La muerte: ¿el final de todo o el comienzo?

Probablemente esta es una de las preguntas que muchas personas les han realizado, aunque sea una vez en sus vidas. La muerte es el peor miedo de la mayoría de los seres humanos y la asociamos con un final terrible, donde nos despedimos para siempre de esa persona amada.

Pero qué pasaría si te dijéramos que nuestro padre creador nos tiene una vida eterna a su lado, donde somos seres libres espiritualmente y llenos de luz, donde dejamos todo lo malo atrás, sentimientos, rencores y pasados que deseamos olvidar.

Nos liberamos del mundo terrenal que hemos conocido toda una vida, para comenzar a vivir realmente, saber aquellas respuestas y misterios de la vida, sin ninguna duda suena perfecto y es la realidad que muchas personas esperan después de su muerte.

Pero a pesar que todos pensamos que esto es una realidad, ¿porque tememos tanto en dejar este mundo, y cruzar a una vida eterna llena de vida? Acaso dudamos de la voluntad de Dios o bien nuestra sociedad se ha encargado de prepararnos desde que nacemos a temer a la muerte.

Pues queremos decirles queridos hermanos que comencemos desde ya a dejar de temer a la muerte y comenzar a disfrutar nuestra vida, se dice que nuestro padre creador nos dio la oportunidad de disfrutar este mundo, para experimentar cosas maravillosas y aprender a definirnos como individuos.

Somos personas llenas de luz, energías y un espíritu ansioso por alimentarse de las buenas energías que existen en este mundo. El miedo a la muerte se ha creado como un mecanismo de defensa de todas aquellas almas materialistas y terrenales que se niegan a dejar este mundo.

Las “riquezas” y “éxitos” que han logrado a lo largo de su existencia, nos les permite asimilar o aceptar el ciclo de vida que vivimos, y esto los convierte en seres pobres de luz y espíritu.

Queremos invitarlos queridos hermanos alimentar cada vez más su luz y alma, deja atrás aquellos miedos y disfruta la vida que tienes aquí, porque cuando nos llegue la hora de pasar al otro lado, podemos decir que al fin comenzamos a vivir, después de unos años de experiencia en este mundo.

Desde inicios de los tiempos se ha hablado de una eternidad que el padre a manifestado por medio de hermanos como Pablo:

“Yo les doy vida eterna, y nunca perecerán, ni nadie podrá arrebatarlas de la mano. Mi Padre, que me las ha dado, es más grande que todos; y de la mano del Padre nadie las puede arrebatar. El Padre y yo somos uno.”

Juan 10:28-30

Entonces, si han existido evidencias desde inicio de los tiempos que hay vida después de la muerte, ¿porque las personas en su lecho de muerte se arrepienten de las decisiones que tomaron?

Casi siempre sucede esto, porque no experimentaste lo que quisiste en tu vida, dejaste que problemas terrenales como: dinero, deudas, trabajos y lujos se encargaran de gobernar tus años en la tierra.

Entonces realmente debemos llegar a nuestro helecho de muerte para lograr saber si nos equivocamos, si bien es cierto pasamos a un mundo de eternidad, cuando nos despedimos de la tierra.

Pero es justo que pasemos nuestros años de experiencia, desperdiciando en este tipo de trivialidades, ¡absolutamente NO!

Queridos hermanos los invitamos a vivir y experimentar las maravillas que tiene este mundo, busca tu verdadero ser, esa felicidad y plenitud que siempre has deseado.

El momento es ahora y podemos asegurarte que la muerte no es el final, sino el comienzo de una vida eterna.

AUTORA: Pamela Rojas , redactora de la gran familia de hermandadblanca.org