El Ojo, Extractos de conferencias del Maestro Beinsá Dunó
El ojo del hombre es una forma Divina viva, en la cual está escrito cómo están organizados todo el Cosmos, todo el Sistema Solar y por fin cómo está organizada la vida también.
El ojo del hombre fue creado en último lugar. Él tiene el origen más alto. Aquel que puede leer por el ojo, es un hombre sabio. Todos los clarividentes más destacados, todos los adeptos y maestros de la humanidad leen y aprenden por el ojo.
Nosotros podemos conocer el pasado, el presente y el futuro del hombre por su ojo. Todo lo que puede ocurrir con el ser humano está escrito en su ojo. Todos los estados dolorosos se reflejan en los ojos de la gente. Ahí ocurren ciertos entrecruzamientos de los círculos, de los cuales las corrientes correctas en los ojos se cortan. Aquel que puede leer por los ojos, cuando mire en ellos, conocerá que un hombre va a morir, por ejemplo, de tisis dentro de un año.
En el ojo está escrito todo el pasado del hombre, toda su vida. No solo esto, sino que en el ojo se dan una serie de órdenes y recetas de cómo el hombre puede curarse y cómo superar las dificultades en la vida.
Cristo dice: “Si tu ojo es puro, todo tu cuerpo estará puro; y si tu ojo es impuro, todo tu cuerpo impuro será”. Como es el ojo, así es el cuerpo también.
El ojo hace al hombre libre. Él es un emblema de la libertad.
Desde el punto de vista de la frenología, el lugar de la Verdad está en los ojos. El hombre piensa no solo a través de su cerebro, sino a través de sus ojos también. El espíritu humano, que estudia todo en plenitud, entra en el mismo ser humano y se manifiesta como pensamiento, como un camino hacia la Verdad. Los ojos deben ser una expresión de la Verdad. Si tu espíritu entra en el ojo y a través de él ve la prudencia y la belleza en la vida, tú eres un hombre de la Verdad, tus ojos piensan recto.
El ojo humano es una proyección de otro ojo, todavía más perfecto que estos que vemos. A Dios siempre le pintan con un ojo. ¿Por qué no le pintan con dos ojos? Entonces el ojo Divino, cuando se ha proyectado en el mundo físico, se ha dividido en dos.
Si miras a los ojos del hombre conocerás la pureza de su corazón, la nobleza de su alma. El que no puede leer por los ojos, él no sabe nada del alma.
Cuando los ojos se hunden, esto muestra que las condiciones externas son malas. El hombre empieza a preocuparse, resultado de lo cual los ojos se hunden hacia adentro. Si los ojos son prominentes, esto muestra que sus condiciones son buenas. Este es un diagnóstico por el cual se determina el estado saludable del organismo humano.
Los ojos del hombre bueno son prominentes, llenos y agradables. En ellos se lee bondad y suavidad del carácter.
Si el hombre es gozoso, tiene ojos abiertos y prominentes. Si es pesimista y mira a la gente y a la vida con una mirada obscura, tendrá ojos hundidos hacia adentro. Tanto más la atención del ser humano se enfoca en la vida interna, tanto menos se alimentan los ojos. La gente mundana que quiere verlo todo, y se alegran como niños, envía más sangre hacia sus ojos y es por eso que sus ojos son más sanos. La gente que es muy pensativa deteriora sus ojos.
Cuando estudiáis el organismo humano, prestad atención a los ojos y a la distancia entre uno y otro, como también a la distancia entre ellos y la boca. Cuanto más grande es la distancia entre los ojos, tanto más conservador es el hombre, y su organismo es más resistente. Si la distancia es menor, el organismo es débil. Cuanto mayor es la distancia entre los ojos y la boca, tanto más activo es el ser humano. Entonces, esta línea tiene relación con la voluntad.
El ojo izquierdo expresa el mundo físico, y el derecho – el espiritual –. Esta es la causa por la cual el rayo que sale del ojo izquierdo del hombre está dirigido siempre hacia la tierra. El rayo que sale del ojo derecho está dirigido hacia arriba.
Cuando observáis a los ojos humanos, veréis que de ellos sale un rayo por la dirección del cual podéis determinar el carácter humano. En alguna gente este rayo se encuentra por encima de la recta CD y en otra gente – bajo la recta CD. El rayo se hace perpendicular, o sea, va en la dirección OA cuando el hombre se pone en estado de sueño magnético, además en cuarto o quinto nivel.
Por la dirección de este rayo – si va hacia arriba o hacia abajo –, depende la fuerza moral del ser humano. Este ángulo cambia y toma posiciones +1, +2, +3, etc., por encima de la línea CD, y posición -1, -2, -3, etc., bajo esta línea. Hasta entonces, hasta que este rayo esté por encima de la recta CD, el ser humano es bueno en las manifestaciones de su mente, de su corazón y de su voluntad. Una vez que este rayo gira y desciende por debajo de la línea CD, cualquier promesa que haga tal hombre, no está en vigor de cumplirla, él se encuentra bajo influencias ajenas. De 100 promesas cumplirá 3 o 4. Cuando los rayos, pues, van hacia arriba, tal hombre puede cumplir casi todas sus promesas, y cuando el rayo es perpendicular tal hombre cumple al cien por cien sus promesas.
Alrededor de los ojos hay dos corrientes: una de estas corrientes es de electricidad positiva y negativa, que fluye en una cierta dirección; y la otra corriente es de magnetismo positivo y negativo, que fluye en la misma dirección. Cuando el ojo derecho se desarrolla, él está en conexión con el hemisferio cerebral izquierdo; cuando se desarrolla el ojo izquierdo, él pues, está en conexión con el hemisferio cerebral derecho.
Cuanto más superficiales son los deseos y el ahínco de vuestra conciencia, tanto más ovalado será el círculo del ojo. Cuanto más se diferencian los deseos y el ahínco de vuestra consciencia, tanto más elipsoidal se hace el ojo.
Si vuestra consciencia se desvía en cualquier dirección – sea descendiente o ascendiente –, alrededor del ojo se formarán unas líneas pequeñas.
Por ejemplo, si empezáis a atraerse hacia el mundo, si el mundo externo os influye, se van a formar por abajo las líneas pequeñas P. Si la dirección en la cual os movéis es ascendente se formarán por encima las grandes líneas C.
Los ojos bellos son ventanas de la consciencia, ellos se determinan por el desarrollo correcto de la consciencia.
Cuando la naturaleza pintó los ojos de la gente con diferentes colores – marrones, azules, negros –, quería mostrar al ser humano lo que le hace falta.
La gente con ojos marrones necesita calor, ellos deben lavar sus pies cada noche con agua caliente. Aquellos que tienen ojos azules necesitan humedad; cuando sus manos y sus pies empiezan a enfriarse, que beban tres o cuatro vasos de agua caliente a la vez (varias veces al día). Para la gente con ojos marrones se recomiendan baños calientes. Para la gente con ojos azules y grises se recomienda paz interna y tranquilidad.
El hombre con ojos marrones es amoroso, fácilmente se deja llevar. El que tiene ojos azules pasa por idealista, le gusta pensar en metas altas, volar en las nubes.
“Ojos malos”
Si observáis al gato, veréis que él expande fuertemente su pupila cuando quiere atrapar a una rata. Lo mismo ocurre también con todas las aves nocturnas. En tal estado los ojos adquieren un fuego, una brillantez parecida a la brillantez del ojo serpentino. Dicen de alguien: “Este hombre tiene ojo serpentino”. No es que tiene ojo serpentino, sino que las vibraciones que salen de sus ojos son como las vibraciones que salen de los ojos de la serpiente. Nosotros les llamamos vibraciones codiciosas. Entonces ocurren vibraciones rápidas con parpadeos intermitentes en la mirada de los ojos.
Alguna vez podéis encontrarse bajo tales tormentas que son venenosas. ¿Qué vais a hacer entonces? Vais a dirigir inmediatamente vuestra consciencia, vuestra mente hacia aquellas criaturas – más avanzadas que vosotros –, que han pasado antes de vosotros por este camino, que ellos les guíen para que solucionéis correctamente vuestra cuestión.
Cuando os mira alguien cuya consciencia está dividida (compréndase bifurcada), vosotros sentís un desagrado. ¿Por qué? Porque en su mirada hay separación. Él os mira con dos metas diferentes: él, cuando os mira, al mismo tiempo escucha lo que le habláis y piensa para qué puede utilizarles.
Si vuestra sensibilidad es fuertemente desarrollada y podéis percibir los rayos que se reflejan por el ojo, vosotros notaríais en el ojo de tal hombre dos corrientes diferentes. Una de ellas, o sea un tipo de energía, fluye desde la parte posterior de la pupila, y otro tipo – desde la parte superior. Guárdate de una mirada doble. La mirada doble quema. La bifurcación de la mirada es un trabajo humano.
Hoy en día, cuando la gente admira a alguien, dice que sus ojos irradian chispas, que tiene ojos luminosos. No, peligrosos son aquellos ojos de los cuales salen chispas. Estas chispas no son rayos, son intermitencias. Desde tus ojos deben salir rayos de luz largos e ininterrumpidos, que llegan al objeto o hasta vuestro amigo. Esta luz debe ser armónica, agradable, y no solo que vaya hasta vuestro amigo, sino que también vuelva – que haga un círculo –. El movimiento de esta luz debe ser arqueado.
¿Cómo se explican los físicos contemporáneos el proceso de la vista? ¿Cómo se produce la imagen en el ojo? En la primera refracción de la luz que viene del objeto, la imagen está en posición invertida. En la segunda refracción de la luz la imagen está en primera posición. ¿Por qué la imagen viene en posición invertida? Este es un secreto del mismo nervio. Entonces cuando se reciben imágenes, en el ojo ocurren dos refracciones de la luz. La segunda refracción se ejecuta por el mismo nervio. Los clarividentes perciben unas cuantas refracciones de la luz. Para que se produzca la imagen en el ojo, la luz pasa por dos lentes. Cuando la luz pasa por la primera lente, ella se refracciona y la imagen se recibe en forma invertida, y por eso esta lente se puede llamar imprudente. Cuando la luz pasa por la segunda lente, ella se refracciona y la imagen está en posición recta, y por esto esta lente se puede llamar prudente. En la iluminación de un objeto vosotros percibís principalmente su forma externa. A veces la luz se refleja sobre el objeto, de tal manera, que vosotros percibís de él también una huella interna – una estampa – (esto ya es algo fuera de la ley física, es algo psíquico). Esto se debe a la vista interna del ser humano. De esta manera exactamente se ve la forma del doble etérico en el hombre. Como el doble etérico del hombre tiene forma, esto muestra que existe luz astral, a través de la cual se perciben las formas y las imágenes de cuerpos u objetos que con la vista física no se ven.
¿Los ojos físicos toman participación en la vista de los objetos en el mundo astral? En el ojo humano hay una red en la retina, a través de la cual se perciben solo objetos del mundo físico. Detrás de la retina del ojo hay otra redecilla que percibe imágenes del mundo astral. Ella vibra en las ondas más sensibles de la luz astral. Detrás de la redecilla astral hay otra redecilla que percibe imágenes del mundo mental. Por lo tanto, cada una de estas tres redecillas percibe rayos específicos de los diferentes mundos. Por ejemplo, los rayos astrales y mentales de la luz pasan por la primera redecilla, donde se reciben las impresiones del mundo físico, pero no se detienen ahí. ¡Qué esfuerzos ha hecho el hombre hasta que ha logrado formar la redecilla de su ojo! Los sentimientos correctos son la causa para la formación correcta de las redes del ojo. Cuanto mejor estén formadas estas redecillas, tanto mejor se van a percibir los rayos de la luz de los mundos superiores. Si los sentimientos en el hombre son inarmónicos, estas redecillas no pueden formarse.
Por ahora se ha estudiado solo la parte externa del ojo. Hay ciertas partes del ojo que todavía no se han estudiado. En la retina del ojo hay 7 redecillas, la función de las cuales todavía no es conocida. Estas redecillas por ahora se encuentran en estado pasivo; ellas deben ponerse en contacto con la luz para que puedan funcionar. Si no ponéis dos lentes a una distancia de foco, ellas no pueden actuar. Esto muestra que las lentes vivas constantemente deben acomodarse. He aquí por qué las redecillas o los trasformadores en el ojo del hombre deben ponerse en acción, para que puedan percibir la luz específica para ellas.
La luz que viene de cierta persona cae en vuestros ojos donde se refracciona y luego se refleja. De esta manera la luz se trasforma unas cuantas veces en vuestros ojos y vosotros recibís una cierta impresión de esta persona, para esta imagen, y ya podéis describirla con los detalles más grandes. Así que, si en el ojo no ocurre este proceso interno con la luz, de una manera mecánica vosotros no podríais recibir ningunas impresiones del mundo externo. Si entráis en una conexión interna con las vibraciones de la luz que sale de un cierto hombre, vosotros os conectáis con él, creáis una amistad verdadera y duradera por la eternidad.
Alguien os mira e inmediatamente retira sus ojos. ¿Qué expresa este movimiento? Este es un movimiento incorrecto. Podéis decir: ¿Y qué tanto que el hombre ha mirado por encima? Si este hombre es con una voluntad mala y fuerte, entonces cuando te mira por encima tres o cuatro veces puede adormecerte. Este que puede adormecerte, atrae las corrientes eléctricas de tu cuerpo, cambia tu electricidad y tu magnetismo, cambia tu circulación sanguínea, tu pulso, y te adormece.
Encontráis a un hombre que os es desagradable, y en este desagrado, puesto que sus corrientes magnéticas y eléctricas son más densas, vosotros no queréis levantar los ojos hacia arriba para mirarlo, sino que queréis evitar su mirada, porque en la mirada siempre ocurre una unión. El mal no está en que no queráis mirarlo, el mal está en que en nosotros nace miedo y aborrecimiento. Estas dos cosas son innatas en el hombre. Por lo tanto, imaginaos que el Señor está entre vosotros y la persona que no podéis mirar. O bien, imaginaos que vuestro guía, vuestro Maestro, o el mejor hombre está entre vosotros y él, y mirad que os reconciliéis con este estado.
Mirarás al hombre directamente a los ojos. Que vuestra mirada sea pura, enfocada, determinada, sin ninguna bifurcación. Guárdate de una mirada bifurcada. Si encuentras a una persona con una mirada no bifurcada, ten una fe plena en él. La mirada bifurcada quema. La bifurcación de la mirada es un trabajo humano. Así como es el viento externo para el hombre, tal cosa representa la mirada bifurcada.
Vuestra mirada debe ser resistente. La mirada inmóvil, estable, todavía no sobreentiende estabilidad, pero tampoco el movimiento rápido de los ojos es correcto. Los ojos deben ser tranquilos, con un movimiento rítmico y plástico. Observad para que veáis cómo se mueven vuestros ojos.
Cuando las vibraciones de vuestra vista, interna y externa, y las vibraciones de vuestra consciencia se encuentran en el foco Divino, vosotros alcanzaréis la realidad de las cosas. Cuando lleguéis a la realidad, vosotros olvidaréis el mundo externo. Un hombre que ha visto las cosas en su realidad, él ya cierra el libro de la vida y empieza a ayudar a los que sufren, a los pobres que él ama, y los comprende así como se comprende a sí mismo.
Las cejas
Las cejas y los párpados están puestos por la naturaleza para regular la luz que entra en el ojo humano.
Cuando miráis las cejas del hombre, debéis hacerse conscientes que ellas representan la frontera entre la vida Divina y la vida humana. El que tiene cejas bellas, esto muestra que tal hombre tiene comportamientos correctos y bellos hacia Dios. El que no tiene cejas bellas, entonces los comportamientos entre Dios y él no son correctos. Si se produce alopecia en las cejas del hombre, esto indica que su trabajo está terminado. Las cejas son de una gran importancia para el ser humano; ellas muestran el comportamiento que existe entre el mundo visible y el mundo invisible. Cada mañana, cuando os levantéis, vosotros debéis mirar si vuestras cejas son normales o no. Si no son normales, rogaréis a Dios que restaure esta frontera, o sea que vuestras cejas sean correctas. Si yo digo a servirse con este alfabeto, lo que representan las cejas, se descubrirán muchas cosas. En las cejas se esconde toda una ciencia, pero por ahora de ella no se va a hablar. Solo es suficiente que miréis las cejas del hombre para que conozcáis cómo es él. Decís: ¿En qué se conoce? Por el número de los pelos de las cejas, por la forma y por la longitud, como también por su base. Las cejas muestran cómo es la vida manifestada del ser humano.
Las cejas – estas son fuerzas contrapuestas que constantemente se polarizan. Cuando estás agitado, por la mañana o por la noche, concentra tu pensamiento hacia la punta de la nariz o hacia el entrecejo. ¿Por qué? Entre las cejas, entre los pelos, hay un vacío llamado “el vacío de la observación silenciosa, de la mente Divina”. Te concentrarás, mantendrás tu mente despierta hasta que te venga un pensamiento luminoso, que te va a dirigir en el camino por el cual debes ir. A veces cuando a la gente le vienen sufrimientos grandes, fruncen las cejas. Cuando el hombre frunce sus cejas, él inconscientemente concentra su mente hacia el entrecejo.
Las cejas gordas indican una gran capacidad de observación y al mismo tiempo ausencia de intuición.
¿Cuál es el propósito de las cejas? A través de una serie de observaciones y pruebas se ha confirmado que las cejas ayudan para la transformación y la acumulación de la energía de la luz. Cuando mucha luz penetra en los ojos, el hombre frunce las cejas. De esta manera a través de sus cejas él retiene una parte de la luz, para que no entre en el cerebro. De verdad, si en el cerebro entra mucha luz, él no puede trabajarla toda. Para que piense correcta y armónicamente el ser humano no necesita mucha luz. El hombre puede pensar por la noche también. Es suficiente que él sepa la manera de cómo utilizar incluso la poca luz.
A través de su mente objetiva el hombre va a crear sus cejas.
Es agradable que uno mire cejas bellas, pero estas raras veces se encuentran. Cejas bellas son aquellas que tienen forma bella y contenido. Además de esto es importante la dirección de los pelos. El espíritu humano ha trabajado miles de años para crear las cejas en esta forma como hoy día las vemos. Mucho tiempo más debe trabajar sobre ellas para que las represente en su forma ideal.
Un hombre con cejas gordas es objetivo, el mundo físico le influye, y aquel con cejas finas es subjetivo; él se encuentra bajo la influencia del mundo interno. Una persona con cejas gordas se ilumina por fuera, y aquel con cejas finas se ilumina por dentro.
El que tiene cejas gordas, su sistema muscular es sano, fuerte, también sus pelos son gordos. El que tiene cejas finas sus pelos son finos y sus músculos son más débiles. Los actos del hombre están en dependencia de sus cejas.
Las cejas muestran la intensidad de los sentimientos. Ellas pueden ser arqueadas, rectas o curvadas hacia arriba. Si las cejas son arqueadas muestran que en los sentimientos hay más suavidad. Si son rectas, en los sentimientos hay más energía y agilidad mental. ¿Y si están curvadas hacia arriba que muestran? Para que se tuerzan las cejas en uno o en otro lado, para esto ha habido una causa, que ha actuado desde fuera del hombre. Ellas muestran cómo ha sido el medio ambiente en el cual el hombre ha vivido. Si uno tiene cejas enrolladas esto indica que ha vivido en un ambiente donde la gente, a lo mejor en algún tiempo en el pasado, ha sido muy sensible. Pero si las cejas son rectas muestra que esta gente es más energética y con frecuencia materialista, son gente no tanto de los sentimientos como de la mente. Porque las líneas rectas en la naturaleza son líneas de la mente, y las líneas circulares, o sea, las líneas curvadas, en la naturaleza siempre son líneas de los sentimientos.
Escucha la voz de tus cejas porque a través de ellas actúa el corazón, la intuición. A veces acaricia tus cejas y di: “Te agradezco, Señor, que me diste unas cejas tan bellas que predicen lo que me va a ocurrir”. Cuando te encuentras indispuesto, no toques tus cejas. Tocarlas – esto es un acto sagrado –. Primero, el ser humano debe agradecer por tener cejas, y luego explorarlas. Las cejas son una frontera entre el mundo astral y el mundo Divino.