse en uno de los mayores errores científicos-mediáticos de la historia .

«En cuanto al ozono hay más incógnitas ?asegura el meteorólogo y vicepresidente de la asociación de periodistas científicos, Manuel Toharia.

 Lo de Rowland y Molina fue una demostración en laboratorio: los CFC o clorofluorcarbonos se descomponen en la atmósfera y el cloro que liberan interfiere el proceso de producción-destrucción del ozono-oxígeno…Luego, cuando en los años 80 se vio que disminuía el ozono en el Polo Sur, todo el mundo les dio la razón…y el Nóbel. Pero nadie sabe si el ozono disminuye por los clorofluorcarbonos (CFC) o por otras causas».

En una reciente entrevista en El País (20-02-02), Molina ha reconocido que no hay certeza de que el calentamiento sea humano: «establecer la conexión clara entre ese aumento de la temperatura y las actividades humanas… no hay certeza, pero sí hay consenso en la comunidad científica de que es muy probable».

Hay muchas contradicciones en la versión oficial: «¿por qué se advierte el agujero de ozono en el Polo Sur, que es el sitio menos industrializado del mundo?, -se pregunta Toharia- ¿Cómo suben los CFC, más pesados que el aire, hasta los 50 km de altura, donde está lo esencial de la capa de ozono?. Es más, este popular «ex hombre del tiempo», añade que también hay CFCs naturales, provenientes de los volcanes y el vapor de agua, que «el ozono en la estratosfera no tiene efectos apreciables en el clima», y que al ser un «gas invernadero» es un enemigo más del cambio climático.

Lo cierto y evidente es que ni siquiera hay agujero en el Polo Sur, sólo un «adelgazamiento» de la capa de ozono, el cual se capta entre verano y otoño. Suele omitirse que la capa de ozono se «adelgaza» y se «ensancha» naturalmente todos los años, en un ciclo controlado por el Sol. Se culpa a los aerosoles de las industrias o a los CFCs, de la pérdida del ozono, aunque, al mismo tiempo, se oculta que hay otras fuentes naturales que lo destruyen, como los océanos, los volcanes y la propia dinámica atmosférica.

Aunque es cierto y evidente que los aerosoles pueden contribuir al agotamiento del ozono, Linwood Callis, de la División de Ciencias Atmosféricas de la NASA, dice que «el 73 % de la pérdida de ozono entre 1979 y 1985, se debió a efectos naturales relacionados con las variaciones del sol». El agujero de ozono aumentó incluso después de que se prohibieran los CFS, lo cual prueba que no tienen apenas relación, según ha constatado Richard McPeters de la NASA y otros muchos. Según el informe del 2001 de la Organización Meteorológica Mundial, el agujero de ozono fue mayor en el 2001 que el que había en el periodo 1996-2000.

Se dice que el agujero de ozono hace que a quienes residimos sobre la superficie del Planeta Tierra, nos lleguen más ondas ultravioletas dañinas. Pero el efecto dañino de estas radiaciones también es discutible. Por ejemplo, si mañana desapareciera el 10 % de la capa de ozono que se encuentra sobre la ciudad de Madrid (una estimación probable de la declinación máxima del ozono), los niveles de radiación sólo se acercarían aproximadamente a los encontrados normalmente en Ciudad Real, que se encuentra a más de 160 kilómetros hacia el sur. Los niveles naturales de rayos ultravioleta aumentan rápidamente a medida que uno se aproxima a la línea del Ecuador o, en su defecto, si uno va a lugares más altos sobre el nivel del mar .

Robert Essenhigh, especialista en contaminación industrial de la Universidad de Ohio, afirma que la acumulación atmosférica de dióxido de Carbono (CO2) no es una causa, sino un efecto más del calentamiento global que se da en el planeta por razones naturales y cíclicas. El aumento de CO2 se debe al aumento de temperatura, y, no al revés, y este incremento de la temperatura del planeta, de 0,5 o 1 grado es algo bastante natural. Desde el año 1997, Vladimir Kotlyakov, Director del Instituto de Geografía de la Academia de Ciencias de Rusia, piensa lo mismo.

Essenhigh, un científico encantador con el típico aspecto de sabio despistado, nos ha declarado en exclusiva que según sus últimas estimaciones, «la próxima Era Glacial comenzará cuando el Océano Ártico se abra (éste es un mar congelado que sólo se resquebraja un poco al sur en el Verano Polar) y se mantenga abierto por el aumento de temperatura. También es posible que se abra y cierre varias veces. Cuando la capa de hielo se extienda, las temperaturas caerán y así entraremos en la Era del Hielo. Esto ocurriría entre los próximos 5 y 50 años». Y es un hecho que el Océano Ártico se está empezando a abrir por causa del deshielo que, evidentemente, está ocurriendo…

.. Y el hielo otoñal del Ártico se ha reducido en un 40% respecto a los años 70, según los expertos de la ONU, quienes creen que seguirá reduciéndose…

El hielo funciona como un espejo para la luz del Sol, así sus rayos no pueden ser absorbidos y se vuelven a reflejar de nuevo al espacio. Por eso los Polos están siempre fríos. Si los polos se abren por el deshielo, el Sol sí se absorbe y se produce el calentamiento que tenemos ahora. Pero cuando las capas de hielo se expanden, vuelven a funcionar de nuevo como un espejo del Sol y el calor no se absorbe y se enfría todo otra vez. Pero al mismo tiempo, según Essenhigh, la expansión de hielo hace que el Ártico no se cierre del todo.

¿Y por qué este profesor de Conversión de la Energía se arriesga a dar una fecha tan cercana?. Sencillamente porque el deshielo del Ártico nos está avisando que esto puede ocurrir en breve (y no sería la primera vez). Después de miles de años de periodo interglacial, los cambios que congelan el mundo son bruscos, repentinos. «El disparo es rápido ?confirma Millán Millán Muñoz, destacado científico español que vería lógica una glaciación – los últimos estudios publicados demuestran que en unos 5 a 50 años, el planeta Tierra entrará repentinamente en la Era del Hielo o la glaciación, aunque luego se tarde mucho tiempo en salir de ella».

«Gran parte de la cantidad de CO2 que hace millones de años había en la atmósfera, en cuanto a su cantidad respecta, era el doble de la actual. Ese CO2 ahora está en forma de rocas calizas, fósiles… Posteriormente, una vez que baja el efecto invernadero, comienza un ciclo glacial», explica el Dr. Millán Millán Muñoz, un sencillo y campechano granadino («de sabio na», se autodefine, «sólo soy un granaíno malafollá (gruñón)). Este científico español es una autoridad mundial en meteorología. A él precisamente, le ha correspondido diseñar tecnología para medir gases, la cual se utiliza en observatorios de todo el mundo.

Millán, físico e ingeniero aeronáutico, es director del CEAM (Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo) y asesor de las principales instituciones internacionales, reconoce que el panorama del clima es anómalo: «últimamente he visto cosas muy raras. Estoy viendo comportamientos erráticos: empieza una secuencia y a mitad de camino se pasa a otro ciclo. Pocas veces en la historia de la humanidad se ha visto lo que estamos viendo ahora».

Millan advierte que no hay una teoría unánime sobre lo que está ocurriendo en el Planeta Tierra, y, no sería improbable, según algunos estudios publicados recientemente, que entremos en una glaciación brusca .. Y él avisa que las condiciones particulares de España hacen que aquí se noten antes y más los efectos anómalos del cambio climático, especialmente en el Mediterráneo. En Inglaterra, por ejemplo, la masa de aire se renueva 2 ó tres veces al día, mientras que, en el Mediterráneo, tarda 7 ó 10 días en renovarse.

Un informe no oficial y muy crítico de expertos en clima, publicado este año en el Reino Unido por el Foro Europeo sobre Ciencia y Medio Ambiente, subraya que las conclusiones oficiales sobre el cambio climático del Comité de Expertos de la ONU (IPCC: Panel sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas) «se han politizado y no enfatizan la falta de certezas que son importantes a tener en cuenta en el momento de establecer normas». Añaden que la suposición de que sólo algunos científicos son escépticos de la teoría oficial es un «mito de los medios de comunicación».

El informe critica que las predicciones sobre cambios climáticos están basadas en modelos y presunciones que «no sólo que no se conocen sino que son imposibles de conocer», dentro de los paradigmas actuales. Y añade que la información oficial se basa en modelos que no describen adecuadamente las nubes, vapores de agua, aerosoles, corrientes oceánicas y efectos solares.

El Comité sobre los Cambios Climáticos de la ONU, creado en 1988, es la ortodoxia oficial, a menudo dogmática. No acepta ninguna tesis que vaya contra la teoría del efecto invernadero/agujero de ozono. Aunque también consulta a científicos destacados, los directores de los programas suelen ser mediocres teóricos o burócratas, no expresamente investigadores, como Pachauri (el director general) o Dadvison (que dirige la sección del efecto invernadero). A menudo los cargos en la IPCC tienen que ver más con las RR PP, que con la valía científica. Los investigadores que dicen que el calentamiento es natural, son con diferencia, muchos más que los técnicos de la ONU. Pero los especialistas de los medios de comunicación parecen ignorarlos.

Los científicos que dirigen los estudios son Dahe Quin, un meteorólogo chino especialista en glaciares que no ha hecho ningún estudio de impacto internacional, y Susan Salomon, una química discípula de Crutzen y Molina, que mientras sus colegas de vanguardia descubrían el año 2000, síntomas alarmantes de enfriamiento en la Antártica, ella publicaba un libro sobre la expedición de Scott al Polo Sur. Ambos expertos en La Antártida, fueron incapaces de predecir que este Continente se estaba enfriando y aumentaba la capa de hielo. Irónicamente, con sus cuestionados modelos matemáticos, predijeron precisamente lo contrario.

«El cotejo de evidencias sugiere que en cuanto a la afectación del clima por la acción humana, en el mejor de los casos, ésta es mínima en cuanto al clima actual», concluye un estudio de Patrick J. Michaels, climatólogo de la Universidad de Virginia, con el significativo título de «Declinación y caída del calentamiento global». Son muchos los científicos que hasta niegan que haya calentamiento.

EL CALENTAMIENTO PRE-GLACIAL

Como un patrón relativo de conducta climatológica, en fases previas a una Era Glacial, la Tierra ya se ha calentado muchas veces. A principios del siglo XX, el aumento de la temperatura del Planeta fue notable, debido a la concentración de CO2, cuando la industrialización aún era incipiente. Simplemente, a título comparativo, se podría decir que en la época de los dinosaurios, en el Planeta había más CO2 que ahora. El agujero de ozono y la influencia nefasta del hombre ayudan, pero no pueden ser la causa del este calentamiento global de la Tierra.

Según un estudio de la World Meteorological Organization (1985), las emisiones humanas suponen sólo un 7% del total de gases que pululan en la atmósfera: metano, protóxido de nitrógeno o clorofluorocarbonos (CFC), vapor de agua, etc… Según estadísticas la ONU de 1995, el porcentaje del CO2 sería de un 5% y otras fuentes lo rebajan al 3,5 %. Y un 5 % no calienta el mundo. Además, el principal causante del «efecto invernadero» no es el CO2, sino el vapor de agua.

James Hansen, un científico de la NASA, después de «temer» y estudiar durante años el «efecto invernadero», en un artículo de la Academia Nacional de Ciencias de EEUU, ha llegado a la conclusión de que los gases humanos no son perjudiciales. Y toda la alarma mediática del calentamiento empezó en 1988, por la opinión de Hansen con un informe que dio al Senado de EE UU.

M. Budyko, otra autoridad mundial, dice que el CO2 es bueno y que debemos recibirlo con los brazos abiertos. Lo mismo pensaba, a finales del siglo XIX, el nóbel sueco Svante Arrhenius, el primero en hablar del «efecto invernadero». Arrhenius no sólo no estableció que el aumento de CO2 era malo, sino que dijo que era bueno, ya que el clima cálido provocaba prosperidad.

Estos gases llamados «gases sierra o manta», se han formado siempre naturalmente y son los que regulan la temperatura del planeta junto con los casquetes polares que funcionan como una especie de Termostato. Cuando los hielos cambian, cambia el mundo. Por eso hay una estrecha conexión entre estos gases, los movimientos de los polos, las corrientes marinas, las glaciaciones, el clima y la evolución.

Essenhigh asegura que, en realidad, los científicos contabilizan mal las emisiones de los «gases sierra». Aparte, se basan en un informe obsoleto de la Academia Nacional de Ciencias de 1977, que utilizaba unos parámetros equivocados, como por ejemplo, no incluir el agua en su fase gaseosa.

Nuestros satélites ambientales también están anticuados. Por eso, recientemente la agencia europea ha puesto en órbita un nuevo satélite llamado ENVISAT, consciente de las limitaciones de la tecnología actual (que es con la que los científicos han elaborado la teoría oficial del calentamiento). Hay que decir, además, que la ciencia de la climatología es nueva. Sólo tiene 30 años y «sus teorías de sistemas están en la infancia» (según el experto en clima Antonio Ruiz del Elvira). La ciencia no comprende muy bien lo que está pasando.

Muchas predicciones se hacen con modelos matemáticos que, hasta el momento, no aciertan a dar una explicación convincente sobre lo que está pasado. Todas son hipótesis: aunque son incontables las evidencias que apuntan a la próxima llegada del hielo, pronosticada ya por científicos durante los años 70.

En la Supertormenta Globa que ocurrió el año 2000, Bell y Strieber ya habían sugerido que otras eras glaciales habían sido precedidas de un calentamiento global por la acumulación de metano en la atmósfera, lo que posteriormente cambiaba el clima y las corrientes marinas y finalizaba en una Era Glacial . Esto antes era una hipótesis, pero desde Abril de este año, un estudio en Science de dos científicos estadounidenses, Spero y Lean, confirmó que los cambios en las corrientes marinas son determinantes en las mutaciones climáticas bruscas. Se basaron en un análisis con carbono de fósiles en épocas glaciales.

Precisamente, fenómenos como los de El Niño o la Niña, están originados por el cambio de corrientes, lo que calienta las aguas en el Pacífico, produciendo presuntamente numerosos efectos catastróficos. Este fenómeno se llama así porque los pescadores peruanos advirtieron que el fenómeno llegaba en Diciembre, con El Niño Dios. La Niña, produce el efecto contrario: enfría las aguas.

El Niño no es nuevo, ya que se ha constatado que ya funcionaba hace unos 17.500 ó 18.000 años, cuando se produjo la última máxima glaciación o momento de máxima extensión de los casquetes de hielo .. Ni siquiera está claro que este fenómeno produzca las tormentas (según muchos científicos como Billy Kessler, oceanógrafo del Pacific Marine Enviromental Laboratory). Y, en realidad, es sólo una fluctuación, entre muchas, del clima. Decir que el cambio climático se debe sólo al El Niño o La Niña, es incorrecto y difícil de demostrar.

Otro estudio de Howard Conway y su equipo de la Universidad de Washington, publicado en Science (1999), concluía con que el deshielo es un proceso natural que no se debe al efecto invernadero, y que se inició ya hace unos 10.000 años, en el Holoceno. Para Conway, la desintegración de grandes bloques polares es inevitable, lo cual aumentará el nivel del mar y hará desaparecer numerosas áreas costeras.

El Fondo Mundial de la Naturaleza (WWF) ha declarado que el aumento del nivel mar inundaría ciudades como Nueva York o Miami. El aumento de las aguas puede ser de 7, 20, 50 o hasta 500 metros, según Janet Dalziell, especialista de la Misión Antártica de Greenpeace. Quedarían afectados unos 2000 millones de habitantes de zonas costeras, en algunas de las cuales, tales como Corea, Taiwán o Japón, hay centrales nucleares. Aunque, se asume que, una vez que la Era Glacial realmente pueda instalarse, el nivel de las aguas descendería.

Según la ONU (Informe Sobre el Clima, 2001) la temperatura podría subir entre 2 y 6 grados y el deshielo elevaría los océanos en unos 88 centímetros. Y, en ese escenario, con seguridad, para el año 2020, todas las playas españolas desaparecerían, si no lo hacen antes. Cada año cambiarán y habrá que regenerarlas. En España la industria del Turismo debería replantear su estrategia por completo. Con sólo 30 cm. que crezca el océano, podrían desaparecer unos 300 metros o más de costa.

Si aplicamos la «Teoría Sobre la Inundación de La Atlántida» del geólogo francés Collina-Girard (quien asegura que este Continente estaba en El Estrecho de Gilbraltar), en caso de que se produjese una catástrofe similar, todas las ciudades costeras de España, desaparecerían. Igualmente, según Lonnie Thompson, de la Universidad Estatal de Ohio, las nieves del Kilimanjaro se esfumarían en 15 años, aunque lo más probable es que desaparezcan antes y luego se vuelvan a helar. Eso sí -el Kilimanjaro no se transforma- porque en estas fases cataclísmicas todo cambia: la superficie de la Tierra se pliega y los vergeles se convierten en desiertos o se hielan (así fue el Sahara o Groenlandia) y los desiertos se tornan en mares, o viceversa.

El reputado meteorólogo Terrence Joyce, del Woods Hole Oceanographic Institute, ha publicado un artículo en The Washington Post titulado » El calor antes del frío». En él también augura la llegada repentina de una Era Glacial. «Las condiciones actuales hacen esta transición más probable ?nos ha declarado en exclusiva-. Una vez que comience el clima frío, éste se establecería en unos 10 años, aunque carecemos de medios de observación para decir exactamente qué es lo que está ocurriendo ahora».

Ideas similares plantean los investigadores como Broecker, Stocker y Schmittner en numerosos estudios (Revistaas Nature, Science). Los dos últimos anunciaron las inundaciones actuales, las cuales son achacadas al deshielo de los polos y creen que el aumento de C02 puede provocar el bloqueo de la Corriente del Golfo, produciendo un enfriamiento súbito que llevará a Europa a una rápida congelación, como ya predijo Rahmstof en Nature (1997).

Gerard Bohm, de la Universidad de Columbia, insiste en lo mismo: que paradójicamente el calentamiento acabará con un enfriamiento y una consiguiente Era Glacial. En zonas de Siberia y Sudamérica, ya se están dando fenómenos de frío completamente anormales. Peter Clark, un experto en glaciares y cambios climáticos prehistóricos, corrobora afirmando que Europa se va a congelar.

Un prestigioso neurólogo, William H. Calvin, ha mencionado en un estudio publicado en Atlantic Monthly (1998) que, el clima en Europa será como el de Liberia, y que además, los cambios serán repentinos -quizá en un decenio- y que la agricultura topará con la mayor crisis de su historia.

«El clima cambiará bruscamente a un modo seco-ventoso-fresco-polvoriento (…) -nos ha declarado en exclusiva William H. Calvin- y que en un futuro lejano, Canadá y Escandinavia podrían congelarse. El clima puede cambiar en cualquier momento en que la Corriente Atlántica del Norte, modificada por la Corriente del Golfo, se debilite, aunque ya lleva 40 ó 50 años debilitándose».

Si llegara una Era Glacial, el cerebro humano mutaría, ya que ha sido siempre en las eras glaciales cuando se han producido cambios determinantes en la biología terrestre: «el frío hace bien al cerebro», ha dicho W.H. Calvin, experto en la influencia del clima en el cerebro. David Stoney, también neurólogo de vanguardia estadounidense, habla ya de las «neuronas del hielo»: la Nueva Era Glacial cambiaría y perfeccionaría el cerebro humano. Su teoría sostiene que, tras la nueva glaciación, nacerá una especie de hombre de mente superconsciente. Algo así como el homo supersapiens .

EL CALOR ANTES DEL FRÍO

Otra autoridad mundial, el climatólogo del MIT (Massachusetts Institute of Technology), Richard Lindzden, declaró en Junio al «Corriere de la Sera», que «el mundo se dirige hacia una Nueva Era Glacial», aunque él lo ve a muy largo plazo. Asimismo, niega que el CO2 tenga que ver con el cambio climático.

Los investigadores del NGRIP (North Greenland Ice-Core), que llevan 6 años haciendo un estudio en Groenlandia, creen que el periodo de estabilidad climática que el hombre ha vivido durante los últimos milenios, está a punto de ser relevado por una Era Glacial. Y así podríamos citar una lista interminable de científicos que sospechan que se avecina una próxima glaciación .

Otro destacado científico español consultado, que asume que el calentamiento ha sido provocado por influencia humana, Antonio Ruiz del Elvira, catedrático de Física de la Universidad de Alcalá, asesor del Instituto de Meteorología Max Plank y autoridad en Programas de Clima para Puertos del Estado, reconoce que «puede llegar una glaciación si se interrumpe la Corriente del Golfo por el deshielo de la Ártico, si seguimos calentando la atmósfera brutalmente». Según Martínez Pisón, de la Universidad Autónoma de Madrid, los aludes glaciares (que también están aumentando) son también un indicio de una próxima glaciación.

EL DESHIELO CAMBIA EL CLIMA

¿Y por qué llega una glaciación? No se sabe a ciencia cierta. Se cree que el mundo se enfría ?siempre de súbito, tras un largo proceso precedente- por desplazamientos de las placas polares y continentales (Hapgood, Wegener), por movimientos en la rotación, traslación y nutación (balanceo del eje) de la Tierra (según Milankovich), o por impacto de un asteroide, cometa etc. (Velikovsky o F. Barbiero).

Los cambios climáticos más bruscos en la historia de la Tierra ?algunos de hasta 15 grados en unas décadas- han ocurrido siempre en los periodos glaciares o preglaciares, cuando grandes placas de hielo se desplazaron en las regiones polares.

Las anteriores glaciaciones se atribuyen a los desplazamientos de los Polos, así como las grandes catástrofes mitológicas que conocemos como los diluvios universales. El deshielo y las inundaciones globales son síntomas del desplazamiento de los Polos, y el aviso de un inminente cambio climático o glaciación. Así, el Polo Norte se puede mover en su parte oriental hacia el sur, y, el Polo Sur, se puede mover en su parte occidental hacia el norte, o viceversa.

¿Y existe alguna evidencia científica del desplazamiento de los Polos? La respuesta es sí. Esto se mide con el llamado movimiento de nutación (del Eje de la Tierra) o Chandler Wobble, también conocido como el «balanceo de Chandler».

LOS POLOS SE ESTÁN MOVIENDO

Un observatorio geográfico de París recoge los datos junto a otras instituciones científicas como el IERS o Servicio Internacional de Rotación de la Tierra. En los últimos años, se ha producido un claro movimiento en el Polo Norte, en el Hemisferio Occidental, de norte a sur, de unos 10 cm. por año, al margen de otras anomalías, los que se pueden advertir en los gráficos que aportan estas instituciones. Con todo, los desplazamientos no son fáciles de advertir a priori, aparte se cree que éstos suelen ser bruscos o repentinos. El anómalo enfriamiento de la Antártida, junto a zonas de específicos deshielo, podría explicarse por un desplazamiento del Polo Sur.

En los últimos 1,8 millones de años se han producido unas 17 glaciaciones, y, en toda la historia de la humanidad, ha habido dos glaciaciones significativas. Después de la primera ?hace unos 200 millones de años-, se produjo una extinción masiva, los animales se convirtieron en gigantes y nacieron los dinosaurios. El desplazamiento de los polos hizo que la Tierra (que para ese entonces estaba unida en un solo bloque), comenzara a separarse en continentes.

Después de la segunda glaciación, ocurrida aproximadamente ?hace unos 65 millones de años-, los dinosaurios y otras muchas especies desaparecieron repentinamente y aparecieron animales más pequeños y también el hombre. Los continentes tomaron la forma actual. Precisamente en esa Época Jurásica, el contenido de CO2 en la atmósfera era muy superior al actual.

 «Hay unos 20.000 años de período interglacial ?explica Ruiz de Elvira- y el máximo interglacial ocurrió hace unos 8000 años, así que (en condiciones normales) la próxima glaciación debería empezar en 2000 años». Pero Millán matiza que tampoco hubiera sido improbable entrar en una Era Glacial en el siglo pasado o en un futuro cercano».

«Lo que pasa ?añade Manuel Toharia- es que los cálculos de calentamiento se hacen con modelos matemáticos poco afinados, y lo que es peor, tratándose de un sistema climático global que es caótico, no lineal. Ello introduce mucha incertidumbre…. En todo caso, ya en los siglos XVI – XVII hubo una pequeña Edad de Hielo o «miniglaciación» y nadie sabe por qué…y desde entonces las temperaturas están subiendo, cuando aún no se había iniciado la industrialización en el mundo».

Obviamente, una Tercera Gran Era Glacial cambiaría la faz de la Tierra, la geografía, la salud, la psicología, la biología, el cerebro, la economía…., en síntesis, cambiaría toda la civilización. Muchas especies se extinguirían y nacerían o mutarían otras muchas, incluido el hombre. De hecho, en estos tiempos, los árboles ya florecen antes, las hojas se caen más tarde, las codornices llegan con 33 días de retraso, las cigüeñas cambian sus rutas, la primavera es más larga y el verano parece invierno u otoño. Seguramente, las frutas tempranas irán eliminándose, avisa, el Dr. Millan.

Y para rematarlo… también debido al cambio climático, extraños aerolitos -compuestos básicamente de hielo- caen del cielo, según un artículo publicado en Science (2002). La incertidumbre es tal que ahora, hasta las compañías de seguros, como Liffe, ya negocian contratos futuros tomando en cuenta los cambios del tiempo .

La mitología indica que las hecatombes ya han ocurrido en varias ocasiones, en épocas de cambio climático, glaciación o desplazamientos polares. Se dice que hace unos 26.000 años, el Continente de Lemuria o Mu, situado en el Pacífico, quedó sepultado por las aguas (esto coincidiría con uno de los ciclos de Milankovich relacionado con el «Balanceo de Chandler», es decir, ahora le tocaría vivir a la Tierra «un nuevo meneo cataclísmico…»). Precisamente, Madagascar con una zoología completamente inexplicable, o, en su caso, la Isla de Pascua, serían restos de ese continente perdido.

Y hace unos 12.500 años, los océanos también se habrían tragado La Atlántida en 24 horas, según relató Platón en El Timeo y Critias. Existen evidencias de esta hecatombe en Oregon (EE UU) (Nature, Nº 374, 1995), y, en otras muchas partes del mundo.

El mito del diluvio es universal y aparece en muchos libros sagrados de varias culturas y religiones dispersas a lo largo y ancho del mundo. El equipo de Robert Ballard -el que encontró El Titanic- en septiembre del 2000, descubrió una ciudad sumergida en el Mar Negro, en Turquía, de unos 8000 años de antigüedad, lo que prueba que las ciudades sumergidas o emergidas (Machu Pichu) son una realidad de la historia de la geología. Si como se teme, el deshielo es el que abre el estrecho de Dinamarca, entre Groenlandia e Islandia: seguramente, se habría tenido que abrir una suerte de puerta de 3 kilómetros de ancho, con un caudal capaz de llenar en el tiempo de un segundo, 40 estadios de fútbol de 30 pisos…

Y los hechos no son sólo mitológicos. Según el eminente geólogo de la Universidad de Miami, Cesare Emiliani: «El casquete polar que cubría América del Norte sufrió un súbito derrumbamiento debido a un rápido deshielo. En esas condiciones, se presume que inmensas cantidades de agua habrían llegado al Golfo de México, desencadenando un maremoto que dio la vuelta a todo nuestro planeta en menos de 24 horas». Y esto habría ocurrido hace unos 12.500 años, cuando se dice que La Atlántida fue tragada por las aguas del mar, debido a la ira de Poseidón.

Lo tsunamis u olas gigantes de 30 ó 100 metros, así como los maremotos podrían inundar y destruir zonas costeras en cuestión de horas. Videntes como Edgar Cayce y Sir Arthur Conan Doyle han hablado de estos maremotos y han predicho que la mitad de Japón desaparecería, así como varios países de la Zona Oriental del Mediterráneo. También Nostradamus dijo que muchas ciudades costeras desaparecerían. Desde el 2000, los desastres naturales han aumentado en todo el mundo. La Organización Meteorológica Mundial (WMO) estima que al año mueren unas 250.000 personas en desastres planetarios, causando unas pérdidas entre 50 y 100 billones de euros.

Casi toda España, excepto la región de Galicia, está en zona sísmica-volcánica (aunque, por el momento, no es de las más activas…). La zona sísmica y de levante del Sur, especialmente, las regiones de Murcia (recientemente ha habido un terremoto), Málaga, Castellón, Valencia, Marbella y Almería podrían ser centros de peligro inminente. El Dr. Millán, avisa que toda la zona del Mediterráneo será de las zonas más afectadas por el cambio climático, especialmente por gota fría (lluvias torrenciales de otoño), porque el calentamiento perturba el régimen de tormentas.

Charles Hapgood, autor del famoso libro: «Los movimientos de la corteza terrestre» (1958), cuyas audaces teorías fueron tomadas en cuenta por Einstein, vaticinó un próximo desplazamiento de los polos y una nueva Era Glacial .

Según la paleontología, los cambios bruscos de clima, las inundaciones, el aumento de la actividad de solar, volcánica y sísmica, son síntomas previos comunes a todas las nuevas eras glaciales. Y, coincidentemente, todo ello está ocurriendo ahora .

El ex ingeniero de la NASA, James Bowles, cree que las anomalías en la rotación de la Tierra, podrían provocar en cualquier momento, un desplazamiento de los polos. Otros autores como H.A. Brown o John White con su bestseller: «El desplazamiento de los Polos», han alertado también del peligro de cataclismos, aunque ahora no lo ve tan probable. En EE.UU. ya hay algunos grupos que se dedican a difundir cursillos de supervivencia y a concienciar a la sociedad del peligro que se avecina.

Según el geofísico Julio Gianibelli, en un futuro cercano va a haber cambios en los polos magnéticos (que son distintos a los geográficos) y vamos a tener un campo magnético más pequeño, que hará a nuestro mundo, más inestable y producirá cambios biológicos (por la gran radiación en la atmósfera), meteorológicos y atmosféricos. Los polos magnéticos cambian cada cierto tiempo, pero siguen un patrón de conducta caracterizados por grandes ciclos de 8000 ó 960 años. Cada cierto tiempo, los polos magnéticos y geográficos se recolocan en otros lugares, y, el resultado, que depende de la aceleración y grado de esta nueva posición, provocan gigantescos trastornos geológicos y medioambientales.

ERA GLACIAL Y ERA DE ACUARIO

Las coincidencias terrestres y celestes, físicas, psíquicas, esotéricas y filosóficas parecen recurrentes. Según los astrólogos, el gran eclipse solar de agosto de 1999 y la gran alineación planetaria del 5 de mayo del 2000, constituyeron el inicio de la Nueva Era: vale decir, ese habría sido el ‘amanecer’ de la Era de Acuario. En el 2000, se dio también el máximo de la actividad solar. En el año 1998, Neptuno entró en Acuario por donde transitará hasta el 2012. Este es el planeta de la mente inconsciente que provoca el despertar masivo de la conciencia.

El investigador Richard W. Noone, sostiene en su documentada obra: «Hielo, el último desastre» (1982) que la alineación planetaria del 2000 hará que la Tierra cambie su eje de rotación, y, de esa manera, el hielo del Polo Sur se extenderá por todo el mundo, provocando un gran desastre. La ensayista Marylin Ferguson cree advertir una soterrada «Conspiración de Acuario» en el mundo de la intelligentsia y la contracultura, mientras que el astrónomo Paul Otto Hesse advierte (desde 1961), que la Tierra se acerca a un Cinturón de Fotones que en el año 2012 afectaría a la conciencia planetaria, aunque esto no tiene ninguna base científica.

Lo de la Nueva Era es un lugar común. Numerosos videntes, digamos de cierto nombre, han anunciado la llegada de una nueva fase en la historia de la humanidad, tras un periodo de catástrofes, motivado por el desplazamiento de los polos y la glaciación. Así lo han predicho los mencionados Edgar Cayce (que se ha equivocado varias veces y también auguró la Era Glacial a partir del 2000) y Sir Arthur Conan Doyle, así como Nostradamus (que también se equivocó diciendo que el año 1999 iba a venir algo del cielo), P.R. Sarkar, el Conde Hamon, R. C. Anderson y Nicolas Roerich.

Algunos incluso han dicho que la glaciación puede ocurrir en cuestión de…¡¡¡horas o días!!! Debe recordarse aquí que en la anterior gran glaciación quedaron congelados mamuts que estaban en plena digestión (con flores en sus bocas y estómagos). Aunque éste es un enigma de continuo debate científico.

Los mapas de Piri Reis, encontrados por Charles Hapgood, sorprendentemente, en pleno siglo XVI, año de su elaboración, reflejan a La Antartida… cuando este Continente aún no había sido descubierto, así como también a América, en una época en que no se tenían conocimientos topográficos). Ambas regiones aparecen sin hielo. Según Hapgood, puesto que aún no se habían congelado: se helaron posterior y súbitamente. Ésta es una prueba de que estos procesos de glaciación y/o congelamiento son bruscos y abruptos.

INVIERNO NUCLEAR

Resulta curioso comprobar que incluso si se produjera una guerra nuclear, uno de los efectos seguros del escenario futuro sería el de un inexorable enfriamiento y glaciación. Los estudios de Crutzen demostraron que el dióxido de nitrógeno (proveniente de la explosión atómica) reaccionaría con el agua, produciendo ácidos que van a dar a la estratosfera en donde absorben radiación solar, destruyendo el ozono y calentando esos niveles, para luego enfriar los inferiores. Es lo que se ha bautizado como: invierno nuclear.

El aumento de temperatura es como un invierno nuclear. De similar manera funciona el metano y los gases que han producido el calentamiento terrestre. Primero calientan el mundo, luego cambian el clima y finalmente, ayudados por la expansión del deshielo y el cambio de las corrientes, lo enfrían todo por un periodo prolongado de tiempo. Según Crutzen, «estos dos fenómenos tienen poco que ver entre sí».

Una mutación biológica humana por la Era Glacial puede sonar extraño, pero también muchos grandes filósofos y científicos han augurado un próximo salto cualitativo de la humanidad: Toynbee, Spengler, Spencer, Theilhard de Chardin, Hegel, Arthur Eddington… todos ellos hablaron de la llegada de un nuevo paradigma en la historia de la humanidad: el Punto Omega, la eterialización, El Final de la Historia, un nivel más complejo y evolucionado del hombre y la civilización.

¿QUÉ ESTA PASANDO EN NUESTRO PLANETA? ¿POR QUÉ OCURRE UNA NUEVA GLACIACIÓN?

La respuesta es la misma que: ¿por qué aparecieron los dinosaurios o el hombre? ¿O por qué desaparecieron los dinosaurios (y súbitamente…)?

El cambio climático y la glaciación sería un proceso natural en la evolución biogeológica. Un salto cualitativo hacia un modelo más complejo. Y si es así el hombre no podría hacer absolutamente nada para evitarlo. Y las catástrofes anunciadas serían sólo fenómenos temporales y naturales de ajuste .

Quizá todo se deba a lo que el Nóbel hungaro Albert Szent-Giorgi llamó «sintropía» o movimiento hacia el autoperfeccionamiento en la Naturaleza. Así pues el futuro parece a fin de cuentas brillante y el Ave Fénix podría resurgir de sus cenizas.

¿QUÉ ES EL EFECTO INVERNADERO?

Nuestra atmósfera está compuesta de aire, es decir, de oxígeno y nitrógeno. Este aire es un estabilizador de la temperatura de la Tierra, pues conserva la cantidad de calor suficiente para la vida. El dióxido de carbono o C02, y otros gases producidos por la combustión del petróleo, carbón etc… van a parar a la atmósfera, haciendo que ésta retenga más calor. Así se produce un efecto similar al de los invernaderos, en los que el vidrio o plástico hace que la temperatura no disminuya.

Sin embargo, el C02 también lo produce la Naturaleza: viene de la respiración de los seres vivos o de las erupciones volcánicas. Normalmente la fotosíntesis de las plantas lo descompone y lo convierte de nuevo en oxígeno.

Pero los procesos preglaciales, la contaminación y la desforestación han modificado el equilibrio de los gases y las plantas ya no pueden descomponerlo. Esto calienta la Tierra .

El llamado Protocolo de Kioto de 1999, o la Cumbre de Desarrollo Sostenible de Johanesburgo, Sud Africa, celebrada en pasados años, pretenden frenar el efecto invernadero. Para algunos, estas reuniones son inútiles, si todo es un proceso natural de glaciación.

¿QUÉ ES EL AGUJERO DE OZONO?

En 1985 unos científicos del British Antartic Survey que investigaban en la Antártida advirtieron anomalías en la atmósfera, atribuyéndolas a la influencia de la contaminación del efecto invernadero, que se suponía creaba un agujero de ozono en la atmósfera. Así la radiación solar «ultravioleta» era más fuerte y calentaba y dañaba el Planeta, como ya habían sugerido Crutzen, Rowland y Molina. No faltan científicos críticos a esta teoría, quienes dicen que el calentamiento del Planeta es natural.

¿QUÉ ES EL NIÑO?

‘El Niño’ es un fenómeno meteorológico cíclico que supone un desequilibrio en los océanos y la atmósfera de la zona tropical del Pacífico. Se dice que provoca catástrofes e importantes consecuencias en el clima de todo el Planeta, pero esto no es aceptado por todos los científicos, ya que está claro que muchos de los desastres que asolan el Planeta no se deben precisamente a El Niño. Tampoco se sabe -a ciencia cierta- la causa u origen de este fenómeno. Desde el siglo XIX, los científicos empezaron a hablar de él, y desde 1960 se comprobó que su efecto no es sólo local.

No es nuevo y se cree que se produce desde hace unos 18.000 años. Su efecto contrario, que enfría las aguas de los mares, se conoce como el fenómeno de La Niña. Se llama así porque fueron pescadores peruanos los primeros en dar nombre al fenómeno, en razón a que aparecía en Diciembre, con la llegada del Niño Dios. También se le conoce como ENOS, El Niño Oscilación del Sur.

QUÉ ES UNA ERA GLACIAL

Una Era Glacial o glaciación es un proceso cíclico del clima que provoca mutaciones capitales en la evolución del Planeta y los seres vivos. Se caracteriza por el frío y la invasión de hielo en zonas muy extensas de distintos continentes.

Está ligada a la evolución del hielo de los polos, que funcionan como un gigantesco termostato del clima del mundo: cuando cambian, cambian las corrientes marinas, que son la calefacción de la Tierra, y todo el Planeta se transforma.

TRES PREDICCIONES CLÁSICAS QUE ‘HIELAN LA SANGRE’

1.- SHERLOK HOLMES AVISA DEL DILUVIO DESDE EL MÁS ALLÁ

Sir Arthur Conan Doyle, que era médico y espiritista, ha sido uno de los vaticinadores de un cataclismo global. Dijo haber recibido información contactando en sesiones mediúmnicas con entidades del más allá. Sus predicciones catastróficas parecen calcadas de las de otro vidente estadounidense, Edgar Cayce. El Alma de Sherlok Holmes, la mente más sagaz e inteligente de la historia de la literatura, ve claro lo que se nos avecina: «elemental, querido Watson: ¡DANGER!»:

Dichas predicciones dicen lo siguiente:

«Llegará un periodo de convulsiones naturales durante el cual una gran parte de la raza humana desaparecerá. Terremotos de gran severidad, enormes maremotos serán los agentes causantes. La guerra aparecerá solamente en los estados iniciales como un claro indicio de la crisis que se avecina. La crisis será repentina. La destrucción y dislocación de la vida civilizada será algo que supere todo lo imaginable. Habrá un corto periodo de caos seguido de cierta reconstrucción; el periodo total de catástrofes será de tres años. Los principales centros de destrucción serán el Mediterráneo Oriental, donde no menos de 5 países desaparecerán completamente.

También en el Atlántico habrá un emergimiento de tierra que provocará grandes desastres a los americanos, los irlandeses y la costa occidental de Europa, incluyendo las partes bajas de la costa británica. Habrá también posteriores hecatombes colosales en la parte sur del Pacífico y en el área de Japón. La humanidad sólo se salvará si se vuelca en los valores espirituales»

 Sir Arthur Conan Doyle. (1859-1930)

2.- EDGAR CAYCE: EUROPA SE PARTE, JAPÓN DESAPARECE

Las predicciones de Cayce se parecen bastante a las anteriores:

» (…) El mundo se oscurecerá y se romperá por varias partes…(…) Con relación a los cambios físicos de nuevo, la tierra se romperá en la porción oeste de América. La mayor parte de Japón se hundirá en el océano. La parte superior de Europa cambiará en un abrir y cerrar de ojos. Aparecerá tierra en las costas orientales de América. Se producirán levantamientos en el Ártico y en el Antártico que provocarán la erupción de volcanes en las zonas tórridas y el desplazamiento de los polos – de tal forma que, donde ha sido frío o semitropical, se convertirá en más tropical, y crecerán el musgo y el helecho. (…) y llegará una Era Glacial. Se descubrirán los secretos de la Atlántida (…) y llegará un nuevo líder espiritual…»

Edgar Cayce (1877-1945)

3.- LOS HOPIS: GUERRA, ERA GLACIAL Y GOBIERNO MUNDIAL

Las predicciones de los Indios Hopi de Arizona, Estados Unidos, resultan tremendamente interesantes e incluso misteriosamente científicas (¡hasta el momento!).

Hablan de cinco mundos. El primero fue destruido por la actividad volcánica (que asoló Arizona hace 250.000 años, dejando huellas irrefutables); el segundo fue destruido por el hielo (glaciación hace unos 100.000 años) y el tercero, que era una civilización muy avanzada, fue destruido por un diluvio (hace unos 12.000 años, La Atlántida). En todos los casos fueron castigos del Creador para purgar el karma de los hombres egoístas y codiciosos.

El cuarto mundo es el que tenemos ahora y será destruido por los cuatro elementos (tierra, fuego, aire y agua): inundaciones, vientos, terremotos y erupciones volcánicas. Estallará la Tercera Guerra Mundial Nuclear en el área de China, India, países islámicos y África. Finalmente llegará una Era Glacial y unos hombres de vestiduras rojizas, cuyos símbolos serán la esvástica y un Sol naciente, ayudarán a los supervivientes y crearán el quinto mundo de paz, gobierno mundial y una religión universal completamente nueva.» Nostradamus también predijo esta Edad de Oro.

¡AMEMOS! Para que todo esto no suceda.



1 comentario

  1. Amor solo amor es lo que necesitamos dar , irradiar ,enviar a todos los habitantes de la tierra ,amor a la madre tierra y activar los cristales de la tierra que es la energia vital ,es abrir nuestro corazon centrarnos en nosotros mismos y dar amor incondicional ,es entregarnos a la transformacion al cambio para unificarnos como seres de luz que somos a el gran plan cosmico de padre- madre DIOS.

    un saludo y amor mucho amor les envio desde toulouse -francia.

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