Kwan Yin: Oración para formar parte de la Conciencia Crística

Eva Martín Garcia

Kwan Yin rodeada llama rosa y oro

KWAN YIN.. una de las representaciones de la energía femenina de la Divinidad, conocida como Madre de la Misericordia, de la Compasión y de la sanación… En Metafísica ella es una de las Maestras que forman el tribunal Karmiko, representada por un hermoso loto de cinco pétalos su Rayo Violeta es que nos invita a formar parte de la CONCIENCIA CRISTICA… si te sientes sumido en preocupaciones, pesares, incertidumbres, problemas … acude a KWAN YIN.. Realiza esta oración con todo tu ser y haz tuya cada una de sus palabras.. Podrás percibir esa energía de luz que te ayudara a ver una luz en tanta oscuridad

Bendiciones

Antonella (Arwen)

Yo soy la Luz del mundo, soy un ser que ha venido de Luz, vive en la Luz y crea la Luz.

Adonde quiera que vaya, yo soy las manos de Dios trabajando en la Tierra, y soy inspirado por la Voluntad Divina.

Soy impulsado por la Fuerza Divina y estoy trabajando en el Plan Divino.

Yo soy un miembro activo de la Hermandad Blanca y estoy apoyado por todos los miembros de la Jerarquía, y estoy trabajando en un proyecto específico de la Jerarquía.

Yo soy parte del nuevo grupo de servidores del mundo, yo soy parte de una cadena de Amor y de buena voluntad que se extiende por todos los rincones del planeta.

Kwan Yin

Yo soy la punta de lanza para llegada a la tierra de los Maestros de la Jerarquía.

Yo soy una antena cósmica que se abre hasta el infinito para recibir las Bendiciones del Altísimo.

Yo soy un emisor de todas esas energías que estoy recibiendo para multiplicarlas por donde quiera que vaya y hacerlas llegar a los lugares más inusitados.

Yo soy la palabra que sana, las manos que ayudan, los pies que dirigen, la mirada que salva.

Yo soy el microcosmos en acción, soy la red que comunica al hombre con Dios, soy el vínculo de fraternidad en donde se funden todos los seres humanos.

Yo soy la luz del mundo, el aniquilador de la obscuridad y la confusión, el guerrero de la luz, el que alumbra sin dar sombras, la roca firme en donde se apoyan las embarcaciones de la Vida.

Yo soy la sonrisa que alienta, el brazo que consuela, y soy el hijo de Dios en la Tierra.

Lleven esta oración siempre con ustedes, mis bendiciones quedan eternamente en sus vidas.

Que así sea.

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