LA LUZ DEL ALMA – Ep. 6: «La cocina de la madre»
«Cierra un momento los ojos y vuela hacia tu cocina, hacia los fogones de tu Corazón, ahí donde, como una madre, ¡siempre te esperas!»
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Es posible que muchos recordemos a nuestra madre… ¡y tantas veces a nuestra abuela!… allí … manejando fogones, pelando patatas o tomates y llorando con la excusa de las cebollas… preparando guisos que recordamos sabrosos… mientras que otras… ¡quizá muchas!… la pobre solo echaba en la cacerola… pues lo que había…
Pero ante nuestra mirada infantil… siempre ¡era como una hada madrina para la que… en su sagrado recinto… todo period posible!…
Ella… allí en su cocina… era como una directora de orquesta… ajustando sabores… midiendo la sal… y controlando el fuego para que de todo ello surgieran sabores mágicos e irrepetibles… surgieran las risas que no siempre eran posibles alrededor de una mesa en la que los chicos parecían dispuestos a comerse las piedras… y si eras chica y casi como por real decreto… ¡siempre estabas obligada a poner y retirar la mesa!… y el padre… ¡Ahhh, el padre!… ¡siempre obligado a ser juez improvisado!… algunas veces su juicio era excesivo pero había días en los que… en él… se ablandaba el niño que también era…
Todo un escenario… ni más ni menos que… ¡La cocina de la madre!…
Pues bien… ahora… amigo, amiga mía… cierra por un momento los ojos y vuela hacia tus cocinas… vuela hacia los fogones de tu Corazón… allí donde como una madre… ¡siempre te esperas!…
Vuela y siente el goce de cocinar tus guisos en los fogones de tu propia Luz… condiméntalos con la ternura de la madre que encierras… y que tus manos sirven tus mejores platos al mundo…
Y si por las causas que sean… te ves forzado a comer platos poco apetecibles o a beber desagradables brebajes… observa como la Madre en tu Corazón siempre se sienta a tu lado y te aplica árnica o linimentos que solo Ella conoce… y te dice… ¡adelante!… ¡animo!… ¡que todo pasa!… ¡Y te recuerda que el sabor de ese plato siempre es el resultado de tu cocinar en la vida!…
Pero esa es tu batería de cocina… tus dispensadores de especias… y es la paleta necesaria con la que… poco a poco… vas sembrando las semillas de la comprensión en ti… para, después, cosechar para el mundo tu sabiduría y compasión…
Y ¡eso sí!… ¡que también albergas al mítico Rey Arturo en ti… y nunca olvides que a través de tus grandes o pequeñas cosas… tu objetivo es servir el grial de tu Luz al mundo…
¡Y que se sienten en tu mesa tus caballeros!… ¡que se sienten las doce elevadas especias de tus cualidades!… y que sean como la sal y el azafrán con los que tu Corazón condimenta sus guisos en la Vida!…
Y amigos todos… ¡mmmm!… ¡que goce cuando la Vida… atenta a la Ley de Compensación… nos sirve el mejor de Sus guisos!…
Y si… es cierto que hay momentos de amargura… pero mi querido compañero de sendero, en la cocina de tu Corazón… y permíteme poner este ejemplo… también se saborean los buenos tazones del chocolate de la belleza… ¿o no es así?…
Que cuando debido a una frase elevada… una mirada cálida por la que parece precipitarse el mismo Creador… o cuando te relajas escuchando esta u otra obra musical… Acaso… ¿no te sientes como si tú mismo fueras el compositor inspirado… el embravecido director… o la soprano iluminada?…
¿No degustas… como Alma… ese plato como un momento mágico… breve pero intenso… de un avance de la perfección?
¿No adviertes… aunque sea en un pequeño “aquí y ahora”… toda la inmensidad que encierras?… ¿no se acrecienta tu impulso a retornar al Hogar celeste de donde saliste y de nuevo… sentarte frente a la Gran Madre de la Vida?… ¡Si!… allí donde Ella prepara los platos de la Perfección… de la Belleza y del “no tiempo”…
¡Y qué épicos momentos en pos de Su Regazo!… ¡que búsqueda en pos de la Verdad!… que cuando la crees atrapada… y tal como por la delicadeza de una mariposa… y para no herirla… abres las manos del Corazón y permitiendo, así, que vuele decorando la belleza de las flores… agitando sus aromas que… tal como inciensos… son elevados en el altar de una Naturaleza creada para entregarte sus Verdades… que son tuyas… y que tan solo esperan que las reclames…
¡Ahhhh, las cocinas de tu Corazón!… y mira… obsérvate por un agujerito… y dime… ¿no eres tú el chef?… ¿Y cuál es tu secreto?… ¿Qué “sal de la vida” utilizas en tu cocina?… ¿quizá sea el azafrán del Amor?… ¿No deseas encender el Fuego de tu Corazón?… ¿cocinar con las cacerolas de la intuición,… compartir tus guisos con la Humanidad que te acompaña en el sendero de la Vida?… y saborear los platos del amor… de la fraternidad… de la creatividad…
¡Que nos alumbre la Luz del Alma!… y ¡qué bien al sentir que todo está conforme al “Gusto del Gran Chef”!… ¡Sí!… ¡Ese del que no conocemos su nombre!… y cuyo restaurante nunca cierra sus puertas y en las que lucen todas las estrellas Michelin… bueno… la verdad es que… lucir… lucir… ¡lucen todas!…
Pues venga… ¡vamos a él!… ¡Compartamos mesa en ese Restaurante!… ¡que seamos servidos por los propios ángeles!… y que las recetas del Chef… un guiño de satisfacción … ¡un sincero me gusta!… y el amor como postre… todo ello haga de los platos… ¿pues que te voy a decir compañero?… ¡Un manjar de dioses!… y no olvides… ¡que eso es lo que tú eres!…
¡Va pues un brindis por ti!… ¡por todos!… ¡Por la cocina de la Madre!…
Desde el Corazón
Juan
JUAN A. SÁNCHEZ DE LEÓN
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FUENTE: https://mivozestuvoz.net/2021/09/27/la-luz-del-alma-ep-6-la-cocina-de-la-madre/