La importancia de la reflexión, por el Maestro Beinsá Dunó
el 7 de diciembre de 1930, en Sofía – Izgrev
¿Cuál es la meta de la reflexión, qué adquiere el hombre al reflexionar? No es importante lo que se adquiere. ¿Qué adquiere el hambriento después de alimentarse? Su organismo adquiere esto lo que le falta y él se tranquiliza. Sobre la misma base y aquel que reflexiona, adquiere algo que le falta. Y el hambriento, después de alimentarse, se tranquiliza temporalmente, para unas cuantas horas – su descontento e inquietud temporalmente desaparecen. Por lo tanto, para aquel que entiende, la reflexión es una comida Divina. “¿No se puede sin reflexión?” Se puede: si has decidido pasar hambre, se puede y sin reflexión; pero si no puedes aguantar el hambre, reflexionarás. Es natural que el hombre coma; por lo tanto, es natural también y que reflexione. Si dices que y sin esto se puede, tú no comprendes la idea básica de la vida. Como ha venido a la Tierra, el hombre no puede vivir sin alimento. Y si quiere desarrollarse espiritualmente, no puede sin reflexionar. Solo así él puede crecer y desarrollarse. ¿Qué más bonito que esto: que crezcas? Reflexionarás, serás afanoso para que logres algo. Todo lo demás es una comprensión humana que nada atribuye. Cuando reflexionas, llegarás a lo Divino que da sentido a todo – sin él la vida es “no productiva”.
Y así, reflexionad sin preguntar el por qué es necesario esto. “Duro es mi corazón”. Entonces te falta algo. El terruño duro debe ablandarse. Si el terruño es de tierra, golpearás sobre éste hasta que se desmorone. Si tienes un terruño en el organismo, lo harás todo para ablandarlo – no es natural que éste permanezca en el organismo del hombre. Por lo tanto, si tu corazón es duro, agua te hace falta. ¿Qué significa en el caso el agua? Ésta representa una energía vital específica que ablanda las cosas duras. Tienes una maseta en tu hogar. Miras, la flor en ésta se ha secado. ¿Qué le hace falta? Agua. Sácala fuera, de manera que cuando llueva la riegue – la lluvia hará esto lo que tú no puedes.
Y a vosotros digo: cuando os encontréis en una dificultad, dejaos a la Providencia Divina – ella hará esto lo que vosotros solos no podéis; ésta ablandará la dureza que os contra-actúa. La causa de la dureza de vuestro corazón es interna, orgánica. Vosotros la buscáis por fuera en alguna parte, pero no vais a encontrarla. Estás sediento – vendrá alguien por fuera para hablarte palabras dulces, para que no sientas sed. No, las palabras dulces son jarabes dulces, éstos no sacian la sed. Agua le es necesaria al hombre, – cuando la reciba internamente, ésta satisfará su sed. Sin agua no se puede, – ella contiene una fuerza vital necesaria para el organismo. Los jarabes son invenciones humanas, – por muy bonitos que sean, éstos no ayudan. Todas las interpretaciones humanas son siempre jarabes. “Excelentes son los jarabes”. Cualesquiera que sean – humanos son éstos. Las interpretaciones humanas no ayudan a la vida
Lo humano se distingue de lo Divino en esto que no sacia la sed. Cuando viene lo Divino: y la sed, y el hambre están satisfechos. He aquí por qué, si queréis tranquilizarse internamente, aceptad lo Divino y no os entrometáis en sus trabajos. “¿Cómo voy a elevarme?” No pienses en esto. “¿Cómo era mi pasado?” Y en esto no pienses – éste es un trabajo de la vida. El Inicio Divino en ti tiene el cuidado de todo.
Como discípulos vosotros debéis interesarse solo de aquello que hoy os espera para lograr. Éstas son dos cosas: una idea para la mente y una para el corazón. ¿Qué sucederá con vosotros, si en vuestra mente nace la idea de llegar a ser un príncipe? Sin embargo eres pobre, no tienes dinero para pan. ¿Qué príncipe es este que pasa hambre? Es mejor que no seas un príncipe, pero que tengas pan. Que seas un príncipe – esta es una idea que hoy no puede interesarte. Es preferible caminar vestido de una manera modesta, pero con un estómago saciado y con un contento interno, que estar vestido como un príncipe, pero con un estómago vacío. Es preferible llevar privaciones y sufrimientos externos, pero que estés internamente satisfecho. No puedes ser simultáneamente satisfecho y externamente, e internamente. Si eres un príncipe todo lo tendrás, pero internamente estarás no satisfecho, te faltará algo.
Muchos quieren tener la disposición y el beneplácito del mundo. ¿Sabéis a quién pertenece el mundo presente? A Caín. Todos los humanos que viven solo para sí, ellos son hijos de Caín, quien mató a su hermano Abel: ellos son Cainitas. Hombres buenos son ellos, pero delante de nada se detienen. Ellos son hombres de la libertad extrema, no reconocen otra voluntad salvo la suya; que les hables de la Voluntad de Dios, esto es ajeno para ellos. Sabréis que el mundo presente, con toda su gloria y grandeza, es creado por Caín. Algunos dicen: “¡Mirad cómo vive el mundo!” ¿Qué específico veremos en el mundo? Allí hay sufrimientos, castigos, fuegos, prisiones. No penséis que los Cainitas son diablos. No, y ellos son hombres, pero con comprensiones específicas. Cuando Dios preguntó a Caín dónde está su hermano, él respondió: “No soy una guardia para caminar detrás de él. Él es libre – va donde quiere”. Dios le desenmascaró la mentira, diciéndole: “La sangre de tu hermano clama detrás de ti”. Caín comprendió que su crimen está descubierto y se asustó. Pero no regresemos al pasado, no es agradable. Qué han hecho Caín y Abel, esto no nos interesa; quién a quién mató, con qué arma, y esto no nos interesa. ¿Qué ganas, si sabes que alguien ha errado? Caín levantó una vara y con ésta mató a su hermano. “¿Cuál es la causa motivadora para este asesinato?” El humo: los dos hermanos ofrecieron sacrificio al Señor, pero el humo del altar de Caín bajaba hacia abajo, y el de Abel se iba hacia arriba.
La cuestión no está allí, esto a nosotros no nos interesa. Para vosotros es importante que hagáis una conexión entre Dios y vosotros. Si no podéis hacerla, vuestra actividad quedará sin resultado. “¿Tienen los humanos tal conexión?” Esto no es importante. Que cada uno solo se pregunte: “¿Tengo yo conexión con Dios?” Si se responde positivamente, primero él se aprovecha de esta conexión. No es importante qué piensan los hombres acerca de vosotros, no es importante lo que pensáis acerca de la creación del mundo – importante es vuestra conexión con Dios, en ésta está vuestro progreso. Esta conexión debe ser constante y que se renueve. Algunas de vuestras conexiones fácilmente se cortan: haces una
conexión – se corta; haces una segunda – y ésta se corta. ¿Cuál es la causa de esto? La conexión no es fuerte. La causa está o en vosotros, o fuera de vosotros. ¿Si alguien corta vuestra conexión, qué haréis? “La conectaremos”. Hay conexiones que fácilmente se hacen, no hay un trabajo más fácil que este. Por ejemplo, te vas al tendero para tomar diez kilogramos de queso blanco; él no te conoce, pero por la compra ya te recuerda. Si no lo pagas, tantas veces que pases al lado del tendero, te encoges, no estás tranquilo. Tú constantemente retienes en tu mente que tienes que pagar.
Pregunto: ¿cómo haréis una conexión con Dios? Iréis a la tienda de Dios y tomaréis, por ejemplo diez kilogramos de queso blanco, sin pagarlo. La conexión ya está hecha; escribirán vuestro nombre en su agenda y os buscarán. Alegraos de que le debéis a Dios. El que no comprende la ley, dice: “¿Y por qué yo tengo que deber?”. ¿Acaso el niño que sale del vientre de su madre no debe? El vientre es una tienda de la cual el niño toma a crédito. Él ha tomado los diez kilogramos de su madre, por eso tiene que dar. De esta manera se crea una conexión entre la madre y el niño. Ella mira que no pierda a este cliente, que no muera. ¿Si el niño no hubiera entrado en la tienda, habría una conexión? Tal conexión existe entre el maestro y el alumno, entre el sacerdote y la feligresía.
Por lo tanto, el hombre debe constantemente recordar que está en la tienda del Señor. El mundo en el cual vivimos es una tienda, hay lo que tomar de ésta. Es bueno que entre los humanos se crean conexiones normales, sin robo. Es mejor que el hombre tome de préstamo en vez de robar – en el robo no se crean conexiones ningunas. Si no tienes dinero, cuando entras en la tienda, dirás: “Por ahora no tengo dinero”. En la tienda Divina son muy condescendientes, dan al fiado, pero si robas una vez, inmediatamente cierran la puerta para ti. Entonces en la tienda Divina no se permite ninguna mentira ni robo. Dirás: “No tengo dinero”. Ellos están listos para acreditarte. “¿Cómo vamos a entender esto?” Yo hablo concretamente – en la mentira y en el robo las conexiones se cortan. Estas son las polillas que comen las hebras nobles con las cuales estamos conectados. La mentira es el camino torcido de la Verdad, el odio es el camino torcido del Amor, la ignorancia es el camino torcido de la Sabiduría.
Ahora reflexionaréis sobre la misericordia de Dios. En el estado presente del hombre no hay cosa más magna que la misericordia de Dios. Aquello que da sentido a la vida es la misericordia. Y hasta en las condiciones más malas de vuestra vida solo Dios puede sacaros del fondo del infiero y salvaros. La salvación no es un proceso que sucede solo una vez, sino incesantemente. Por ejemplo, te resbalas por una pendiente; si a la mitad alguien te echa una mano, sin retenerte y sacarte del lugar resbaloso, esto todavía no es una salvación. ¡Cuánto temblarás hasta que salgas a un terreno firme! Esta es la obra de la misericordia.
Cantad la canción “El Espíritu de Dios”. Así como habéis cantado ahora la canción se siente que falta algo. El tono puede ser correcto, pero faltarle una suavidad interna, un sentido interno. Vosotros habéis cantado la canción en el mundo físico; cantadla ahora en el mundo espiritual, para el corazón, que veamos qué tono tomaréis. Ahora yo os cantaré la canción, para que veamos qué diferencia hay entre mi canto y el vuestro. Cada tono tiene forma, contenido y sentido. Y el alfarero, cuando quiere hacer un jarro, primero tiene en cuenta su forma y su grosura: cuanto más grueso es, tanto más fuerte será éste. Después de hacer el jarro, el alfarero quiere poner algo en éste; si lo llena con agua, mira de taparlo bien para que no se quede un espacio vacío. Finalmente introduciréis cierto sentido en el jarro: de porqué lo habéis llenado exactamente con agua y no con otra cosa. Cuando cantáis, vosotros podéis transmitir la canción de tres maneras: si la cantáis de la primera manera, vosotros estáis todavía en el mundo físico; si la cantáis de la segunda manera, entraréis en el mundo espiritual, cogeréis la manija de la puerta que conduce al Reino de Dios, pero no van a recibirles allí; y finalmente, cuando la cantéis de la tercera manera, entraréis en el Reino de Dios. ¿Cómo conoceremos de qué manera cantamos?
Imagínate que eres un hombre pobre, pero sabes cantar; te vas a un hogar y comienzas a cantar. Todos dicen que cantas bonito, pero nadie mete la mano en su bolsillo para darte algo. Cantas a un segundo, a un tercero – a todos les gustas, pero nadie te da nada. Esto muestra que tú cantas en el mundo físico, de la primera manera. Si cantas y cada uno te da algo, tú estás en el mundo espiritual; solo has cogido la manija del Reino de Dios, sin haber entrado dentro. Cuando cantas de la tercera manera, tú te encontrarás en un camino para el Reino de Dios. El que te escucha, estará contento de ti y te llevará a su hogar, donde te agasajará bien – así llegaréis a ser amigos y os ayudaréis. “¿Cuál es el mejor canto?” El que lleva al hombre al Reino de Dios. La tercera manera es
inalcanzable para vosotros. Cantad por lo menos de la segunda manera, con un tono de tres décimos más alto que el normal. Una cuestión importante para vosotros es que cuando cantéis, que obliguéis al rico a sacar su monedero. Cada uno de vosotros debe saber cantar y tocar, que aplique la música en la vida. La música tiene aplicación práctica: para que haya tacto, buena razón, capacidad de ponerse – esto depende de la musicalidad del hombre. El hombre bueno es musical, el pintor también es musical; en el acto noble hay música. Para que hagas cada cosa a su tiempo, para que sepas cómo portarte con la gente, de nuevo se requiere musicalidad. Y en el Cielo, si no eres musical, no puedes tocar la manija de la puerta que conduce al Reino de Dios. Para que seas musical, debes tener ciertas cualidades – el que tiene estas cualidades, recibe un diploma. Si quieres arreglártelas con las dificultades de la vida, tú debes ser musical, que sepas cantar y tocar.
Primeramente el hombre era un cantante bueno, pero después de la caída él perdió su capacidad de cantar. Apenas ahora él regresa hacia su primer estado. Hoy en día la música puede ayuntarse como un método para curación. Si hacéis al enfermo cantar cada día un poco, él pronto sanará; y al revés, si el sano deja de cantar, él fácilmente se enfermará. La música está en la frontera entre el mundo físico y el espiritual, a través de ella el hombre puede transformar sus energías. Mediante la canción, en el organismo humano se infunde una energía vital específica. Si estás nervioso, indispuesto, comienza a cantar – tu estado inmediatamente cambiará. Estás triste, no puedes pensar – cántate un poco. A través del canto se desarrollan tales capacidades que de otra manera no pueden desarrollarse. La música desarrolla la paciencia; los hombres no musicales son impacientes, presurosos, ellos quieren lograr rápidamente todo. Si tienes mucha prisa, no eres musical. La vida es la música más bonita. La vida humana no es tan agradable, puesto que el tono no es tomado bien – hay algo no musical en ésta. Cuando le añadís aquella musicalidad que le falta, ésta llegará a ser agradable. Así como cantáis ahora, no está mal. Cantaréis para que os auto-eduquéis y que desarrolléis ciertas capacidades. Hay unos cuantos tipos de música: religiosa, científica, amorosa, militar y otras. No puedes amar, si no cantas correctamente.
Mucho os he hablado del Amor y aún así no podéis imaginar qué cosa es el Amor. No hay cosa más esencial que él, él es la cosa más real en el mundo. La única fuerza que puede regular todo es el Amor. Digo: “Dios es Amor”. Si el hombre puede comprender el Amor, él se librará de pecado y de caída; el que puede comprender el Amor, se librará de todo lo negativo dentro de sí – en un momento él puede llegar a ser un santo. Si tocas el botón del Amor, inmediatamente te encontrarás fuera de las contradicciones; y hasta hoy en día los humanos todavía no pueden librarse de sus contradicciones y sus engaños, porque no encuentran el botón del Amor. Muchos botones tocan ellos, pero no y este del Amor. De todas maneras hay progreso, pero lento. No hay una fuerza más potente en el mundo que el Amor – él regula todos los pensamientos y sentimientos en el hombre. Muchos de sus sentimientos son de un origen mental porque la mente despierta al corazón: tal dirección que da la mente al corazón, así éste se manifestará. Por ejemplo, un hombre rico pone en su mente el pensamiento de ganar diez mil levas, otro quiere ganar 20 mil levas, un tercero – 50 mil levas, etc. La causa aquí es puramente mental.
¿Qué es la religión? Ésta representa una conexión interna entre el hombre y Dios. Para que sea creada tal conexión, es necesario que tengas un comportamiento bueno hacia la gente. El religioso debe cumplir la Voluntad de Dios en absoluto. “¿Cuál es esta voluntad?” Si preguntas, tú no conoces a Dios como tu Padre. Muy naturalmente – ¡cómo conocerás a tu padre que ha partido para aquel mundo, cuando tú eras pequeño! Miras sus retratos, pero éstos se distinguen mucho uno de otro – diferentes pintores los han pintado. Miras su último retrato, pero éste está pintado de la peor manera – un pintor incapaz lo ha pintado. Hoy en día cada hombre lleva en su conciencia el retrato de Dios. El último retrato es el menos exitoso – un pintor incapaz Lo ha pintado. Él dice que esta es la imagen de Dios, o sea, de vuestro Padre, os dicen que se parece a vuestro Padre, pero vosotros encontráis que no es vuestro Padre, no se parece a Él. Se dice que el hombre es creado a imagen y semejanza de Dios, pero él mira y ve que no se parece a Dios. Bajo imagen comprendo que el hombre está hecho por la ley de la Sabiduría. Dos cosas hay en el hombre: amor e inteligencia. Y las dos son a imagen y semejanza de Dios. Para que te parezcas a Dios, debes amar y pensar; si amas y piensas, tú eres a imagen y semejanza de Dios. ¿Qué es mejor: que ames o que seas inteligente; dicho con otras palabras – que estés hecho a imagen o a semejanza de Dios?
Hay dos maneras de reflexionar: la del saciado y la del hambriento. Cuando el saciado reflexiona sobre el pan, esta es una filosofía distraída. Yo comprendo la filosofía del hambriento que ha pasado hambre – solo él puede hablar acerca del pan; si hablas al hambriento acerca de Dios, él tendrá una comprensión correcta de Él. El hombre puede pensar de las
cosas con amor y sin amor. Vosotros pensáis que la inteligencia se encuentra más alto que el Amor – en realidad el Amor crea la inteligencia, él es la causa de la inteligencia humana. El Amor obliga a la madre a pensar. Cuando amas a alguien, tú piensas en qué bien hacerle, piensas en darle tu amor de una manera real, en satisfacerle. Dicho de otra manera: el que te ama, él prevé todas tus necesidades. Puesto que Dios nos ama, Él quiere vestirnos en la ropa de la perfección. Ésta se está cociendo, todavía no está terminada; cada día debemos vestirla, que nos tomen medidas. ¿Cuánto tiempo es necesario para que se cosa la ropa de la perfección, cuántas veces se medirá y corregirá esta ropa hasta que sea cocida? Ésta debe estar lista para el Día de la Resurrección. Bajo Día de la Resurrección yo comprendo el día cuando los humanos se librarán del pecado y de sus debilidades. Entonces ellos se librarán de su amo viejo – el faraón, y ya no van a hacer ladrillos en Egipto.
Recordad: el que no quiere estudiar, no tiene amor dentro de sí; el que no quiere cantar, tiene un amor débil. El Amor despierta todo en el hombre, él da precio a la vida física, a la cordial y a la mental. Si dices que el mundo físico no te interesa, tú no comprendes nada – y el mundo físico es un mundo de Dios; por lo tanto, le darás un precio que le corresponde. Que el Amor sea vuestra medida; no luchéis consigo mismos, sino comprended el Amor.
Cuando se habla del Amor, los humanos se engañan – piensan que solo el santo tiene Amor. Piensan que para ser un santo, el hombre debe ser delgado, seco, con una cara amarillenta. No es así. Hay dos formas de ponerse amarillo. Por ejemplo, hay peras que, cortadas verdes, después de un tiempo se ponen amarillas; hay otras peras que se ponen amarillas en el mismo árbol. También así hay santos que se amarillan cuando son cortados del árbol – este es un estado doloroso. Hay un color amarillo natural, bello, que muestra que la fruta está madura – lo amarillo en esta fruta ligeramente se entremezcla con los siete colores del espectro. En el estado presente de los humanos, cuando alguien se vuelve un santo antes de tiempo, se le desafina el hígado y él dice: “Este es malo, no le amo; aquél es malo, y a él no le amo”. Si comienzas a hablar así, sabrás que tu hígado no funciona correctamente. Guardad el hígado, alimentadlo bien – éste debe adquirir su color natural. No sé por qué los búlgaros le han llamado “negro” (en búlgaro al hígado se le llama “pulmón negro” – n.d.t.) – ahora éste debe adquirir su color natural. Cuando el hígado es normal, la cara del hombre tiene un color rosa agradable. El color cosmético de la cara depende del hígado – como es el hígado, tal será y el color de la cara. El hígado debe enderezarse para que transmita al rostro un color rosa bonito, y no de tejas. El que no ama, poco a poco se va secando hasta que se muere. Si no amas, solo te condenas a la muerte: tú no puedes resucitar. Si amas, aunque mueras, sin falta resucitarás. El que no quiere y no ama, aunque viva, morirá. “¿Por qué debemos amar?” Para que resucitéis. Y el muerto puede amar. Si el muerto se arrepiente y comienza a amar, sin falta saldrá fuera del sepulcro. A aquellos que viven en desamor, la Escritura les llama muertos en las virtudes, porque no aman; vivos en las virtudes son aquellos que aman.
Y así, todo en el mundo debe ocurrir por la ley del Amor. Entonces el hombre será y científico, y filósofo, y poeta, y músico; por dondequiera que pase, llevará bendición. En el hombre están puestas todas las posibilidades – de él se requiere solo aplicar el Amor. Por el Amor el hombre puede hacer todo. Si te obligan a ir a Cherni Vrah (una cima en Vitosha, Bulgaria – n.d.t.) en tiempo de nieve te negarás, sin embargo, si sabes que allí te espera tu bien amado, irás y superarás todas las dificultades. El Amor da fuerza al hombre para superar todo, él es el Sol de la Vida que amanece y quita y la nieve, y la lluvia. Dices: “Pesada es la vida, fríos son los humanos”. No pasa nada, mucha nieve ha caído – amanecerá el Sol y la derretirá. “Estoy pasando hambre”. Y esto pasará: el año siguiente será fructífero, habrá más trigo. Cuando venga el Amor, habrá abundancia de frutas; él trae el conocimiento verdadero – sin él puedes estudiar con años y que no sepas nada. Cuando venga el Amor, todo aprenderás. El Amor de Dios conduce hacia logros eternos, él sobreentiende el logro de lo inlograble. “Me he desesperado, no puedo lograr mis deseos”. Acepta el Amor – él te conducirá hacia los logros eternos.
¡Cantad con amor! Después de cuatro semanas haremos una prueba de cantar con amor. Dices: “¡Extraña cosa: trabajo, estudio, pero todavía algo no me alcanza!” Sí, una cosa no te alcanza – aprender a pagar. Cuando entres en el restaurante y te alimentes bien, sacarás tu monedero para pagar. Y el restaurantero, cuando abre el restaurante, primero comprará ollas, para que tenga en qué cocinar – y él paga. Bajo pago comprendo que el hombre aprenda a agradecer – que por todo agradezca. No hay cosa más bonita en la vida que el pago. Ves que un hombre se ahoga: ¿qué harás si él es un enemigo tuyo, le dejarás ahogarse? No, le ayudarás. Cuando le salves, él llegará a ser un amigo tuyo.
¡Paga al mal con bien! Esto significa que pagues, o sea, que agradezcas por todo lo que la vida te ha dado.
Secreta oración.
Maestro, vuestras palabras son agua para mi sed. Inmensa sabiduría, gracias por su entrega,espero poder dar eco a esta enseñanza…Dios entre nosotros,Amen.