Un Inmenso Océano Energético Llamado Vida
En un sistema social, que se alimenta del miedo a avanzar y hacer, lo que pensamos que no es posible sin dinero o cargo de poder…
En un sistema, en la que continúa siendo lo más esencial, alimentar lo que aparenta distinguirnos para convertir la diferencia, en algo contrario sin derecho a existir…
Abrumados por las noticias que mantienen la creencia de que todo se desmorona, y agitados por las propias creencias y carencias emocionales,…
Resulta casi mágico y absolutamente esperanzador, contemplar la fuerza con la que la Naturaleza nos sigue inspirando belleza, esplendor, majestuosidad,…un espacio de color y armonía, que continúa acogiéndonos, invitándonos a formar parte de un Universo en el que todo continúa recobrando sentido y verdadero significado.
Inmersos en ella y compartiendo con nosotros su fuerza, resulta más fácil serenar los miedos que se activan proyectados hacia el mañana, temiendo ser afectados por lo que nos cuentan. Caminar por bosques o playas, para abrazar y abarcar contemplando, es posible percibir, intuir, la fuerza que somos capaces de experimentar y también expresar: La fuerza con la que sigue fluyendo la Vida.
Pese a que vivamos físicamente atrapados en un sistema de vida que a la mayoría no nos tiene en cuenta, en el que el desequilibrio emocional y el estrés, se han convertido en lo natural. Pese a que al parecer nada podemos hacer para evitarlo, y bajar de un tren que corre el riesgo de descarrilar con todos dentro, sólo pensando en lo que vemos y escuchamos, nos vivimos sordos y ciegos a la Realidad Esencial de la que somos parte inseparable.
Todo es Energía, y todas las expresiones de vida también, nosotros incluidos. Y todo lo que es y somos sin separación regidos por ciclos, ritmos y Leyes naturales, por fuerzas Esenciales, que equilibrando y armonizando, sostienen la existencia de todo ser vivo.
Leyes y fuerzas que a cada instante, le permiten al inmenso océano energético que es la Vida y en una constante transformación, equilibrarse para Ser a través de todas sus expresiones, incluso en nosotros, a pesar de vivirnos afectados por el constante desequilibrio que supone, alimentar lo que más nos tensa.
Afortunadamente, somos parte inseparable de esta Realidad Energética. Y decimos afortunadamente, porque en un mundo artificial construido por el hombre para tener a raya sus miedos más ancestrales, es posible acompañar desde uno mismo lo más natural, poderoso y Esencial, para sostener el equilibrio que nos vuelva a llenar la vida de sentido.
Puede que estemos viviendo, momentos únicos y mágicos, para comprender que en medio de un desastre que creado por el propio ser humano parece imparable, es posible transformar lo que nos sucede, en la clave para convertirnos en el necesario cambio que este desequilibrante sistema social nos impide experimentar.
Porque si bien ante lo que no depende de nosotros, económica y socialmente poco podamos hacer, lo que si de nosotros depende, puede transformarlo todo para todos a cada instante y sin vuelta atrás.
Como parte inseparable del inmenso Océano energético que es la Vida, en la constante transformación que está sabiendo sostener su constante continuidad en un perfecto equilibrio para garantizar nuestra existencia, en lugar de poner la fuerza en lo que sólo pensando pensamos que no podemos, que no sabemos o no es posible cambiar para debilitarnos cada vez un poco más, podemos y sabemos apoyarnos con confianza y esperanza en el constante intento de la Vida de la que energéticamente somos parte inseparable, de equilibrarse también en nosotros, para que con la misma fuerza con la que lo logra, nos descubramos capaces de expresarnos, relacionarnos y acompañarnos en toda situación.
Todo el movimiento energético que percibimos en nosotros mismos, al tiempo que puede ser fruto de la manera en la que con temor pensando, alimentamos lo que acrecienta la alteración, es también resultado inevitable del intento natural de la Vida a cada instante y en cada uno de nosotros, de fluir como en todas partes fluye.
En la medida en la que no nos llevamos nada bien con lo que molestando nos disgusta, lo convertimos en algo malo, peligroso, molesto o doloroso, en lugar de acompañarlo con confianza y serenidad, dado que tanto movimiento energético intentando equilibrarnos, puede ser la posibilidad de experimentar la diferencia entre seguir tensándonos con la mente para reforzar la parálisis, o de saber en un fluir libre de tensiones conectar con la fuerza Esencial que nos sostiene para calmar el temor de una mente asustada sin experiencia con la que comparar, y experimentarnos de manera natural capaces por nosotros mismos de transformar la situación que para cada uno parecía insalvable.
Como es dentro es fuera para que nos demos cuenta, y como es fuera siempre está intentando dentro. Contemplando la fuerza de la Naturaleza, podemos hacernos una idea muy cierta del potencial que un ser humano consciente puede llegar a expresar y experimentar sin imponer nada a nadie. Es lo más natural convertido en lo más extraordinario.
Siempre es posible reequilibrarse y convertir este natural intento en la fuerza que nos transforme y nos aligere de despropósitos la Vida. Porque es algo que intenta suceder a cada instante.
Cuanto más nos tensamos, más impedimos que la Vida pueda fluir en nosotros con toda su fuerza para expresarse. Somos esa Vida, somos esa fuerza. En un fluir libre, experimentamos todas las capacidades anheladas, para saber acompañar nuestra propia existencia como realmente es posible y necesario en todo escenario.
Cuanta más tensión, con más fuerza percibiremos el intento de la Vida de equilibrarnos. Y cuanta con más fuerza lo intente, más podremos percibir la oportunidad que nos brinda, de respirar lo que realmente nos paraliza, ante la constante posibilidad de cambiar y transformar una vida de sufrimiento, por un caminar conscientes hacia el verdadero discernimiento.
Respirar de otra manera, las emociones que se activan sin ser casual a cada momento, para en lugar de reforzar lo que nos separa, saber alimentar lo que nos transforma en las expresiones conscientes de la Vida.
No venimos a ahogarnos o incendiarnos con ellas, venimos a tomar plena consciencia de que probablemente sea una de las fuerzas esenciales más poderosas para reestablecer la salud a todos los niveles. Para desde uno experimentar como todo fluye para uno.
Se nos presenta una oportunidad única para llenarnos la Vida de consciencia, de comprensión, de serenidad, de confianza, toda la que nuestra vida atrapada en las heridas necesita. Es posible restarles fuerza, sin imponer nada, sin tersarnos más. Y esto puede cambiarlo todo para todos, porque cuando sin heridas que nos condicionen decidimos, sin separación fluimos hacia la Verdad Esencial que Es la Vida, con la fuerza esencial que nos sostiene convertida en la fuerza con la que sabemos Ser vida en la Vida.
Respirar lo que emocionalmente nos activa nuestra propia mente, es un trabajo individual que nutre y también sana al resto. Si siempre ha sido poderoso, ahora puede ser una oportunidad cierta de transformarnos en el cambio ya indispensable para la Vida que todos somos.
Apoyémonos en el intento natural de la Vida de equilibrarnos, sabiendo acompañar desde uno como a cada instante uno necesita, especialmente cuando más tiembla la mente con serenidad y confianza, la fuerza con la que tras la tormenta, el propio fluir se encarga de que todo recupere su verdadero orden, para percibir cómo cada vez más libre la Vida fluyendo en nosotros, vamos sabiendo de manera natural, restar fuerza a la herida que sin darnos cuenta nos condiciona para creer, crear y crecer.
Om Shanti
Autor: Helena Baragaña, redactor familia hermandadblanca.org