Huellas En Mi Camino, por Maite Barnet
Maestros son los errores cometidos.
En ocasiones, me invade un miedo atroz. Miedo a no tener la fuerza suficiente para transitar mi camino, es un miedo antiguo, que viene de mi pasado y me retorna a él, a mis acciones, a mis errores, a mis palabras, a todo aquello que hice, dije, pensé o sentí de una determinada manera en algún momento de mi vida.
A menudo mis fantasmas llegan a mi mente y se transforman en oleadas de angustia que se dejan sentir en mi cuerpo. ¿Qué hice o no hice? ¿Por qué hice lo que hice? ….; un sinfín de recuerdos se agolpan en mi mente. No acuden todos a la vez, y tampoco sabría decir porque se presentan en un determinado momento, ni que los convoca, solo sé que están ahí y que yo debo hacerles frente para poder seguir .Suelo pensar que tal vez de ser ahora lo habría hecho de diferente manera, habría callado más veces, no hubiera lastimado tanto.
Pero esos pensamientos no me sirven de consuelo, lo hecho, hecho está y no puede cambiarse. Soy consciente de que no siempre he actuado bien, he cometido muchos errores en mi camino, por ignorancia, por omisión, por ego, por orgullo….; he causado dolor a mis semejantes y también he sufrido las consecuencias de lo que yo misma provoqué.
He pedido perdón en muchas ocasiones y también he trabajado el perdón a mi misma y sin embargo en algunos momentos, los recuerdos afloran , las sensaciones surgen y me pregunto ¿por qué me pasa esto? , tal vez es parte de mi propio proceso de sanación interior y probablemente sea también parte de mi proceso de aprendizaje.
Ser consciente me permite estar alerta para no repetir los mismos patrones –aunque no siempre lo consigo-, y sin embargo todavía quedan en mi lastres del pasado que arrastro y de los cuales no sé como desprenderme. Busco respuestas, me guasta hacerlo, no siempre las encuentro, pero pienso que tal vez si no hubiera actuado como actué, ahora no estaría donde estoy.
Si no hubiera causado dolor, no habría conocido mi parte más oscura y no podría enfrentarla con valor para trascender con el tiempo esas partes de mí que deben ser mejoradas. Tal vez aún estaría atrapada en esa extraña red que me ahogaba y me hacía sentir a la vez víctima y verdugo, culpable e inocente, que permitía que la ira se instalara en mí y me impedía avanzar.
Es en esos momentos , que me siento afortunada por la posibilidad de recordar , de reconocer, , de ser consciente de esa luz de alarma que se enciende en mí cuando me enfrento de nuevo a situaciones parecidas a las que ya viví en un pasado y que me permite pararme , reflexionar , apaciguar mi impulsividad y actuar con mayor serenidad, con conocimiento con esa especie de sabiduría que te da la experiencia y hacer , ahora si, las cosas de una manera diferente.
El recuerdo del pasado nos aporta luz a nuestro presente , bendigo pues ese recuerdo y lo dejo aflorar , surgir , y extraigo de él el aprendizaje que necesito en este momento y luego lo suelto , lo dejo ir, sabiendo que si en algún momento ese recuerdo, esa angustia se repite en mi , es que todavía no he terminado mi proceso , que me quedan cosas por sanar , mejorar y cambiar en mi presente .Porque entiendo que es el presente lo que construyo día a día en mi camino , ese presente que trasciende el pasado que ya fué y que permite que las huellas que quedan atrás sean solo el recuerdo necesario, el bagaje que llevo conmigo y el lastre que voy soltando paso a paso.
Maestros son esos errores cometidos, ese dolor infringido, esa angustia sentida y como Maestros los reconozco y los bendigo.
Maite Barnet