El crucigrama de la existencia por Domingo Díaz
28 de Abril de 2012
La creación es como un crucigrama.
En líneas verticales están las leyes de la propia creación, los principios mentales de la Mente Única que la rigen y soportan. En líneas horizontales, la realidad física manifestada en su ámbito más amplio de existencia.
Con el lápiz en la mano, cada ser humano. No tiene las preguntas, ni a verticales ni a horizontales. Tampoco tiene las respuestas. Pero tiene dos herramientas, tanto para las unas como para las otras, sus sentidos y su percepción para las horizontales, su mente y su intuición para las verticales.
Le falta un método. ¿Cómo resolver el crucigrama de la creación, partiendo de cero?. Pero le sobra la testarudez y la persistencia que derivan de su necesidad última de “conocer” el gran secreto de la existencia.
Dialéctica es la palabra. Como ésta pertenece al diccionario de filosofía marxista, lo llamaremos “prueba y error”, expresión mucho más aceptada en el vocabulario científico. ¿Un atajo para este largo camino?. Aprender a hacer las preguntas correctas. Trabajar antes en las preguntas que en las respuestas.
Para cualquier problema, para cualquier entorno, para cualquier encrucijada, si la pregunta formulada es la correcta, o está cerca de ella, la respuesta aparece por sí sola, como el escondido que ha sido descubierto por la luz de unos focos inquisidores y se entrega sin resistencia, o al menos pergeña sus perfiles más definitorios.
Recordemos aquello de que: cuando el problema ha sido bien definido estamos la solución aparece por sí sola.
La realidad física creada y manifestada está ahí, en los cuadros del crucigrama. Nuestra única posibilidad cognoscitiva es acertar con las preguntas, mentales y sensoriales, correctas que desvelen las respuestas ocultas en los cuadros. Pero para que las respuestas se desvelen y muestren completas hay que acertar con las preguntas de ambos lados.
El proceso de la pregunta es siempre mental, por definición para las verticales, porque todo proceso de recogida sensorial de información se convierte a la postre en un proceso mental de interpretación y plasmación de cierta realidad en la mente. Todo el proceso cognoscitivo humano es mental, como no podía ser de otro modo pues toda la creación no es más que una manifestación física de la Inteligencia Suprema todo Mente.
Obsérvese que hemos hablado de Mente y de mente, no de razón, ya que la razón es tan solo una facultad más, y no la única ni la más poderosa, de la capacidad mental.
Conclusiones temporales: ¿estás haciéndote las preguntas adecuadas para conducir tu vida? ¿estás siquiera haciéndote preguntas para conocer la realidad? ¿el Universo?. ¿buscas las respuestas a tus problemas sin haber profundizado en el planteamiento de las preguntas correctas?.
Consejos (si se me permiten): No dejes que los árboles del día a día te impidan ver el bosque de quién en realidad eres. Huye de las preguntas concretas, concisas y prácticas, que, como mucho, te llevarán a conocer aspectos muy parciales y limitados de tu existencia, con el gran riesgo de convertir la “parte” en el “Todo”. Eleva tu mente con las alas que da un corazón abierto.
Domingo Díaz Asensio