El yoga de Patanjali – Paramahansa Yogananda
La meditación yoga revela nuestra naturaleza divina.
A partir de la biblioteca cósmica de la verdad, la India desarrolló el sistema del Yoga, la “Ciencia de la Unidad”: unidad del alma con Dios; unidad con los principios de la justicia eterna; unidad con el universo y con toda la humanidad.
El sabio Patanjali formuló el sistema del Yoga en ocho pasos diseñados para lograr este supremo objetivo:
.1. Evita la conducta incorrecta ( yama ).
.2. Sigue ciertos preceptos morales y espirituales ( niyama ).
.3. Aprende a aquietar el cuerpo y la mente, porque cuando cesa el movimiento comienza a sentirse la presencia de Dios ( asana ).
.4. Una vez concentrado en el estado de paz, practica el control de la energía vital del cuerpo (pranayama ).
.5. Cuando seas dueño de tu mente, es decir, cuando ésta se encuentre bajo tu control gracias al pranayama, puedes ofrendársela a Dios ( pratyahara ).
.6. Entonces, comienza la meditación: primero, es preciso concentrarse en una de las manifestaciones cósmicas de Dios, tales como el amor, la sabiduría o el gozo ( dharana ).
.7. Lo que sigue en la meditación es una expansión de la percepción de la naturaleza infinita y omnipresente de Dios ( dhyana ).
.8. Cuando el alma se une a Dios – que es el Gozo siempre existente, siempre consciente y siempre renovado -, se ha alcanzado el objetivo ( samadhi ).
El gozo de Dios nunca se agota. Él es suficiente; Él es el propósito y el objetivo de la existencia.
El verdadero entendimiento llega cuando percibimos a Dios como la gran dicha de la meditación. Y la paz es la primera prueba de su presencia.
Para tener paz, debemos amar más; pero no podemos amar incondicionalmente a la gente si no conocemos a Dios. EL ALMA ES ABSOLUTAMENTE PERFECTA, PERO, CUANDO SE IDENTIFICA CON EL CUERPO EN FORMA DE EGO, SE EXPRESIÓN SE DISTORCIONA DEBIDO A LAS IMPERFECCIONES HUMANAS.
Si los seres humanos fueran sólo esas mentes y cuerpos imperfectos, habría alguna justificación para los prejuicios y las divisiones. Pero todos somos almas, hechas a imagen de Dios. Así pues, el Yoga nos enseña a conocer la naturaleza divina que mora en cada uno de nosotros.
A través de la meditación yoga podemos saber que somos dioses.
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Paramahansa Yoganada – EL AMANTE CÓSMICO.
www.yogananda-srf.org.
Enviado por Silvana Fracchia