La depresión, la tristeza del alma
“Una de las amarguras de la depresión es que borra la idea y los sentimientos de esperanza”
Juan Antonio Vallejo Nájera
Dicen que la depresión no te quita la alegría, sino la esperanza. Una esperanza de la que depende la vida. La depresión encierra un intenso dolor, el cual se acompaña de tensión y llanto. Y más llanto. Interno y externo. Un oscuro rival.
Es curioso, cuanto más frío hace más nos desnudan nuestros pensamientos. Al fin y al cabo ellos son nuestros archienemigos cuando nos duele el alma. Muchas veces la vida pierde sentido y no nos brindamos la oportunidad de recuperarnos. Esto se acumula haciendo que no podamos ni siquiera apreciar un rayo de sol.
Para superar esto tenemos que darle voz a nuestro interior para vencer ese eco que nos atemoriza porque no sabemos de dónde viene. Esto lo lograremos apoyándonos en nuestros seres queridos y en la ayuda de un profesional.
Los expertos dicen que nuestro cerebro se encuentra más preparado para enfrentarse a la tristeza más que a cualquier otra emoción. De hecho, somos especialmente empáticos cuando contemplamos a alguien triste.
Tenemos la maravillosa capacidad de comprender la tristeza con especial sensibilidad. Entendemos que las lágrimas son una manera de dejar que nuestra alma respire y que nuestro cerebro se oxigene.
En cualquier caso, dar rienda suelta a nuestro malestar y conseguir expresarlo en una de las vías que debemos recorrer para superar una depresión, una situación tan temida como frecuente hoy en día.
Estoy bien. Bien hundida. Bien decepcionada. Bien vacía. Bien harta. Bien rota. Bien fracasada. Bien inestable. Bien triste. Bien cansada. Definitivamente NO ESTOY BIEN.
En primer lugar, debes reconocerte en la tristeza desmedida que reflejas en tu espejo. No estás bien, cuanto antes lo asumas, menos dolor padecerás. La superación de la depresión lleva consigo un duro proceso de aceptación. Al fin y al cabo, tenemos que empezar de cero y aprender que a manejar la tristeza.
También debes esforzarte para abrirte a los demás poco a poco y aceptar su ayuda. Según el especialista Andrew Solomon, cuando se tiene depresión se manifiesta la soledad interior, destruyendo no solo el vínculo con los demás, sino también con uno mismo.
Es importantísimo dormir bien, alimentarnos de manera sana y hacer ejercicio. Además, puede que necesitemos apoyos como la psicoterapia o la medicación si es necesario. Poco a poco iremos recuperando el gusto por la lectura, la música o el deporte, lo cual nos permitirá activarnos y superar este duro proceso.
No obstante, debemos tener muy presente que cada uno de nosotros es diferente, por lo que cómo vivamos y cómo enfrentemos a la depresión también será distinto. De hecho, llegados a un punto óptimo de recuperación, podremos incluso profundizar en ella y valorar lo que nos enseña.
Si tienes cerca de ti alguien asolado por esta enfermedad, es importante no dejarle solo/a. Es clave para su recuperación sentir la presencia de los demás. No es necesario obligarles a hablar o a salir a la calle si no quieren, basta con permanecer a su lado y que sienta nuestro interés.
Recuerda que, aunque la depresión no se cure con amor, sentirse querido por los demás, es de gran ayuda para continuar con la motivación de salir de esa situación.
Sanarla con cuidado de no alimentar una infección. Este vídeo nos invita a hacer lo mismo, a hacernos conscientes de nuestro perro negro a veces está y a veces no. Que un día podemos levantarnos y encontrarnos invadidos por la melancolía y la tristeza. Entonces, de pronto y sin darte cuenta, un día la tristeza se ha hecho incontrolable…
Fuente:
Que hacer cuando ya no querès vivir, no tengo familia no red de contenciòn, me despidieron de mi empleo despuès de 27 años de servicio por una reducciòn de personal; conseguir otro empleo no es posible tengo 60 años y una leve discapacidad motriz; ya no me queda dinero, tanto es asì que tuve que pedir un prèstamo que no sè como voy a devolver. Como sigo con mi vida. dìganme o ayudenme de alguna forma.
Susana