El Karma: ¿Destino o castigo?
La buena noticia aquí es que el karma ni es destino, ni es castigo. Comencemos por definir que es el Karma, se entiende básicamente como Acción, comprende las acciones de los tres portales que son las de mente (motivaciones y eventos mentales), las de palabra (comunicación verbal) y las del cuerpo (físicas).
El karma ni es destino ni es castigo
Podemos decir que todas las acciones que realizamos en un instante, día u hora generan Karma, causas y consecuencias. Encontramos Karma Positivo, negativo y neutro éste último comprende las acciones que no tienen motivación alguna como por ejemplo, mover los brazos naturalmente al caminar, esas son acciones neutras.
¿Porqué afirman que es castigo?
¿Porqué afirman que es castigo?, en algunos círculos espirituales se utiliza la connotación negativa del karma para de alguna manera manipular o estimular el buen actuar de las personas a través del miedo. En realidad el karma no sólo es negativo, también encontramos el positivo que tiene repercusiones productivas y positivas en nuestra vida, por ejemplo, si se actúa con paciencia el resultado es una vida tranquila y pacífica, si se actúa de manera generosa no falta el sustento para vivir, si actúas movido por la avaricia experimentarás carencias en el futuro, en realidad, nadie nos castiga, nosotros actuamos o generamos causas y cosechamos las consecuencias. La Causa y Efecto no es un invento, es una ley física, así que lo que obtenemos resultado de las acciones positivas son consecuencias positivas y viceversa.
Ahora, es importante entender que el Karma es expansivo y es posiblemente una razón poderosa para estar atentos a nuestras acciones, pues posiblemente creemos que si decimos una mentira sólo impacta a la persona a la que se la dijimos, pero si ésta se la dice a otro, y éste a otro se genera un círculo en el que todos nos volvemos cómplices o coparticipes de la mentira original.
Si no generamos la causa no existirá efecto y el karma negativo se puede purificar a través del arrepentimiento de la acción dañina que no es culpa y la restitución del daño, debe hacerse de manera genuina y honesta para que tenga impacto, es necesaria y vital una actitud mental correcta.
A toda acción corresponde una reacción
Si el Karma es acción no podemos decir que es castigo, porque los que actuamos somos nosotros nadie más, nadie nos castiga, de alguna manera sólo cosechamos lo que sembramos o hicimos en algún momento, no existe ninguna otra entidad que castigue es sólo que a toda acción corresponde una reacción y los que tenemos el poder y responsabilidad sobre ellas somos nosotros. Si se le pudiera decir castigo diríamos que sería resultado de nuestra falta de atención o de una motivación positiva. Nadie nos castiga, en todo momento tenemos la opción de decidir que queremos recibir y actuar en consecuencia.
El Karma no es destino porque nadie actúa por nosotros, nadie puede recibir el resultado de nuestro karma ni nosotros podemos recibir el karma de otro, es individual, así que el karma no es responsable de nuestro destino, somos nosotros que con nuestras acciones y decisiones vamos labrando o construyendo nuestro destino.
somos dueños de nuestro destino
El gran descubrimiento es comprender que en todo momento somos dueños de nuestro destino y los responsables del karma positivo o negativo que recibimos somos nosotros mismos. Es así que el Karma ni es castigo ni es destino, es responsabilidad y el resultado de nuestro actuar.
Es importante evitar las concepciones manipuladoras del concepto del karma que nos pueden llevar al miedo a actuar o a no responsabilizarnos de lo que hacemos. La gran herramienta es la atención presente, no dañar a los demás y evaluar nuestro campo de acción de la manera más amplia y abierta posible para asegurarnos de que lo que estamos realizando es edificante y no nos traerá consecuencias graves.
Así que evaluemos nuestro actuar de manera constante y reiterada entendiendo que, nadie recibirá el fruto positivo o negativo de nuestras acciones sólo nosotros y que los únicos que tenemos el poder de construir una vida presente y futura saludable también somos nosotros , esto es grandioso pues es la gran oportunidad de entender que el karma no es destino, ni castigo, más bien es la oportunidad de construir la vida que deseamos tener en el presente y en el futuro y sólo depende de nuestra elección individual. El Karma no es otra cosa que atención y responsabilidad, no hay nada que temer si contamos con la diligencia necesaria en nuestro diario actuar.
AUTOR: Pilar Vázquez, colaborador de la gran familia de la Hermandad Blanca