La Mente es reina: Intención y motivación
Si, la mente es reina, es un hecho…aunque somos sin duda más que mente, somos nuestras emociones, percepciones, sensaciones, proyecciones y motivaciones es importante conocer que todo lo anterior proviene de nuestra mente es creado en ella por así decirlo.
Muchos piensan que la mente es un órgano: el cerebro, otros aseguran que es un proceso o una serie de conciencias, a decir verdad es un tema bastante amplio pero en éste momento es útil ver a la mente como un proceso.
Cuando se habla de la motivación o intención, se refieren al centro de nuestra acción al que le siguen las acciones físicas y de la palabra. Si no existe una intención mental no se da una acción física o verbal. Cuando afirman que somos lo que pensamos podemos reconocer que si toda acción proviene de nuestro proceso mental , la afirmación es cierta.
Si no existe una intención mental
¿Para que nos sirve saber que todo lo que hacemos, decimos y pensamos proviene de nuestra mente? Pues para estar atentos a lo que pensamos al origen.
Por ejemplo si alguien me daña y me enojo ,surge el clásico pensamiento “Ojala que alguien le haga lo mismo que me hizo a mí”…es sólo una frase…nadie la está oyendo…¿Qué puede pasar?…de manera inmediata posiblemente nada, pero es importante resaltar que todos los pensamientos edificantes y los que no lo son se instalan en nuestra mente y si lo traemos a nuestra mente reiteradamente la posibilidad de que se convierta en palabras o acciones físicas es elevada.
Si te propones dejar de decir palabras insultantes a los otros lo mejor es retroceder un paso, atender al lugar dónde se generan las intenciones y motivaciones , a la mente. Si piensas algo destructivo y lo observas en tu mente, te detienes y piensas dos veces lo que vas a decir o hacer. En las acciones y palabras positivas podemos confiar más…en dónde debemos tener cuidado es en lo que daña y destruye a los que nos rodean.
Cuántas veces hemos oído, “No lo quise decir”…”No me refería a eso”…pues a la vez estamos diciendo algo así como en un segundo plano “no controlo ni observo lo que pienso y lo que me motiva a hacerlo”…simplemente soy descuidado con mi comunicación física y verbal…pero lo más grave…no atiendo ni examino mis pensamientos.
La mente es el origen o el motor de lo que hacemos, decimos y pensamos…la clave está en controlar el origen de los pensamientos que traducimos en acción: la mente.
Escuchar nuestros pensamientos
Después de observar podemos convencernos de que el secreto es escuchar nuestros pensamientos y sentir las emociones que están generándose en nuestra mente. ¿Cuántos problemas nos ahorraríamos de hacerlo así ? o cuántos aciertos tendríamos resultado de atender a nuestra mente…
En ocasiones afirmamos con gran seguridad “No tengo problema”…”Yo controlo mi mente”…”Soy dueño de mis pensamientos”…y en un instante hacemos y decimos algo que no queríamos o imaginamos. La clave es observa tu mente…la mente es reina y si estamos distraídos nos juega malas pasadas. Las intenciones no están fuera de nosotros están dentro, en nuestra mente.
El secreto de relaciones positivas, constructivas y edificantes está en la vigilancia de lo que estamos pensando, en nuestra mente instantes antes de hablar o actuar. Si tomamos en cuenta el hábito nada constructivo de ser impulsivos pues resulta todo un reto detenernos a observar nuestros pensamientos, sin embargo con la práctica y la familiaridad podemos lograrlo, tenemos todo para lograrlo sobre todo si sabemos qué motiva lo que hacemos y decimos… nuestra mente .. nuestros pensamientos.
Lo mejor sin duda es llevarlo a la meditación, pero si no conocemos está herramienta es un buen comienzo el estar atento al momento. El resultado es valioso para empezar el relaciones personales positivas, constructivas, edificantes y porque no el caracterizarnos como personas congruentes, consistentes y agradables.
Recuerden la mente es reina si no la observamos es seguro que nos llevará a pensamientos y acciones que nos pueden generar conflictos en lugar de tranquilidad. En el fondo una mente tranquila, asertiva no es otra cosa que el resultado de una mente concentrada, discerniente y en paz.
AUTOR: Pilar Vázquez, colaborador de la gran familia de la Hermandad Blanca