LA LUZ DEL ALMA – Ep. 8: «El sentido del no-tiempo»
«Todo apego es la fuente de ese gran estafador que es el tiempo.»
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Queridos amigos… de nuevo un saludo…
En episodios anteriores de esta serie… la “Luz del Alma”… nuestra mirada se apercibió de la Belleza que se encierra absolutamente en todo… también el silencio abrió nuestros oídos para escuchar las palabras del Corazón… y… ¡cómo no!… un buen día de excursión con amigos y todos sus niños… ¿lo recordáis?… la fragancia de lo sutil nos hizo… digamos… olfatear Su presencia…
Otro día… ¿cómo no recordarlo?… nos sentamos gozosos alrededor de una mesa donde la Madre… ¡ahhh, siempre esa Madre interna y presente!… nos invitó a degustar la Vida…
Y en el episodio anterior… ¡cómo olvidarlo!… gozamos con una excursión al “Lago del Cielo” y paseamos por sus orillas… respiramos su aire… charlamos sobre el sentido del tacto y la sensibilidad… y hasta nos atrevimos a remar… cautelosamente… con una barquita que parecía que alguien la había dejado allí para nuestro disfrute…
Compartimos conversación y silencio… un silencio solo alterado por el saludo de algún que otro turista y… ¡qué gran compañía también!… por el trino de algún que otro pajarillo…
¡Ahhh!… que grandes momentos!…
Pero… ¡que caray!… ¡nos lo merecíamos!… ¡que el goce de lo amable que surge en tus días no es informal!… ¡Que… erróneamente… se nos ha enseñado a ser aplicados… a interpretar que todo momento de asueto es… curiosamente… perder el tiempo!… Pero os digo amigos… ¡Qué gran regalo de la Vida esos días…! ¡y qué ocasión para hacer un reseteo de lo mejor de uno mismo y vivir… sentir la vida con un impulso renovado!…
Yo… por mi parte… decidí pasar unos cuantos días más aquí… tratar de sentir una paz que solo al margen del tiempo es posible encontrar… y vivirla sin necesidad de contar los segundos y minutos que a veces nos acosan… Simplemente… ¡ser y estar!… sin más…
¡Que sí!… que a ti también te hubiera gustado quedarte… que tenías tus cosas que atender… pero, en verdad, tu Corazón nunca se fue… y aquí está de nuevo tu compañía… ¡gracias por compartir todos estos momentos!…
Y puesto que la luz… ¡y somos Luz!… crea un mundo de posibilidades cuánticas… ¡Que sea así!… ¡volvamos a pasear nuestras reflexiones entre los pinos!… A sentir como casi… casi… nuestros brazos los abrimos al viento de la libertad y se transforman en las alas con las que volar a un mundo donde nuestras ilusiones son posibles…
En el hotelito me han dicho que hay un sedero que conduce a una fuente que por aquí la llaman la “Fuente del Tiempo”… ¿Qué nombre tan intrigante!… ¿cómo no ir y probar su agua?…
Pero… ¡ojo!… nos han advertido acerca de que el agua se puede beber pero que… ¡no calma la sed!… ¡mmmm!… ¿”Fuente del Tiempo”?… ¿No calma la sed?… ¡que reto para la curiosidad!… ¡Bebamos pues sus aguas!… y puesto que somos libres… ¡Bebamos de esta metáfora!…
Y cierto es… el agua de la “Fuente del Tiempo” es insaciable… Cuanto más bebes de ella menos se sacia esa necesidad que sentimos por liberarnos de él…
¡Y tiene tantos diablillos engañosos a su servicio!… Medios de comunicación, redes sociales, los agobios de la esclavitud a un horario… tus días… ¡tú vida sujeta a su regulate!… a un ¿para cuándo esto y lo otro?… un ¡ufff, que se me hace tarde!… ¡Qué cuánto tiempo ha pasado!… y, a veces… un angustioso ¡Cuánto falta todavía!…
Amigos míos… ¿no será el apego que sentimos a las cosas?… ¿El apego que nos urge a desear su posesión o el temor a perderlas?… ¿será esa irreprimible necesidad de controlar, medir, anotar y juzgar todo con la balanza de la lentitud o la rapidez con la que somos castigados o somos premiados?… ¡Que terrible es como nos condiciona!… ¡Que siempre tenemos la sensación de llegar pronto o de llegar tarde!… pero seamos esperanzados… Basta observar como un cierto sentimiento de rebeldía está brotando en muchos hombres y mujeres… ya sea por el hastío del control… ya sea por el hastío de una esclavitud moderna en la que los grilletes ya no son de cuerda… son dígitos implacables… ¿Convienes conmigo en que todo apego… ese “por si un acaso”… es la fuente de ese gran estafador que es el tiempo?
¿Y no será el desapego una de las llaves maestras que lo diluyen?… ¿No es quizá el saber adaptarte a las circunstancias?…
Y así… amigos míos… ocupados en estas reflexiones y un nuevo sendero… dejamos atrás la “Fuente del Tiempo”…
Y andar… ver… gozar del bosque… pero… ¡atención!… ¿no percibes un denso silencio?… ¿cómo sientes como si entraras en un espacio envolvente?… ¿no crees que la sutilidad de “algo” invisible roza tu cuerpo?…
Pero sea lo que sea… ¡Que agradable sensación la de sentir y ser abrazados por la Energía!… ¡¡Y que silencio… que equilibrio… qué casi no sentir la necesidad de respirar dentro de la burbuja del no-tiempo!!…
¡Y me sugiero!… ¡Te sugiero!… ¡sí!… ¡Interiorízate!… ¡¡Siente el no-tiempo en ti!!… Hazlo tuyo… siente ese pequeño “aquí y ahora” que aflora de lo eterno de tu naturaleza…
¿Puedes percibir que la consciencia de tu Alma es un globo inmenso de Luz?…
¿Ajena al tiempo y eterna pues en si misma?…
¿Que vive al unísono todas y cada una de sus experiencias en la densidad?
¿Que tú… tal como te ves y sientes… constituyes para Ella… una… digamos… línea temporal de experiencia?…
¿Que eres… al tiempo que lo fuiste… en Su visión de la eternidad… un comerciante griego, un atlante, un mongol estepario… hombre… mujer?… o… ¡vete a saber de qué otro planeta!…
¿Qué amaste y fuiste amado… odiaste y odiado… pero siempre tú… y por tanto permíteme un consejo… bien está que busques en toda esa maraña del tiempo conocerte a ti mismo…
Pero mira… quizá mejor… ¡Que aflore de ti… lo mejor de ti!… ¡¡Se tú mismo!!…
Que tú… precisamente tú… eres la esencia… la síntesis de tu vida… el propósito de la Vida esférica de tu Alma… Y que la densidad en la que te desenvuelves expresa la síntesis de toda tus experiencias pasadas…
Y que tu elevado sentimiento… ¡ay, amiga… esa pequeña perla en tu Corazón!… ¿no será la síntesis anticipada de toda la gloria que te aguarda?…
Todo consiste en retomar, obligadamente, el manage de las manecillas del reloj… Pero… ¡no!… el duendecillo que se oculta en él ya ha sido descubierto… ¡Que jamás crea que seduce nuestros oídos!… ¡Que estamos rodeados por el tiempo porque queremos!… ¡Porque es a través de él como experimentamos en la densidad!… aunque a veces despistamos a ese duende… lo adormecemos con la magia de nuestro silencio… y de nuevo nos introducimos dentro de la esfera del “no-tiempo”… nos apercibimos dentro de la Esfera del Alma…
Pero… ¡ea!… no apetece abandonar la burbuja del “no-tiempo”… pero la Vida casi siempre nos obliga… y lo sabemos bien… ahora sabemos dónde está y… ciertamente que volveremos…
Así es que pagada la cuenta en el hotelito… tras un saludo amable con su encargado y un más que deseado reencuentro con el “Lago del Cielo”… una última mirada y una última reflexión…
¿Será que despertar al “sentido del no-tiempo” es como abrir los ojos en la Luz del Hogar que se alza en el centro mismo de tu propio Universo?…
Amigos todos… ¡Cuánto agradezco y comparto vuestras reflexiones y comentarios en el chat!… Pero mirad… sobre todo… ¡muy sobre todo!… os doy las gracias por el Amor que en vuestras pequeñas y también grandes cosas… regaláis al mundo…
Desde la visión de un paisaje tranquilo… silencioso… y ajeno al tiempo…
Juan
JUAN A. SÁNCHEZ DE LEÓN