El portal al final del Tiempo – GAIA a través de Pepper Lewis

Pregunta: Querida Gaia, Desperté el otro día con estas palabras, «espero despertarme a tiempo». El tiempo podrá ser una ilusión, pero la ilusión de que el tiempo se acaba ciertamente es algo muy interesante para la conciencia humana. Un sentido de urgencia parece estar aparente en la mayoría de nosotros, sin embargo la complacencia con respecto a nuestra vida y a nuestro futuro aún sigue siendo la regla del día. ¿Se está acelerando el tiempo en proporción al incremento de la luz, o han puesto los desequilibrios en la tierra a nuestra propia aceleración fuera de alcance?

Comencemos con un cuento metafórico que no está demasiado lejos de ser exacto, porque va a ilustrar la respuesta a su pregunta y algo más. Imagine que un reloj muy grande que ha estado en su familia desde hace tanto tiempo atrás como usted o alguien que conozca se pueda acordar. Cada uno sabe que este reloj ha indicado el tiempo exacto durante toda la existencia del tiempo. De hecho, hay un rumor de larga data que sugiere que el reloj mismo dio a luz al tiempo, y que, como su padre, aún es responsable de la perfecta y exacta expresión del tiempo, por lo menos en cuanto se refiere a su familia.

Después del paso de muchas generaciones usted se convierte en el heredero del reloj, el cual lejos de ser una antigüedad o una reliquia de familia, aún sigue siendo considerado como responsable de la exactitud del tiempo para toda la familia de la humanidad. Dado que la custodia del reloj le ha sido pasada, las siguientes palabras quedan registradas en su interior, «Usted y su generación son los herederos del tiempo, el cual entre otras cosas, es sagrado para la vida misma. El reloj ha mantenido un tiempo excelente desde antes que el tiempo existiera, haciendo que sea el padre del tiempo. Cuídelo entrañablemente, ya que ahora son los portadores del tiempo y este es su nuevo amanecer». Reconociendo que un gran honor le ha sido otorgado, usted recibe el regalo y se considera afortunada. Todo lo que usted es se hincha con orgullo por haber sido nominada para una posición tan elevada, como el custodio y guardián del tiempo para la familia de la humanidad.
Vagamente se hace consciente que en alguna parte también hay un guardián de la luz, el que ha heredado la labor de acelerar la evolución de la familia que es la humanidad. Usted sabe que este guardián de la luz dependerá de la exactitud del reloj a su cuidado y diligente y protectoramente cuida al reloj, maravillándose de su habilidad de mantener un tiempo exacto. Reconociendo la responsabilidad asociada con el regalo, usted comienza a reflexionar sobre su capacidad de ser responsable en una base de largo tiempo; secretamente se cuestiona si la labor puede llegar a ser una carga.

El tiempo pasa, tal como debería ser, y usted se relaja en su nueva posición, tal como bien debería ser. Algún día en el futuro o en el pasado, algo o nada sucede, y usted toma conciencia de que el reloj parece ser un poco diferente, ¿o es simplemente su imaginación? Usted se cuestiona si ha sido menos observadora. ¿Es posible que su negligencia haya causado que el tiempo sea menos que exacto? A lo largo de los días, meses y años su preocupación no disminuye. Al principio está segura de que el reloj es demasiado lento y luego que va demasiado rápido. Desearía poder consultar a alguien al respecto, pero no hay nadie; usted es la heredera y la custodia del gran reloj. Usted es la que debería saber.

Usted continúa observando al reloj como así también a la forma en la que la familia de la humanidad reacciona al paso del tiempo, buscando cualquier anomalía. Mientras que no son todos los que parecen notarlo, parece haber evidencia de que el tiempo se está acelerando, aunque como y por qué parece ser imposible de discernir. Su preocupación aumenta dado que determina que obviamente algo anda mal. ¿Qué tal si el tiempo continúa acelerándose? ¿Qué tal si se desacelera demasiado? ¿Qué tal si el reloj y por consiguiente el tiempo se detiene del todo? ¿Qué tal si usted ha fallado miserablemente y es responsable de dejar a la humanidad sin un patrimonio propio?

Imaginando lo peor, pero aún no sucumbiendo a ello, usted pone a trabajo sus pensamientos más conscientes para encontrar la solución a un problema que no tiene precedentes, por lo menos no tal como el tiempo lo ha marcado. La lógica le dice que dado que usted es la custodia del tiempo usted debería ser capaz de poner en hora el reloj, ¿pero de qué forma? Segura que su propia imperfección contribuyó a esta carga, se cuestiona ¿cómo va a reconocer algo tan perfecto como el tiempo? Ya sea si actuar o no le molesta de día y le persigue de noche, hasta que ya no puede separar a ambos. Cuando ya no puede aguantarlo más, decide darle cuerda al reloj, esperando que la acción es mejor que la falta de ella. Usted tiene la fuerte creencia que el reloj se reestablecerá durante el proceso.

A medida que comienza a darle cuerda al reloj se cuestiona si algún otro guardián tuvo que hacer lo mismo. ¿Mantuvo el reloj el tiempo perfecto para cualquiera salvo para mí? ¿Es esta la generación en la que el tiempo se desmorona, sin punto de detención? Le da cuerda al reloj una y otra vez. No ofrece resistencia, no hay punto de detención. ¿Puede dársele al reloj demasiada cuerda? A la larga y por razones inexplicables y sin resistencia de parte del reloj, usted determina que el proceso se ha terminado y deja de darle cuerda.

Notas de recuadro de Gaia.

Las palabras que le ofrezco, desde la primera hasta la última, son bien elegidas. Las metáforas de mi propia hechura son exactas y tan medibles como un reloj. Por ejemplo, ¿sabía usted que el mecanismo que controla el índice por el cual un reloj mantiene el tiempo es llamado un escapamiento? Su historia acredita a un monje Chino del siglo octavo con este avance en el registro del tiempo. Él lo llamó el ‘equilibrio celestial’ y se lo empleaba para controlar a un reloj de agua. Es imposible que un escapamiento sea verdaderamente exacto, porque ni bien a un péndulo o equilibrio (también forma un escapamiento) se le da un empujón para mantenerlo oscilando, su registro del tiempo ha sido interferido. La diferencia entre el índice entre el movimiento natural y el movimiento al que se ha interferido, se llama un error de escapamiento. La ciencia lo llama a esto un error circular, porque a pesar de que estos dos tipos de movimiento son opuestos, tienden a cancelarse el uno al otro.

En forma similar, los engranajes más grandes en un reloj de pulsera o un reloj de pie son llamados ruedas, y generalmente tienen radios que se llaman cruces. Los engranajes más pequeños tienen dientes en lugar de radios y son considerados como un engranaje intrincado. Su pequeña escala hace imposible que ellos se crucen sin la ayuda de las ruedas más grandes. Finalmente, la clavija para dar cuerda a un reloj de pie se llama la llave y la de un reloj pulsera se llama corona. Cuando falla el funcionamiento de estos, el problema con gran frecuencia se llama un error de posición. Por favor tómense un momento para notar como estas funciones tan descriptivas también describen aspectos de su propia vida:

¿Ha cambiado algo? Sí. Algo sin medida ha marcado una presencia, como si una grieta en el tiempo ha sido insertada. La grieta no es lenta o rápida y parece ser hecha de una sustancia que no existía antes de que al reloj se le diese cuerda. Usted observa el reloj y trata de constatar su exactitud, pero no hay forma de decirlo, porque ¿contra qué lo podría medir? Usted determina que la única medida de tiempo exacta y verdadera es usted, porque fue la primera en notar la aceleración y luego decidió actuar basada en una motivación interior para hacerlo. Usted es el agente de cambio (la heredera del reloj) como así también la herramienta de cambio (la que le da cuerda al reloj). De alguna manera usted se ha convertido en parte del proceso como así también el proceso mismo. Fue usted la que determinó que el tiempo ya no era exacto y usted eligió intervenir sin conocimiento previo, sin instrucción o certeza. Guiada por brujería o estupidez, usted abrió una grieta, un portal en el tiempo en donde la familia de la humanidad se puede encontrar y despertar a su propio tiempo.

Fue hace mucho tiempo atrás, se lo puede imaginar ahora, el tiempo le fue dado a la familia del hombre como un regalo. Aún lo sigue siendo, pero a fin de apreciarlo tienen que permitir su redefinición como una medida de luz. De otra forma, ustedes se separarán del tejido del tiempo, el cual también define dimensión. Ahora hay una grieta en el tiempo y en como se lo mide. Los ancianos dijeron, «Vendrá un tiempo en donde el tiempo no vendrá». Equivocadamente se pensó que esto describía el fin del mundo. En cambio, describe exactamente una aceleración del tiempo más allá de los actuales estándares de medición. Es por ello que los calendarios actuales serán obsoletos más allá del 2012.

La familia de la humanidad tiene un corazón y una mente, algunas veces alegre pero también apenados. Lleva las cargas de su pasado, la incertidumbre de su presente y la responsabilidad por su futuro. Ahora el mundo se está rehaciendo y ya sea si la humanidad está para el cambio o está en contra, eso no importa, ya que el segundero va más rápido hoy en día de lo que lo hizo ayer. A medida que el tiempo se forma de nuevo, también formará de nuevo la cara de la naturaleza y la de la humanidad, pero ese es un cuento para otro día.

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Gracias Héctor Santos Ramallo!!!

Traducción: Héctor Santos Ramallo

Edición: Anita Manasse – wayran@gmail.com
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