La curación esotérica. Sanación a través de los Siete Rayos.
Aprovechando las explicaciones y aclaraciones sobre los Siete Rayos Cósmicos de otro de nuestros artículos , y teniendo en cuenta la proliferación de la enseñanza de distintas técnicas de sanación (por medio de tantos cursos que aparecen hoy en día por todas partes), vamos a dedicar este artículo a la materia, cada vez más demandada, de la Curación .
Pero en esta ocasión, lo haremos desde un punto de vista más profundo, más esotérico.
Nuestro objetivo es dar una visión amplia de lo que sucede con las energías, que seguramente el sanador «novato» todavía no aprecia, a pesar de haber aprendido alguna técnica e incluso, de haber obtenido buenos resultados.
Con la perspectiva que vamos a ofrecer aquí, tanto el principiante como el experimentado, entenderá todo el proceso: el movimiento de intercambio de energías entre sanador y paciente; las fuerzas que entran en juego, y todo lo que se genera, para que la sanación se produzca.
EMPEZANDO DESDE EL PRINCIPIO
En la antigüedad, el tratamiento de la enfermedad del ser humano, era algo que se abordaba desde distintos ámbitos de la vida, no sólo desde el cuerpo físico.
La sanación pasaba por analizar la esfera mental-emocional del paciente, la energética e incluso por la divinidad del mismo. De hecho, en numerosas ocasiones, los lugares donde se curaba a los enfermos eran templos o santuarios.
De esto se desprende que los médicos de antes eran una mezcla de sacerdotes – terapeutas o por lo menos, que debían tener conocimientos de temas que hoy en día no coincidirían con lo que entendemos por medicina. Serían temas que podríamos calificar como «metafísicos».
En la actualidad , conviven en la sociedad dos tipos de medicina: la convencional y la llamada «alternativa».
Bajo el nombre de «medicina alternativa» se agrupan distintas fórmulas y técnicas no científicas, algunas novedosas y otras en cambio, llevan con nosotros toda la vida; como la típica señora del pueblo, que con algún ungüento puede aliviar dolores.
Las técnicas más novedosas de este tipo de medicina, sanan de forma más sutil, energética, en definitiva: no «palpable». Ven la enfermedad como el resultado de algún bloqueo generado en el campo energético, es decir, en la parte energética del ser: chakras, nadis, cuerpos sutiles…
Esos bloqueos, al perdurar en el tiempo, y no haber sido eliminado, provocan el estancamiento de energía en un punto, impidiendo así el correcto funcionamiento de su flujo.
Teniendo en cuenta que los chakras están conectados a los órganos y los nadis son circuitos que recorren el cuerpo, se puede entender que el estancamiento de energía en un chakra determinado, derive en un problema en el órgano al que está conectado.
Una vez dicho todo esto, vamos a zambullirnos en la curación y las energías:
LAS ENERGÍAS DE LOS SIETE RAYOS EN LA CURACIÓN
Recordemos que, las siete energías del rayo, son las siete fuerzas que componen, el Rayo Primario de Amor-Sabiduría; y que los siete rayos son todos rayos subsidiarios de este Gran Rayo Cósmico.
Sea cual sea el rayo al que pertenezca el sanador, siempre deberá trabajar por medio del segundo subrayo de ese gran rayo: el subrayo Amor-Sabiduría, debido a que este rayo posee la característica (o la facultad) de la Omninclusividad.
Esa facultad es lo que hace al segundo subrayo tan importante e indispensable para el proceso.
Como ejemplo de sanador, desvela el Maestro Tibetano que Cristo, el verdadero exponente del Segundo Rayo en la Tierra, fue el más grande de los sanadores «de entre los hijos de Dios».
Al conectar esta idea, con el concepto de sanación que tenemos en mente, nos ampliará la visión de la grandeza del tema y evocará una imagen de nuestro propósito, de la meta a la que aspirar.
EL SANADOR
Para empezar, el sanador debe aprender a trabajar por medio del aspecto «Amor» de ese segundo subrayo y no del aspecto «Sabiduría»;
Esto es una cuestión complicada y exige mucho entrenamiento por su parte. Seguramente este sea el punto más difícil de todo el proceso.
Luego, el sanador debe emplear alguno de los cuerpos energéticos pertenecientes a la línea de los rayos 2,4 y 6 .
Si no contara con vehículos (o cuerpos) que pertenezcan a esas líneas de energía básica, no sería capaz de curar.
Para mayor tranquilidad del lector aclararemos que, es muy raro hallar, en este momento en la tierra, un «equipo» que carezca totalmente, de salidas, para la energía del segundo rayo.
EL PACIENTE
En cuanto a los pacientes, decir que las masas, en general, están centradas en la naturaleza astral; y debido a ello, la curación será exitosa, si el canal del sanador es también el cuerpo astral.
A partir de aquí, toca establecer el procedimiento.
PROCEDIMIENTO
Para ello el sanador necesita formar dos triángulos de conexión de energía. Triángulo principal y triángulo secundario.
El triángulo principal es la conexión que vincula, la energía del Ser superior, el vehículo adecuado y el cuerpo etérico (por medio del centro cardíaco o plexo solar) .
El triángulo secundario será formado en el cuerpo etérico. Se vinculan tres centros: El chakra corona (centro de recepción), el chakra del tercer ojo (centro para la distribución), y el centro «registrador» de energía (del rayo del ser Superior).
El sanador experimentado, puede lograr una relación definida, mediante un deliberado acto de Fe y por la firme declaración de su inflexible intención.
El triángulo principal afecta al sanador y lo convierte en un agente transmisor;
El triángulo secundario produce efecto sobre el paciente y, a través del mismo, el sanador actúa en el plano físico.
Una vez establecida la conexión de los dos triángulos, el sanador está listo para iniciar la siguiente parte del proceso. Esta parte consta de tres etapas:
LAS TRES ETAPAS
- El sanador se conecta con su Ser Superior; determina qué vehículo emplear, y luego, conectará la energía de su Ser Superior, a través del vehículo elegido, con su chakra cardíaco .
- El sanador creará el triángulo secundario centrando la atención en su chakra corona. Luego, vinculará el chakra corona con el chakra tercer ojo, por medio de la visualización, manteniendo en éste, la energía; y se esforzará por mantener esa conexión de la energía del tercer ojo, con su Ser Superior.
- El sanador deliberadamente conectará el triángulo primario con el triángulo secundario.
Para conseguir llevar a cabo esas tres etapas, deberemos tener en cuenta: la naturaleza de los rayos del Ser Superior y de la personalidad; tanto del sanador como del paciente.
Se pueden presentar distintas variantes de naturaleza del rayo:
- Los rayos del Ser Superior son idénticos, pero los rayos de la personalidad distintos.
- Los de la personalidad son los mismos, pero no los rayos del ser superior .
- Los rayos son iguales en ambos casos.
- Son distintos en ambos casos.
- No se conoce el rayo del ser superior, pero se evidencia el rayo de la personalidad (esto es aplicable al sanador y al paciente)
- Nada se sabe de los rayos de cualquiera de las partes interesadas.
El rayo del Ser Superior condiciona y determina la técnica que debe ser empleada.
El rayo al cual pertenecen los vehículos de la personalidad, relacionado más estrechamente con el segundo rayo es aquel a través del cual, debe fluir la energía sanadora.
MÉTODO A EMPLEAR POR EL SANADOR SEGÚN SU RAYO
Sanadores de primer rayo:
Su método será, extraer salud y fuerza, de la gran fuente de vida universal con la fuerza de su voluntad y derramarla sobre el paciente (por supuesto, esto supone un previo conocimiento de los métodos ocultos).
Sanadores de segundo rayo:
Su método será, conocer a fondo el temperamento del paciente, y también la naturaleza de la dolencia; a fin de aplicar su fuerza de voluntad de forma eficaz.
Sanadores de tercer rayo:
Su método consiste en emplear remedios naturales como minerales o hierbas que pertenecen al mismo rayo del paciente.
Sanadores de cuarto rayo:
Su método será el masaje y el «magnetismo».
Sanadores de quinto rayo:
Su método será por medio de la cirugía o utilizando la electricidad.
Sanadores de sexto rayo:
Su método será por medio de la Fe y la oración.
Sanadores de séptimo rayo:
Será aplicar con extrema exactitud el tratamiento ortodoxo.
Además de todo esto, el sanador debe tener en cuenta las siguientes reglas básicas:
REGLAS BÁSICAS
- Es imprescindible averiguar cuales son sus rayos, y luego proseguir con su trabajo, basado en esa información. Cuando no posee este conocimiento, debería abstenerse de curar.
- Cuando, por carecer de conocimiento, el Sanador no pueda llevar a cabo el trabajo, debería limitarse a actuar como canal; para que afluya al paciente la energía del Amor.
- Debe estudiar al paciente y familiarizarse con: la enfermedad y su naturaleza, su localización en el cuerpo físico, el chakra involucrado y su condición. La gravedad de la enfermedad y la posibilidad de lograr la curación, el peligro o no de muerte; el estado psicológico del paciente; los rayos del paciente.
- Y por fin preparado, el sanador concentrará su atención en su propio rayo. Además determinará qué conexión establecer (de ser superior a ser superior, de personalidad a personalidad o de ser superior a personalidad).
En caso de establecer la conexión de personalidad a personalidad, que es lo más común, la energía con la que el sanador trabajará, es simplemente la del Prana Planetario.
Su efecto será: estimular los procesos naturales del cuerpo físico y , en colaboración con la naturaleza (y con «permiso» del Karma del paciente), fortalecer de tal manera su vehículo físico, que pueda expulsar la dolencia .
OTRAS ACLARACIONES
Cuando la relación la establece entre su ser superior y la personalidad del paciente, el sanador trabajará con la energía del rayo; derramando su propia energía, a través del chakra que está controlando la zona enferma.
Cuando los seres superiores de sanador y paciente actúan en colaboración, puede producirse la mezcla de dos energías o el fortalecimiento de una energía y un gran aceleramiento del trabajo de curación o disolución.
El sanador, siempre debe recordar, que su tarea es curar (de acuerdo a la ley del karma) o ayudar en el proceso de disolución; logrando por tanto una forma superior de curación.
Cada vez hay más personas interesadas en el arte de la sanación y de las energías.
Quien no va a cursos para aprender, acude a personas para que le ayuden a sanar cualquier tema bloqueado en su vida; no tiene por qué ser una enfermedad física, sino que, también se sanan áreas de la vida personal cuyo bloqueo repercute en la vida diaria.
Por medio de las sanaciones vuelve a fluir todo con normalidad.
Los seres humanos estamos, ahora mismo, inmersos en el paso de la tercera a la quinta dimensión.
Ello conlleva, no solo que podamos aprender a curarnos , sino que, nos anuncia también, la directriz de un camino, que nos dirige, a la siguiente octava de la evolución. Esa donde no será necesaria ninguna cura porque nuestra elevación estará consumada.
LOS SERES HUMANOS AVANZAMOS HACIA LO NUEVO
Por ahora y hasta que llegue ese tan ansiado momento, esperamos que este artículo aclare dudas y amplíe la visión global en este área. Incluso que anime, a las personas que no se lo planteaban, a emprender el camino del aprendizaje y sanación.
Fuentes: Tratado sobre los siete rayos Tomo 1 y 4 (Alice A. Bailey)
Autora: Angélica Chouciño Chouciño